- Cuando a última hora del pasado 17 de agosto la Real Sociedad se convirtió en el protagonista indiscutible del mercado estival al anunciar la incorporación de David Silva, el futbolista canario se convirtió de inmediato en la gran referencia de la escuadra donostiarra para la actual temporada. Su adaptación al proyecto de Imanol fue casi inmediata y se erigió rápidamente en la figura diferencial que propulsó al cuadro guipuzcoano a protagonizar un arranque de competición espectacular.

Dentro de una plantilla de enorme calidad, su experiencia aportó el poso necesario para que la Real deslumbrara a propios y extraños llegando a convertirse a candidata a todo. Sin embargo, el globo txuriurdin comenzó a perder fuerza en el cierre de 2020. Unos problemas musculares inicialmente sin demasiada importancia terminaron convirtiéndose en una lesión que ha tenido a Silva más de dos meses en el dique seco y el peaje que ha pagado la Real por su ausencia ha resultado muy caro.

Casualidad o no, lo cierto es que durante los encuentros de diciembre y enero en los que el Mago de Arguineguín no estaba en condiciones de jugar el balance de resultados realista descendió muchos enteros. De esta manera en las ochos jornadas de Liga que se ha perdido el plantel de Imanol únicamente fue capaz de sumar ocho de los veintisiete puntos en liza. Ni siquiera una tercera parte. Un dato que contrasta de manera espectacular con los números donostiarras con Silva a pleno rendimiento. Tras no disputar la primera jornada del campeonato (en la que la Real empató en Valladolid), el canario se estrenó en la segunda y desde esa cita hasta su siguiente ausencia en el undécimo capítulo liguero rubricó un expediente casi perfecto. Nada menos que 22 puntos de los 27 posibles.

Unas cifras de récord que permitieron a la Real mantenerse en la zona alta cuando llegaron las vacas flacas. Y que David Silva parece dispuesto a intentar repetir. Porque desde su regreso al césped el conjunto donostiarra ha encadenado dos victorias (4-1 ante el Cádiz y 0-1 contra el Getafe), algo que no lograba desde noviembre. El Alavés, tratará de romper esta racha.

Por sanción. El encuentro que disputó la Real el domingo en Getafe concluyó como el rosario de la Aurora, con Bordalás y buena parte de su cuerpo técnico expulsado tras protagonizar un enfrentamiento con varios jugadores blanquiazules. En esa trifulca final resultó amonestado también el joven Ander Barrenetxea que, como consecuencia de ese tarjeta, deberá cumplir un encuentro de sanción y se perderá el derbi del domingo ante el Alavés. El cuadro donostiarra, no obstante, tratará de apurar las opciones de contar con él y recurrirá la tarjeta argumentando que el autor de la infracción fue Carlos Fernández y no Barrenetxea.