Aunque se retrasó más de lo esperado, concretamente hasta la décima jornada de liga, el Deportivo Alavés consiguió ayer su primer triunfo lejos de Mendizorroza. Para ello, el conjunto babazorro tuvo que superar al Cádiz en el Nuevo Mirandilla, donde, además de sumar tres puntos importantísimos, puso el punto y final a una intensa sequía goleadora, sobre todo como visitante, que le había penalizado a lo largo de este agitado inicio de temporada.

El camino que tuvo que seguir la escuadra gasteiztarra para lograr tal resultado no fue otro que el del trabajo y la insistencia. Y es que, como si de un ejercicio de supervivencia se tratase, los pupilos de Javi Calleja se plantaron sobre el césped gaditano con el claro propósito de luchar cada balón y llevarse una victoria que brindara al vestuario y, en especial, al entrenador más tiempo para seguir trabajando y poder así darle la vuelta a la delicada situación clasificatoria.

En concreto, el Alavés solo necesitó seis minutos para dar por terminada su mala racha anotadora como visitante, que hasta ayer registraba cero tantos en tres partidos. A este respecto, fue Joselu quien, desde los once metros, batió a Ledesma con un potente remate centrado que facilitó sobremanera la labor del cuadro albiazul. Sobre todo, dada la nula efectividad en ataque del Cádiz, al que, pese a generar continuamente peligro, la desesperación le abrumó tan pronto como se vio por debajo en el marcador.

Asimismo, si bien es cierto que el Glorioso no estuvo brillante en su faceta ofensiva -buena muestra de ello fue el excesivo repliegue en la segunda mitad-, también lo es que sí hubo una pequeña mejoría. Porque, al contrario que en los choques anteriores, el conjunto vitoriano creó ocasiones y pudo ampliar su ventaja en el electrónico a través de acciones de Facundo Pellistri, que tuvo el mano a mano más claro de toda la temporada, o del propio ariete gallego.

Ahora bien, esta versión que permitió a los babazorros regresar a la capital vasca con los tres puntos bajo el brazo llegó por la vía tradicional. Pues, tras varias intentos fallidos, Calleja parece haberse dado por vencido en su búsqueda de un fútbol atractivo, al menos mientras no cuente con futbolistas más capacitados para ello, y ha establecido un estilo de juego muy similar, por no decir idéntico, al que ha reinado -y tan buen resultado ha dado- en la entidad del Paseo de Cervantes en los últimos años.

Sin embargo, las buenas noticias no terminaron ahí. Además de los registros ya mencionados, el Alavés también rompió con la losa que únicamente le había permitido marcar goles desde el punto de penalti o a balón parado. Aunque pudo hacerlo antes, la liberación llegó en el minuto 90, cuando Joselu recibió un pase de Miguel De la Fuente, brillante y enérgico en esa acción, para volver a superar al portero cadista y sentenciar el encuentro.

De esta manera, la escuadra gasteiztarra cogió aire y demostró estar preparada para el importante choque del próximo martes contra el Elche en Mendizorroza. Otro duelo trascendental no por la permanencia, porque aún queda mucho para que esta se decida, pero sí para la confianza del vestuario, que, si sigue sumando resultados, podrá conseguir el objetivo gracias al capitán que tiene al mando.