Vitoria - El Leganés y el Alavés abrirán la nueva temporada en LaLiga Santander con el liderato momentáneo en juego, un premio sin valor real pero sí simbólico teniendo en cuenta que ambos equipos se encontraban en Segunda División B hace algo más de cuatro años. Poco tiempo ha pasado desde aquello, pero mucho ha cambiado la realidad de ambos clubes. Siguiendo siempre sendas relativamente parejas, los dos han alcanzado el escalón más alto del fútbol español cruzando sus destinos en repetidas ocasiones y en diferentes contextos.

Dio el primer paso adelante el Alavés, que quedó campeón de su grupo en la 2012-2013 y selló posteriormente el ascenso a la categoría de plata en una eliminatoria de promoción. A las rondas decisivas accedieron también los madrileños, pero sus esperanzas se esfumaron. Llegó entonces al banco Asier Garitano para capitanear un nuevo proyecto.

Mientras la tropa albiazul aprovechaba el año de su retorno a Segunda para asentarse en esa división, los pepineros lograban seguirles la estela y volver al fútbol de plata tras diez años ausentes del mismo. Aquello, ya de por sí, parecía un gran logro a juzgar por lo que había costado.

Curiosamente ese primer duelo oficial tras subir tendría como rival al Alavés en casa. La cita acabó con empate a uno mientras que el choque disputado en Mendi meses después se saldó con triunfo albiazul por 2-0. Al final de curso, unos y otros acabarían en la zona media de la tabla con solo tres puntos de diferencia en favor del Leganés.

Distinto sería lo que ocurriría la siguiente temporada, con Garitano aún entrenando al Leganés y Bordalás al frente del Alavés. Viejos conocidos tras haber trabajado juntos con anterioridad, llevaron a los suyos a cotas insospechadas.

Su enfrentamiento inicial, con motivo de la sexta jornada liguera, se saldó con empate a cero en tierras vascas. En Butarque, sin embargo, se vivieron dos citas que los aficionados del anfitrión recuerdan como pequeños hitos en la historia moderna de la entidad. Una llegó en la Copa del Rey. Afrontaban los contendientes una eliminatoria a cruce único con el premio no solo de pasar de ronda sino también de enfrentarse a un conjunto de Primera en la siguiente. La victoria por 3-1 supuso una gran alegría para los madrileños.

tercer choque en la élite Pese a ello esta fue aún mayor meses después, cuando el Alavés aterrizó como visitante con el liderato en juego. Tras noventa minutos de gran intensidad, los leganenses acabarían aupándose a lo más alto de la tabla al vencer 2-0.

No consiguieron resistir ahí hasta la conclusión de la 2015-2016, ya que ese privilegio recaería en los babazorros. Pero los dos equipos blanquiazules acabarían subiendo de la mano a Primera División.

Fue así como alcanzaron su punto más alto el año pasado. En su primer encuentro entre los grandes empataron a dos. También en tablas, pero a uno, acabó el partido de la segunda vuelta. Eso sí, el resultado en esta ocasión fue lo de menos, ya que la relevancia se la llevó el ambiente festivo que reinó en la grada del Leganés tras haber firmado la plantilla la salvación solo una jornada antes.

Ahora los bombos, caprichosos, han querido que uno de los dos pueda disfrutar al menos por unas horas de comandar la clasificación en LaLiga. Será la continuación del amistoso disputado hace días con motivo del trofeo Villa de Leganés, conquistado por los locales en los penaltis. Un episodio más de dos vidas que parecen paralelas. El del viernes será su tercer duelo en la élite.