- Vinicius Junior se ha erigido en el presente curso como uno de los futbolistas más destacados de Europa. Y es que los resultados que el Real Madrid ha obtenido en la primera mitad de la temporada difícilmente se pueden explicar sin el impacto del futbolista brasileño, quien ha dado un paso al frente de la mano de Ancelotti.

No obstante, sus inicios en la casa blanca no fueron sencillos. Aterrizó en Madrid como un adolescente e intercaló actuaciones con el primer equipo y el filial para poder asentarse en la capital. A pesar de ser objeto de burlas por su errática toma de decisiones de cara a portería -algo habitual en aquellos imberbes futbolistas que destacan por sus virtudes gambeteadoras-, el joven Vinicius no se amedrentó, sino que se rebeló ante los más críticos. En realidad, la confianza en sí mismo es una de las características más notorias del ex del Flamengo.

Además de la inquebrantable fe en sus propias posibilidades, la llegada de Ancelotti ha ofrecido más oportunidades para el crecimiento de Vinicius. En sus inicios como jugador blanco fue Solari quien depositó su total confianza en el extremo y, aunque con Zidane a los mandos del Madrid no lograse explotar, el veloz atacante carioca parece haberlo hecho bajo las órdenes del técnico italiano, quien ha elogiado las virtudes de su pupilo en más de una ocasión.

Ya en la primera jornada de este curso, cuando el duelo ante el Alavés estaba prácticamente sentenciado, Vinicius se estrenó con una diana en el tiempo añadido. Pero ese tanto no fue un espejismo por parte del brasileño. En la segunda jornada vio portería por partida doble. En las primeras cinco fechas firmó cinco tantos y dos pases de gol. Y es más, casi la mitad de los goles y un tercio de las asistencias que Vinicius ha aportado en su periplo como madridista han sido durante esta temporada, donde ha rubricado hasta la fecha 12 goles y cinco asistencias. Un futbolista de cocción lenta pero segura que definitivamente ha cuajado en el presente curso.

A estas alturas de la película, las virtudes del extremo brasileño son mundialmente conocidas. No en vano, a su amplio abanico de recursos técnicos y su innata capacidad para desequilibrar en la banda, Vinicius ha añadido por fin a sus cualidades la precisión de cara a gol. Un extra que, de hecho, fue lo que más le mermó en sus inicios pero que parece haber encauzado tras cuatro temporadas en Valdebebas.

Pero Vinicius no está solo en el campo. Junto a él se encuentra habitualmente Benzema, otro estilista diferencial que, quizá, en su etapa como futbolista de la casa blanca ha recibido menor reconocimiento del que debería. Y es que esta dupla ha firmado 29 goles y 12 asistencias, un registro que demuestra el porqué del liderazgo merengue. Además, entre ellos acumulan más de la mitad de los goles anotados por el Madrid en el campeonato doméstico, 48.

El rendimiento de Vini de cara al gol, eso sí, ha decrecido respecto al primer tercio del curso con seis jornadas seguidas en blanco, pero la realidad es que su presencia sobre el tapete genera, por sí sola, una mayor atención por parte de los contrarios. Ahora bien, con tal de refrendar las notables sensaciones ofrecidas ante el Valencia, los pupilos de Mendilibar afrontarán la compleja tarea de frenar el poderío ofensivo del Madrid, en el que Vinicius se ha consagrado ya como una de las mejores noticias.

Objeto de la mofa en su día debido a su escasa puntería en los últimos metros, se ha convertido ya en un socio perfecto para Benzema