La victoria del pasado martes frente al Elche en el Martínez Valero y los resultados favorables en otros campos le han dado al Deportivo Alavés la posibilidad de certificar la permanencia mañana en Mendizorroza. Sin duda, una situación inimaginable para un equipo que hace un mes y medio ocupaba el farolillo rojo, pero que ahora no quiere depender de otros y saldrá, según las declaraciones de Rubén Duarte en el día de ayer, "al 200%" contra el Granada. "La dinámica es positiva, el equipo está con ganas de confirmar la salvación y lo de este domingo -mañana- es una final a la que vamos a salir a comernos el césped", avisó.

El lateral almeriense, baja durante varias jornadas por una lesión en la fascia plantar de su pie derecho, volvió al once ante el Levante, aunque no jugó los 90 minutos, y fue titular también el martes en terreno ilicitano. "Volví la semana pasada con buenas sensaciones. Ese empate nos dio un punto importante, pero el encuentro del martes fue una auténtica final e hicimos un muy buen partido", explicó el andaluz.

Asimismo, haciendo referencia, de nuevo, al choque de mañana frente al cuadro nazarí, Duarte avisó sobre la peligrosidad de los pupilos del técnico Diego Martínez: "Es un rival muy complicado. Ha jugado muchos partidos esta temporada y ha competido en todos ellos. Su rendimiento ha sido magnífico y no nos lo va a poner nada fácil. Van al límite y pelean todos los balones, lo que nos va a obligar a estar muy concentrados y con los cinco sentidos conectados. Cada partido en Primera División es una final y vamos a salir a muerte a por los tres puntos".

El entrenamiento de ayer transcurrió sin novedades para Javi Calleja. El técnico albiazul pudo contar con toda la plantilla a excepción de Ely, Javi López, Burgui y Córdoba, que continúan entrenando al margen mientras avanzan en su recuperación.