- La memoria del ser humano acostumbra a ser caprichosa y, sobre todo, selectiva. Habitualmente prefiere rescatar los recuerdos positivos para revivir momentos de felicidad mientras que, por el contrario, encierra bajo candados de siete llaves los dolorosos. Es una de las claves del instinto de supervivencia que ha permitido al hombre permanecer en la tierra durante miles de años. De esta manera, por ejemplo, los aficionados del Deportivo Alavés tienen muy presente que la agónica salvación conquistada la pasada temporada se logró muy lejos de Mendizorroza. Concretamente en Sevilla tras la victoria sobre el Betisy a falta de una jornada para la conclusión del campeonato. En el recuerdo y para la historia permanecerá ese dato irrefutable.

Sin embargo, no siempre es bueno fiarse únicamente de la memoria sino que conviene apoyarse también en otras fuentes de información a la hora de visitar el pasado. Una fórmula que rápidamente permitiría descubrir que lo sucedido en el Benito Villamarín fue un solitario oasis dentro del desierto total que atravesó la escuadra albiazul cada vez que se alejó del Paseo de Cervantes.

Los siempre fríos números no engañan y las estadísticas del ejercicio 2019-20 reflejan que El Glorioso superando únicamente a Mallorca y Betis. El conjunto gasteiztarra sumó únicamente doce puntos fuera de su feudo, por los diez que conquistaron los verdiblancos y los seis que subieron al casillero del descendido cuadro insular.

En consecuencia y por mucho que la memoria se empeñe en adornarlo con las felices vivencias de la visita al Betis, lo cierto es que el Deportivo Alavés tiene este fin de semana una cita con los fantasmas de su pasado reciente. El cuadro albiazul comparecerá por primera vez esta temporada como visitante y se reencontrará por lo tanto con el escenario que tanto daño le infligió.

Superarlo es, sin duda, uno de los grandes desafíos que tiene por delante el conjunto de Pablo Machín. Resulta incuestionable que, tanto para lo bueno como para lo malo, en el deporte profesional no se puede vivir del pasado pero no es menos cierto que la mochila

Gestionar esa posible ansiedad es, claro está, una de las tareas pendientes que debe tratar de resolver cuanto antes El Glorioso. Un argumento positivo en el que apoyarse es que su última salida se saldó precisamente con la victoria salvadora sobre el Betis. Por contra, el doloroso estreno del domingo -precisamente también ante la escuadra sevillana- cayendo derrotado en el tiempo de descuento aumenta la presión de tener que rascar algo positivo en Granada. Lograrlo podría suponer abrir la puerta a una tendencia positiva que sin duda reportaría muchos beneficios para el equipo vitoriano. Regresar a la senda de la decepción, en cambio, reabriría unas heridas graves por las que ya se ha perdido demasiada sangre. Para evitarlo, al Alavés no le queda otra que ahuyentar a sus fantasmas.

Sustituye a Euskaltel. El Deportivo Alavés anunció ayer que ha llegado a un acuerdo de patrocinio con la empresa tecnológica InnJoo por el que el logo de la firma española lucirá en la parte trasera del culote del equipo. Una ubicación que ya estrenó en la primera jorada de Liga y que hasta este curso manchaba Euskaltel. Además, InnJoo tendrá presencia en Mendizorrotza las dos campañas por las que se ha cerrado el acuerdo.

El Sadar, alternativa. Por otro lado, Alavés y Osasuna anunciaron ayer un acuerdo para la cesión de sus estadios en caso de que por fuerza mayor no puedan jugar en su provincia por la pandemia de coronavirus. Esto significa que en caso de que, por causas excepcionales, un partido oficial no pudiera celebrarse en Mendizorroza, el Alavés podrá disputarlo como local en El Sadar, mientras que Osasuna haría lo mismo con el coliseo albiazul como alternativa.

Visitante negro. El Deportivo Alavés afronta este fin de semana su primer desplazamiento de la temporada tras estrenar el ejercicio el pasado domingo en Mendizorroza con la dolorosa derrota ante el Betis. La visita al Granada del domingo situará al combinado albiazul frente a frente con sus viejos fantasmas de la campaña anterior, en la que cada duelo lejos de Mendizorroza se convertía en una tortura.

Recuerdo feliz. Pese al pésimo balance general del 'Glorioso' como visitante durante todo el curso, lo cierto es que el primer recuerdo que ofrece la siempre caprichosa memoria es feliz. Porque lo cierto es que el cuadro gasteiztarra certificó su permanencia un año más en la máxima categoría precisamente lejos de casa. Fue, concretamente, el pasado 16 de julio con la victoria sumada en el feudo del Betis (1-2) en la penúltima jornada de Liga y última salida del curso.

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Puntos fue el pobre balance albiazul lejos de Mendizorroza el ejercicio pasado. El Alavés se impuso al Eibar (0-2), al Levante (0-1) y al Betis (1-2) y empató en los campos de Getafe (1-1), Sevilla (1-1) y Leganés (1-1). Solamente el Mallorca, con seis puntos, y el Betis, con diez, firmaron un peor expediente que los vitorianos.