- Con ánimos renovados tras los tres valiosos puntos conquistados el miércoles en Mendizorroza ante el Eibar, el Deportivo Alavés retornó ayer al trabajo en las instalaciones de Ibaia tras dos días de descanso para celebrar la Navidad.
La vuelta llevó aparejada buenas noticias para Pablo Machín, ya que Pere Pons ha comenzado a hacer carrera continua en solitario sobre los campos de la Ciudad Deportiva José Luis Compañón. De esta forma, el centrocampista gerundense de 27 años -que permanece de baja desde mediados de octubre tras sufrir una fractura en el segundo metatarsiano del pie dercho- busca recuperar las mejores sensaciones antes de realizar los próximos ejercicios con balón junto al resto del plantel.
Su reaparición supondrá una inmejorable noticia para el técnico soriano, para quien Pons fue uno de los fijos en el primer tramo de la temporada hasta su lesión. Además, el centro del campo es una zona en la que el Alavés ha estado muy justo de efectivos en los últimos tiempos debido a la sanción de Rodrigo Battaglia y el coronavirus sufrido por el capitán Manu García, de ahí que la posibilidad de ganar efectivos permitirá al cuerpo técnico albiazul disponer de nuevas variantes para conformar la sala de máquinas.
Por su parte, Rubén Duarte se entrenó al margen de sus compañeros en el gimnasio tras el choque que sufrió en la segunda mitad del partido ante los guipuzcoanos que le llevó a retirarse del terreno de juego antes del pitido final. El resto de la plantilla se ejercitó sobre el césped preparando el último duelo correspondiente al año 2020 ante Osasuna en el Sadar, fijado para el 31 de diciembre a partir de las 16.15 horas. Battaglia y Duarte causarán baja.