Vitoria - La Primera División presenta en su sistema de competición unas peculiaridades de las que el Deportivo Alavés se había olvidado en su tránsito por las categorías de plata y bronce del fútbol estatal durante los diez últimos años. Una de ellas, la referida a los puntuales y periódicos parones en la disputa de partidos que viene marcada por la celebración de los partidos internacionales de selecciones y que, por extraño que parezca, no se aplica de momento en el resto de divisiones del fútbol profesional, con especial incidencia en Segunda, donde juegan un buen número de futbolistas internacionales. Estos periódicos parones permiten un sistema de evaluación constante y también ir marcando objetivos a muy corto plazo. Así, El Glorioso ha superado con buena nota los dos primeros cortes -dos puntos en el inicial de dos partidos y siete en el segundo, con cinco encuentros- y ahora, tras el segundo descanso, afronta un cuarto intervalo que le llevará hasta el 5 de noviembre con cuatro nuevos encuentros en el exiguo margen de 20 días en los que el objetivo pasa por afianzar sus buenas sensaciones.
En el seno albiazul causaba algo más que inquietud un arranque de curso marcado por el poco tiempo dispuesto para ensamblar el nuevo proyecto y la dureza del calendario, sobre todo a domicilio. Precisamente, los cuatro puntos sumados en las visitas al Atlético de Madrid y al Barcelona son los que permiten respirar a los alavesistas con tranquilidad en la duodécima plaza, ya que solo con los cinco puntos que se han cosechado en Mendizorroza se estaría en situación de compromiso.
Con más de dos meses de curso ya recorridos, las sensaciones y los registros invitan al optimismo. Pero ese bagaje toca refrendarlo ahora en un nuevo tramo de cuatro partidos en el que se perfilan un par de duelos directos con equipos llamados a pelear por la permanencia, un derbi incierto en Donostia y la visita del Real Madrid a Vitoria, que será la primera aparición de un grande en Mendizorroza.
Esta serie de cuatro encuentros encadenados antes del tercer parón se inicia este domingo contra el Málaga. Como ocurrió con anterioridad con Sporting, Deportivo y Granada, llega a Vitoria un equipo llamado a estar en la pelea por la permanencia. Por mucho que las ínfulas en la capital de la Costa del Sol hablasen de regresar a Europa en el arranque del curso, la realidad sitúa a los de Juande Ramos en la zona media-baja (decimocuartos, con ocho puntos tras dos victorias, dos empates y tres derrotas). Y eso gracias a que en su último encuentro consiguieron remontar (2-1) ante un Athletic que estuvo con diez jugadores durante casi una hora tras la expulsión de Balenziaga, ya que de lo contrario los andaluces estarían ocupando zona de descenso. Como ocurriera en sus tres apariciones precedentes como local, el equipo de Pellegrino tiene la obligación de sumar ante un rival directo.
dos derbis a domicilio El sábado 22 de octubre llegará para el Alavés el primer derbi vasco de la temporada con la visita a una Real Sociedad que, hasta la fecha, se ha mostrado como un equipo extremadamente irregular. Los de Eusebio, que también iniciaron el curso con el objetivo de regresar a Europa, tan pronto enamoran como desesperan y son novenos con diez puntos en su casillero (tres victorias, un empate y tres derrotas), solo uno más que los vitorianos. Los donostiarras llegarán a este derbi tras tres partidos consecutivos sin perder en Anoeta, mientras que El Glorioso afrontará otra salida difícil en la que tratará de enseñar de nuevo los dientes como hizo en las realizadas al Vicente Calderón, Camp Nou, Mestalla o Sánchez Pizjuán.
La sucesión de duelos con rivales directos en casa y desplazamientos a campos de equipos llamados a estar arriba se romperá con la visita del Real Madrid a Mendizorroza el próximo 29 de octubre. Será el primer grande que aterrice en Vitoria y cambiará la dinámica de la obligación en casa marcada hasta esa fecha. Todo lo que sea sumar ante el equipo de Zinedine Zidane resultará positivo, pero también habrá que haber amasado antes puntos para evitar que un posible tropiezo en casa se pague caro.
Este serial de cuatro partidos antes de un nuevo parón de la competición se cerrará el 5 de noviembre en El Sadar con el segundo derbi vasco para el Alavés, en este caso ante Osasuna. El que fuera compañero, junto al Leganés, en el ascenso del pasado verano también lo es en la pelea por la permanencia. Eso sí, los navarros están muy lejos del excepcional arranque de vitorianos y madrileños y se han visto condenados a sufrir desde el principio. Penúltimos con tres puntos y sin conocer aún la victoria (tres empates y cuatro derrotas), los de Martín Monreal saben que tienen que agarrarse como sea a sus partidos en casa para no seguir descolgándose. Para El Glorioso, la oportunidad de buscar un golpe de mano será evidente.
Cuatro partidos encadenados en apenas veinte días darán paso al tercer parón. La competición liguera, en su duodécima jornada, se retomará el 20 de noviembre antes de que se eche la persiana con el parón navideño el 18 de diciembre. Cinco encuentros se disputarán entre esas dos fechas y, ya en enero, se cerrará la primera vuelta con otros tres partidos más.