Al igual que sucedió la pasada temporada, la última jornada del mercado de fichajes estival no registró novedades para el Deportivo Alavés. De esta manera, la tranquilidad fue la nota predominante ayer en las oficinas del Paseo de Cervantes. Al menos relativa. Porque aunque finalmente no se llevó a cabo ninguna operación que modificase la plantilla a disposición de Javi Calleja, hasta que el reloj no marcó las doce de la noche todos los canales permanecieron abiertos y en disposición de acometer con urgencia un último movimiento.
Sin embargo este finalmente no llegó a producirse. Sergio Fernández ya había advertido el lunes durante la presentación oficial de Miguel de la Fuente que el club se encontraba en un escenario "difícil" para poder aprovechar las últimas horas del mercado y el paso del tiempo terminó confirmando las palabras del director deportivo.
Salvo que se produjese alguna salida, resultaba prácticamente imposible que el conjunto gasteiztarra se hiciese con los servicios de algún otro jugador y este cambio de cromos no se produjo. El que con más fuerza estuvo en la rampa de salida hasta el último momento fue Saúl García pero, tras su cesión del pasado curso en el Sporting de Gijón, el lateral izquierdo permanecerá definitivamente en Vitoria para pelear por el puesto de titular con Rubén Duarte y el joven Javi López.
Otro posible escenario que podía plantearse es que llegase a las oficinas del Paseo de Cervantes una oferta de última hora irrechazable por alguno de los integrantes del Alavés pero esa opción tampoco se produjo. De esta manera, la plantilla no registró novedades y serán estos los mimbres con los que Calleja deberá bucar el objetivo de la permanencia. Al menos, hasta la reapertura del mercado en enero.
Se trata, en cualquier caso, de un grupo que deja margen de maniobra a los inquilinos de las oficinas del Paseo de Cervantes, puesto que arranca el curso sin completar el cupo de veinticinco fichas profesionales que permite la reglamentación. El Glorioso cuenta, en concreto, con veintitrés, por lo que tendría espacio para ampliar su nómina de futbolistas sin problemas.
Más allá, claro está, de la obligación de cumplir con el límite salarial impuesto por LaLiga. Un lastre muy pesado para prácticamente todos los integrantes del fútbol profesional español y que en el caso del Alavés ha limitado sensiblemente su capacidad de movimiento en este mercado. Y es que sin la posibilidad de paliar la pérdida de ingresos de los últimos cursos con la venta de alguno de sus jugadores más cotizados -Joselu fue el que más cerca estuvo de hacer las maletas rumbo a Sevilla-, el club se ha visto forzado a manejarse con pies de plomo para garantizarse que la patronal diese el imprescindible visto bueno a todas sus incorporaciones.
Algo que ha conseguido apostando una vez más por las cesiones como la vía principal para reforzar su plantilla. Un camino por el que han llegado a Mendizorroza el central Matt Miazga, los centrocampistas Loum, Manu García e Iván Martín y el extremo Facundo Pellistri. El joven uruguayo regresa al Alavés tras su primer préstamo del pasado mercado invernal con el propósito de confirmar todas las buenas sensaciones apuntadas en la segunda vuelta del curso anterior.
También vuelve a Mendizorroza Lejeune, aunque en su caso fichado ya hasta 2024. Junto al central francés, Toni Moya, Mamadou Sylla y Miguel de la Fuente completan la nómina de incorporaciones albiazules en propiedad. Se trata, en principio, de jugadores de perfil más bajo llamados a ejercer de complemento con la base de la plantilla que permanece del ejercicio anterior, sobre la que se construirá el actual proyecto.
Misma foto. La plantilla del Deportivo Alavés no registró cambios en la última jornada del mercado de fichajes.
Localizador
23
El Alavés ha cerrado el mercado estival con una plantilla en la que cuenta con 23 fichas profesionales, dos por debajo del límite de 25 que establece la reglamentación. Un hueco que le deja margen para reforzar el equipo en enero o incluso antes si recurre a futbolistas sin contrato en vigor y no supera el límite salarial.