- Poco o muy poco se puede salvar esta temporada de un Eibar que no ha logrado dar con la tecla que le ha permitido ser competitivo en todos los encuentros, sea quien sea el rival, en temporadas anteriores. El conjunto armero, a pesar de seguir a las órdenes de Mendilibar y contar con piezas que ya fueron importantes en Ipurua anteriormente como Pedro León, Inui, Kike García, Sergi Enrich, Arbilla o Pape Diop, no ha logrado desplegar su juego y ha notado en exceso la ausencia de la afición en las gradas de su estadio, que ha pasado de ser un fortín difícilmente expugnable a un caramelo para los equipos visitantes. Una de las pocas piezas destacables junto a Bryan Gil ha sido el guardameta Dmitrovic, que no solo ha mantenido su nivel de campañas anteriores, si no que ha logrado asegurarse un contrato con uno de los equipos punteros de la categoría, el Sevilla, para las tres próximas campañas.
El serbio, que llegó al Eibar en 2017 procedente del Alcorcón, ha resultado ser un fichaje muy fructífero para los guipuzcoanos. Se trata de uno de los porteros más altos e intimidantes de la categoría (mide 1,94 metros), lo que le permite ser poderoso en el juego aéreo y cubrir mucho espacio en las jugadas de mano a mano con los delanteros, una de sus especialidades. A pesar de parecer un portero algo tosco, es muy ágil y sabe hacerse grande frente a sus rivales, estirando sus kilométricos brazos y tirándose encima del delantero para terminar con sus opciones.
Buen ejemplo de ello fue el pasado encuentro contra la Real Sociedad, en el que el guardameta mantuvo a su equipo con posibilidades gracias a un gol cantado que salvó frente a Isak, uno de los arietes más entonados del campeonato. El atacante sueco cortó un pase entre defensores en el centro del campo y se marchó totalmente solo hacia la portería del Eibar. Sin embargo, la envergadura de Dmitrovic le hizo dudar y cuando decidió probar con un recorte, el serbio se lanzó con todo a por el esférico, quedándose con él y evitando el 0-2 que habría sentenciado el choque.
INSTINTO GOLEADOR Marko Dmitrovic no solo ha sido protagonista esta temporada por sus paradas, también está en la lista de goleadores del conjunto armero. El Eibar ha tenido un grave problema este curso con los lanzamientos de penalti y los continuos errores desde los once metros han obligado a Mendilibar a ir rotando entre distintos lanzadores. De los ocho penaltis que han lanzado los guipuzcoanos, solo han conseguido transformar tres, dos de ellos a manos de Esteban Burgos y uno de Dmitrovic. El entrenador vizcaíno decidió que los jugadores que fallaran su penalti pasarían el testigo a otro lanzador en el siguiente partido. Falló Expósito el primero y Esteban Burgos metió los dos siguientes, pero durante su suplencia fueron Enrich y el propio Expósito quienes probaron fortuna, volviendo a errar.
El buen golpeo de balón por el que se caracteriza Dmitrovic lo colocó como el siguiente de la lista y no desaprovechó su oportunidad contra el Atlético de Madrid, aunque después volvió a tirar otro contra el Cádiz y lo falló. La última pena máxima azulgrana la pateó Esteban Burgos, que tampoco consiguió convertir. Por si fuera poco, Dmitrovic tuvo otra oportunidad de marcar la pasada temporada contra el Sevilla en un córner, pero el atacante Lucas Ocampos, que se situó como portero de circunstancias ante la lesión de Vaclik, sacó una parada milagrosa en una insólita imagen que difícilmente volverá a repetirse.
En cualquier caso, son sus buenas actuaciones bajo los palos las que han conseguido levantar el interés de gran parte de los equipos de LaLiga. Al no haber renovado con el Eibar y terminar contrato este verano, adquirir a coste a un portero de su categoría, curtido en Primera División y con todavía varias temporadas de carrera por delante, era una oportunidad irrechazable para todo equipo con intención de reforzar su portería. El serbio tenía ofertas de otras ligas europeas sobre la mesa, pero finalmente se decantó por la propuesta del Sevilla, que contará con él y con Bono el próximo curso. Dmitrovic tiene un preacuerdo con la entidad de Nervión, acostumbrada a hacerse con las gangas del mercado, pero aún debe disputar los cinco partidos que le restan con el Eibar. Conociendo su profesionalidad, lo dará todo hasta el final con el club que le dio la oportunidad de labrarse un nombre en la máxima categoría del fútbol español.
Sus actuaciones durante su último año de contrato han convertido a Dmitrovic en una de las piezas más codiciadas del mercado
Esta temporada no solo ha sido protagonista en su área, también ha ejecutado dos penaltis, anotando uno de los dos intentos