- Y ahora, ¿qué? Frenada temporalmente la competición en el fútbol profesional, la inquietud asalta a los clubes ante un futuro plagado de incertidumbres que va desde la solución más rápida, la reanudación de la competición en abril, a la más contundente, que la temporada se dé por finiquitada en unas semanas ante la imposibilidad de ponerla en marcha de nuevo con tiempo suficiente para su conclusión. En el seno del Deportivo Alavés, al menos en el apartado deportivo la situación es de tranquilidad -cuestión aparte es el tema económico, que se prevé peliagudo en cualquier caso-, pues solo la reanudación del curso con resultados catastróficos en las once jornadas que quedan pendientes le conduciría a un descenso que evitaría de cualquier forma en todos los escenarios restantes que pueden plantearse con una anulación de la temporada, ya sea completa o cortando a partir de cierta jornada.

El escenario en estos momentos es de tensa espera al estar suspendidos los partidos durante marzo. Amén de la suspensión de las dos jornadas ligueros de este mes, el calendario dicta descanso de las competiciones nacionales el 28 y 29 de marzo por la disputa de partidos internacionales de selecciones -también cancelados- y será durante esa semana previa cuando LaLiga, Federación y AFE vuelvan a reunirse para determinar si el curso se puede retomar el 4 y 5 de abril, cuestión que parece ciertamente complicada en estos momentos con el estado de alarma dictado, que casi con total seguridad se alargará más allá de las dos semanas previstas.

Dentro del apretadísimo calendario actual del fútbol, si solo hubiese que trasladar dos jornadas sería viable acabar la temporada dentro de las fechas previstas. Se recuperarían los partidos aplazados los días 18 de abril y 20 de mayo y la Copa del Rey se iría al 30 o 31 de ese mismo mes. El problema es que, vista la situación actual, casi nadie ve probable que el primer fin de semana de abril se pueda retomar la competición. El Real Madrid vive en situación de cuarentena tras haberse contagiado de coronavirus el jugador de baloncesto Trey Thompkins y gran parte de los clubes han dictaminado vacaciones con medidas especiales de prevención para sus futbolistas. Además, el propio Alavés se encuentra pendientes de las pruebas médicas a las que se sometió ayer su plantilla tras anunciar el sábado que dos técnicos estaban afectados por el coronavirus. De confirmarse algún caso entre los jugadores -entre hoy y mañana deberían conocerse los resultados de las pruebas-, deberían someterse también de manera obligatoria a una cuarentena.

Si la temporada no se puede retomar de manera inmediata, el calendario ofrece muy pocas alternativas. La suspensión de la Eurocopa que arranca en junio sería la única viable para acabar las competiciones nacionales y continentales más allá del mes de mayo, pero reubicar el próximo año el torneo europeo de selecciones no es sencillo porque la UEFA -hoy se espera una reunión decisiva en este sentido- chocaría con los planes de la FIFA para el próximo verano, con la puesta en marcha de su Mundial de Clubes. Además, al menos sobre el papel, los clubes tendrían que terminar sus torneos antes del 30 de junio, cuando concluyen los contratos de sus jugadores, y se tendría que determinar también un retraso en el arranque del siguiente curso.

Vista la situación actual, con las cifras de infectados todavía en fase ascendente y la certeza de que no se ha alcanzado todavía la peor fase de toda esta crisis, en casi todos los estamentos se trabaja ya con la posibilidad de tener que cancelar por completo las temporadas. Y es aquí donde se abren escenarios de todo tipo en el fútbol español, con LaLiga y la Federación teniendo que tomar decisiones finales sobre la clasificación y el presidente de esta última, Luis Rubiales, como última instancia para determinar la resolución de la temporada en caso de desacuerdo, tal y como se recoge en el convenio de coordinación firmado por ambos organismos en julio de 2019.

"Las propuestas sobre el desarrollo de la competición, clasificación final y determinación de los clubes vencedores corresponden a LaLiga que necesitará el previo acuerdo de la RFEF para llevarlas a cabo. A tal efecto, se creará una comisión, formada por el secretario general de la Federación y la persona que designe LaLiga y sus respectivos jefes de competiciones, al objeto de analizar los cambios reglamentarios necesarios a fin de que esta comisión sea competente para todo lo que sea referente a eventualidades deportivas durante la competición. En caso de desacuerdo será el presidente de la Federación, u órgano en el que este delegue, el que decidirá finalmente", detalla el convenio.

Dejando al margen la opción de que se retome la competición con normalidad, la primera alternativa que se maneja es dejar desierta la temporada, sin campeón y también sin que se ejecutasen ascensos y descensos, con lo que quedarían por asignar las plazas europeas.

Si se apuesta por tener en cuenta resultados, se podría finiquitar la temporada con la clasificación actual tras la vigésima séptima jornada -tiene el inconveniente principal de que no se habrían enfrentado todos los equipos entre sí- o al cierre de la primera vuelta.

En ambos casos sería campeón el Barcelona y descenderían Leganés, Espanyol y Mallorca, pero las clasificaciones para Europa cambiarían significativamente y también el ascenso desde Segunda División, donde, además, la tercera plaza debe dictaminarse en un play off y no directamente con la clasificación.

Estas son las opciones principales que se barajan en España, pero en Europa se contemplan también otras alternativas. En Alemania, por ejemplo, se plantea la anulación de los descensos, pero al mismo tiempo se contempla el ascenso de cuatro equipos para manejar la próxima temporada una competición con veintidós clubes. En Italia, por su parte, se está valorando resolver el título y el descenso mediante un play off. En Inglaterra, una de las pocas dudas existentes es que el Liverpool será el campeón.

Para intentar consensuar un criterio único en la toma de decisiones a la hora de resolver las temporadas si la competición no se puede retomar en unas fechas lógicas, la UEFA ha convocado hoy a una reunión telemática a las 55 federaciones que la componen y a las diferentes ligas para buscar una solución común. La prioridad es poder terminar todos los torneos por el enorme quebranto económico que supondría no hacerlo, pero se pretende marcar una pauta de actuación idéntica a todas las ligas en el caso de que se tenga que suspender el curso.

El club conocerá en las próximas horas el resultado de las pruebas a su plantilla para determinar su hay más contagios por coronavirus