El proceso mediante el que un futbolista se aclimata a un nuevo equipo no es nada sencillo. Sobre todo, cuando este llega procedente de un club en el que no ha tenido prácticamente ninguna participación y, en consecuencia, denota una inquietante falta de ritmo de competición. Sin embargo, si nada más aterrizar recibe una oportunidad que otros compañeros, presentes desde verano, no han podido disfrutar, se da por hecho que se debe a que sus aptitudes futbolísticas van a compensar cualquier desventaja en el aspecto físico.
Por desgracia para José Luis Mendilibar, esto último no ha sucedido ni con Jason Remeseiro ni con Gonzalo Escalante, dos de los tres refuerzos -después llegó Nahuel Tenaglia- que ha realizado el Deportivo Alavés en el actual mercado invernal. Pues, pese a que ambos han recibido un claro mensaje de confianza del técnico vizcaíno, lo cierto es que sus primeras actuaciones no han estado a la altura de las expectativas, las cuales, teniendo en cuenta la trayectoria vitoriana, tampoco eran demasiado altas.
En este sentido, el primero en estrenarse con la camiseta albiazul fue Jason, quien, varios días después de comprometerse con la entidad del Paseo de Cervantes hasta 2025, apareció en el once titular para el choque frente al Athletic en Mendizorroza. Un derbi en el que gallego ocupó la posición más adelantada de la banda derecha y, aunque rindió a un nivel aceptable, no duró más de 41 minutos sobre el terreno de juego debido a que el entrenador de Zaldibar, ante la superioridad rojiblanca en las transiciones, quiso reforzar el centro del campo con un tercer hombre.
Posteriormente, ya en referencia el partido contra el Betis en el Benito Villamarín, donde el Glorioso fue arrollado por completo, el coruñés tuvo la oportunidad de demostrar que lo vivido en la jornada anterior había sido un simple accidente, pero, para su disgusto, fue de nuevo uno de los señalados por Mendilibar, que decidió dejarle en el banquillo tras el paso por los vestuarios. Eso sí, esta vez fue con razón, porque, a lo largo de la primera mitad, el exvalencianista no intentó nada en ataque y, además, su compromiso en labores defensivas no fue destacable.
Ahora bien, aún y todo, Jason tiene un punto a su favor y es que la banda derecha, especialmente en el aspecto ofensivo, es una de las zonas más débiles del Alavés -solo hay que ver que, habiendo tres jugadores para la misma posición durante la primera vuelta, ninguno se ha hecho con el sitio- y, por tanto, a la mínima que sea capaz de ofrecer algo positivo, el extremo será suyo. Siempre y cuando, claro está, Martín no abandone el lateral y se sume a la pelea, ya que, en ese caso, el gallego no sería el único en ese puesto con capacidad para ejecutar buenos centros.
Escalante, por su parte, también debutó en el derbi ante los zurigorris -aunque, al contrario que su compañero, arrancó el encuentro como suplente- y, a pesar de que su mera presencia sobre el césped dificultó el movimiento de balón del Athletic, la realidad es que su incidencia en el juego, según las estadísticas, fue mínima. En concreto, fue el centrocampista que menos participó en elaboración y, al mismo tiempo, que menos robos realizó.
Aun así, Mendilibar le ofreció un lugar en el once titular para la visita a tierras verdiblancas y allí, al igual que todo el Glorioso, fue ampliamente superado por la medular bética y, por ello, sustituido en el descanso. Algo predecible, teniendo en cuenta la calidad de los jugadores de Pellegrini, pero que estuvo acompañado de una apatía no habitual en el argentino, que, en su etapa en el Eibar, había demostrado ser uno de los futbolistas más intensos y sacrificados de toda la categoría.
No obstante, como se ha mencionado al principio, que los primeros pasos de Jason y Escalante hayan sido tan grises no tiene por qué ser -o sí- tan preocupante. Ahora mismo, es cierto que de lo que menos puede prescindir el Alavés es de tiempo, porque cada jornada desperdiciada dificulta sobremanera conseguir el objetivo, pero, antes de valorar si ambas incorporaciones han sido positivas o no, es muy importante dejar varios partidos de aclimatación, pues, en principio, capacidad para mejorar lo que ya había en la plantilla albiazul tiene. Otra cosa, eso sí, es que los tres refuerzos realizados hasta ahora no sean suficientes.