Vitoria ? Desde el pasado 1o de noviembre han transcurrido tres meses y doce jornadas ligueras. Tras la derrota en un desastroso partido en Valdebebas caía el Deportivo Alavés en zona de descenso por segunda vez ?la primera había sido tras la quinta jornada, pero entonces transitoria? y desde entonces no había conseguido evadirse de esa sensación de ahogo que provoca tener el agua por encima de las vías respiratorias. Hasta ayer, cuando definitivamente se confirmaba justo antes de comer con la derrota del Hércules que el equipo vitoriano abandonaba esa zona caliente marcada en color rojo para descansar durante una semana entera en los puestos que están en negro. El sensacional arranque de segunda vuelta, con ocho puntos de doce posibles y sin perder en ninguno de los cuatro partidos disputados, ha permitido superar la primera crisis grave del curso, la que se llevó por delante a Natxo González y generó cierta inquietud tras no conseguir una reacción rápida ya de la mano de Juan Carlos Mandiá. Pero con el gallego el rendimiento desde el arranque del año, sobre todo a domicilio, se ha elevado a la enésima potencia y esa efectividad en los desplazamientos ha propiciado una reacción temprana que hace augurar un futuro un poco más tranquilo, aunque en todo caso lo que no se puede hacer ahora es lanzar las campanas al vuelo y obviar que queda mucho sufrimiento por delante.
Los ocho puntos que suma El Glorioso en el arranque de la segunda vuelta le sitúan como uno de los equipos más solventes de la Liga Adelante en este período ?solo le superan Lugo y Eibar, con diez puntos? y también le colocan en uno de sus mejores momentos de la temporada. Solo la racha de tres victorias en cuatro partidos entre las jornadas sexta y novena mejoran la renta actual, ya que entonces se sumaron nueve puntos por los ocho actuales, aunque como contrapartida ahora se vive la mejor serie de partidos sin perder con cuatro consecutivos puntuando. Estirando un poco más los registros, hasta el inicio del nuevo año, los datos son esplendorosos con el único y grave punto negro de la derrota enMendizorroza ante elJaén, donde al menos debía haberse asegurado un punto que parecía atado y que hubiese sido muy importante.
Este encadenado ha permitido al equipo de Mandiá ir escalando progresivamente posiciones para abandonar los puestos de descenso después de doce jornadas consecutivas de permanencia en los mismos. Ha sabido sufrir en los peores momentos en conjunto vitoriano, que por momentos parecía hundido en muchos aspectos y que ha reaccionado gracias sobre todo a sus tres victorias consecutivas a domicilio. Y si en Soria y, sobre todo,Las Palmas la fortuna fue gran aliada, en Sabadell la exhibición fue memorable. Y tanto en estos compromisos como en los jugados en el estadio del Paseo de Cervantes se ha producido una notable mejoría en el rendimiento defensivo, ya que más allá de las acciones a balón parado y algunos despistes de enorme gravedad, el equipo se ha mostrado bastante sólido y ha podido recuperar esa excelencia ofensiva que por momentos parecía haberle abandonado.Tras sumar 22 puntos en la primera vuelta, en la segunda el objetivo es llegar a los 28 y con los ya sumados se ha allanado mucho el camino. No en vano, en la primera vuelta a estas alturas el equipo solo había sumado tres puntos ?los mismos que después de perder enMurcia? y actualmente se va hasta los ocho con la opción de mejorar aún más el registro y poner los cimientos para no regresar al descenso.