- El Deportivo Alavés representa en estos momentos la única excepción dentro de una Primera División en la que los inquilinos de todos los banquillos tienen ya nombre o se encuentran a punto de estar ocupados. El Valencia y el Eibar son, junto al Glorioso, los únicos que no tienen ocupado nominalmente el cargo de máximo responsable técnico, pero en esos casos parece que será solo cuestión de horas resolver esa cuestión. En medio de la convulsión permanente entre Mestalla y Singapur, Peter Lim ya ha dado el visto bueno para la contratación de Javi Gracia para dirigir el Valencia y también en breve pretende oficializar el cuadro armero la continuidad de José Luis Mendilibar durante un curso más en Ipurua. Eso sí, alguno de los banquillos que en este momentos se encuentran ocupados podrían cambiar de inquilino de cara al arranque del próximo curso. Y el ejemplo más evidente es el que representa un Barcelona en el que Quique Setién se encuentra claramente en la cuerda floja y que depende del papel del equipo en la Liga de Campeones para seguir tras haber sustituido a Ernesto Valverde a mediados del presente curso.

A la espera de la resolución del último ascenso procedente de Segunda División -cabe prever que el tercer equipo que suba no cambie de técnico- y del caso representado por el Barcelona -el otro banquillo que podría cambiar de dueño es el del Getafe, pero parece difícil que José Bordalás ejecute su cláusula de salida una vez descartada la opción del Valencia-, cuatro banquillos presentarán caras nuevas en Primera la próxima temporada. Al margen de la novedad que aún está por llegar en el Alavés y la ya citada de Javi Gracia en el Valencia, el Villarreal ha prescindido de Javi Calleja a pesar de su sensacional final de curso para apostar por Unai Emery; mientras que el Betis, tras la destitución de Rubi y la interinidad de Alexis Trujillo, se ha puesto en manos de Manuel Pellegrini. En los tres casos, técnicos de mucho renombre y caché que le dan un lustre renovado a la competición.

Así las cosas, la continuidad vuelve a ser un factor común para muchos clubes que entienden que sus entrenadores han cumplido con las expectativas. La máxima expresión de esta apuesta a largo plazo la representa un Diego Simeone que cumplirá su décima temporada al frente del banquillo del Atlético de Madrid. En la distancia, con seis, le sigue José Luis Mendilibar en Eibar, mientras que un caso excepcional es el de Álvaro Cervera, que se ha mantenido cinco campañas consecutivas al frente del Cádiz en una categoría tan volátil en los banquillos como la Segunda División y que su sexto curso con los amarillos lo vivirá en Primera.

Al contrario de lo que viene sucediendo en Vitoria, donde la entrada y salida de entrenadores ha sido una constante estos años, los clubes de la máxima categoría parecen haber apostado por la estabilidad. Paco López cumplirá su cuarto año en el Levante, los mismos que lleva Sergio González en el Valladolid; Imanol Alguacil (Real Sociedad), Diego Martínez (Granada), Jagoba Arrasate (Osasuna) y Gaizka Garitano (Athletic) vivirán su tercera campaña, las mismas que Zinedine Zidane en su actual etapa en el Real Madrid.