13 de octubre de 1963

La pretemporada 1963-64 ha sido nefasta y la temporada -cuando se llevan cuatro partidos disputados- igual o similar. García Arroyo, el entrenador que comenzó los entrenamientos el 1 de agosto, es historia. El 13 se septiembre fue cesado, antes de comenzar la Liga, y su puesto lo ocupa ‘Juanito’ Urkizu, el que fuera mítico entrenador del Athletic.

Pero con el de Ondarroa las cosas no mejoran y los cuatro primeros partidos ligueros de Segunda se saldan con derrotas. Dos días después de comprometerse como técnico albiazul, el equipo da la cara en Atotxa frente a la Real Sociedad -uno de los favoritos al ascenso a Primera- al que se le tutea (1-0) el 15 de septiembre. ¡Pero aquello han sido fuegos de artificio! Posteriormente Langreo (1-2) y Burgos (2-4) -con Román Galarraga-, vencen en Mendizorroza.

En El Molinón los aficionados del Real Gijón, disfrutaron con el ‘jorobuAsí están las cosas cuando se tiene que afrontar la quinta jornada. Además, es un viaje largo el desplazamiento.

Hay que enfrentarse al Constancia, en la localidad balear de Inca en la isla de Mallorca. ¡La moral escasea en los jugadores, tras los resultados obtenidos! ¡Los directivos y ‘Juanito’ Urkizu están desmoralizados! ¡Se busca cambiar la dinámica negativa! El partido frente al Burgos se celebra el 6 de octubre y a lo largo de la semana previa al encuentro frente al Constancia, la Directiva -presidida por José Ustaran- emite dos notas informativas a la afición. En ambas los directivos muestran su honda preocupación, por el momento deportivo tan delicado que vive el club. ¡Anuncian que van a tomar medidas!

El ‘míster’ tiene problemas para poder completar la citación. Entre jugadores en el servicio militar y lesionados, la plantilla sufre siete bajas. En Vitoria -rumores que se siguen repitiendo con el paso del tiempo cuando el equipo no ‘carbura’- comienzan a sonar nombres de presuntos refuerzos: San Emeterio, Marañón, Marcaida o ‘Canito’.

Los directivos preparan con mimo el viaje más largo de la temporada y lo dejan cerrado. El viernes 11 los expedicionarios saldrán de Vitoria, almorzarán en Fraga (Huesca) y pernoctarán en Barcelona. El sábado por la mañana entrenarán ligeramente en Sarriá, campo del Espanyol, y a media tarde un avión los llevará a Mallorca y desde la capital balear un autobús finalizará el recorrido en Inca, dónde cenarán y harán noche.

El regreso está previsto para la misma tarde del partido, domingo 13 de octubre de 1963. Autobús Inca-Palma de Mallorca. Avión con destino a Barcelona, donde descansará el equipo y el lunes a primera hora rumbo a Vitoria en autobús, con parada para comer. Habrá muchos cambios en el plan previsto. No se entrena en Sarriá, al no conceder permiso el Espanyol. Urkizu -como alternativa- se lleva a los chicos a la playa de Casteldefels para realizar algunos ejercicios sobre la arena y darse más tarde un buen chapuzón en el Mediterráneo.

¡Tampoco se volará el domingo desde Mallorca! Un error de la agencia de viajes, atrasa todo el programa viajero veinticuatro horas. ¡A Vitoria llegarán a las ocho de la noche del martes 15 de octubre! ¡Un caos todo! Pues bien, ante tanta desmoralización y desmotivación en todos los sectores del club. Lesiones, bajas, servicios militares y tantas cosas más, el Deportivo Alavés, al cabo de cinco jornadas, consigue el primer punto de la temporada (2-2). ¡Qué grande es el fútbol! ¡Qué grande es la pelota! ¡Gracias vieja, como decía don Alfredo Di Stéfano!

Trece futbolistas desplazó Urkizu a Inca. El vizcaíno alineó frente al Constancia el siguiente once: Vallejo; Sierra, Gorospe, Gil; Iguarán II, Antón; Zuazaga, Elorduy, Goyaran I, ‘Larrauri’ I y Aramburuzabala. Goyaran I hzo los dos goles albiazules.

Pese al rearme moral que tuvo el equipo con el empate, la UD Salamanca se llevó los puntos (0-1) de Mendizorroza en el siguiente partido. La primera victoria no llegó hasta la jornada undécima, 8 de diciembre, frente al Deportivo gallego (2-1).

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