Vitoria. Jornada de relativa calma la que vivió ayer el director deportivo del Alavés, Dani Barroso. El responsable técnico del club alcanzaba la siempre crítica fecha del 31 de agosto, la del cierre del mercado estival, con los deberes hechos y en nada varió ayer la decisión de apostar por una plantilla con veintiún fichas, dejando de esta manera una última libre con vistas a comprobar el rendimiento del equipo durante los primeros meses de competición y encarar con libertad de movimientos el mercado invernal.

La decisión de dejar una ficha libre, concretamente para un jugador de menos de 23 años, se había tomado hacía tiempo y nada cambió en un último día de mercado en el que muchos fueron los clubes que apuraron hasta el último segundo para intentar hallar la piezas, o las piezas en algunos casos, que completasen sus proyectos. No fue el caso de un Alavés que estuvo tranquilo, ya que las puertas de las oficinas del Paseo de Cervantes no hubieron de abrirse para dar nuevas bienvenidas o para realizar alguna despedida.

Era esta última casi la única posibilidad de que algo se moviese ayer en el Alavés. Jugadores de calidad hay muchos en la plantilla, pero el club ha dejado claro a lo largo de todo el verano que no quería desprenderse de activos deportivos a coste cero. Contactos y proposiciones han existido, pero el club albiazul ha hecho valer los contratos de sus futbolistas para no perder potencial a cambio de un exiguo rendimiento económico.

Aunque a efectos federativos el Alavés ha cubierto veintiún fichas, lo cierto es que cuenta con el caso excepcional de Alex Vallejo. El canterano sigue perteneciendo al filial para poder jugar en Tercera División, donde actuará regularmente, pero las puertas del primer equipo las tiene abiertas, como quedó demostrado en el arranque de la temporada en Pamplona.