Este lunes 17 de julio comienzan las obras de reforma del edificio de la Kultur Etxea de Artziniega que, como ya adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado junio, van a ocasionar numerosos cambios viarios y de reubicación de servicios, durante al menos los doce meses en los que esta prevista su duración.
En concreto, la intervención va a afectar en muchos momentos la circulación de vehículos por Goienkale. Además, “se eliminará el aparcamiento situado frente a dicho edificio, tampoco se podrá aparcar frente a la parroquia y se eliminará el tránsito de personas por el cantón entre Goienkale y Artekale”, ha enumerado el alcalde, Joseba Vivanco que, no obstante, ha asegurado que estos cambios “se irán produciendo de manera paulatina de aquí en adelante”.
El edificio se reformará sobre todo en su interior, pero también se va a renovar toda la cubierta, por lo que supondrá numerosos cambios de espacios para el desarrollo de las diferentes actividades y servicios que, hasta ahora albergaba, tales como la biblioteca, el centro de día o cursillos, entre otros.
“Se trata de una importante actuación municipal con la que no va a ser nada sencillo dar respuesta provisional a todas las necesidades de locales y que, como vemos, se alargará en el tiempo, pero a futuro ofrecerá a Artziniega un espacio nuevo y renovado para el desarrollo de numerosas actividades sociales y culturales, por lo que confiamos que las molestias ocasionadas serán compensadas con la mejora ostensible de los equipamientos del municipio”, ha matizado el regidor, que solicita “comprensión y paciencia” tanto a quienes se verán afectados por las propias obras como por quienes tengan que amoldarse a otros espacios alternativos para el desarrollo de cursillos o talleres.
Traslados
El traslado de la biblioteca municipal, de hecho, dio comienzo el pasado miércoles. La práctica totalidad de los fondos bibliográficos se han almacenado en un local alquilado por el Ayuntamiento y se facilitarán a demanda de las personas usuarias, en el punto de atención al público que se ha habilitado en la planta baja del ayuntamiento viejo de Goikoplaza, donde mantendrá el mismo horario de apertura.
La medida también engloba al KZ Gunea que, junto a la sala de lectura, retornará al mismo espacio de la casa de cultura una vez finalizada su reforma.
El que no retornará al inmueble es el Centro Rural de Atención Diurna (CRAD) que, de forma temporal, ocupará el espacio del antiguo Bar Iturrialde “donde dispondrá de mejores accesos y luminosidad, aunque sus seis usuarios y dos trabajadoras van a tener que prescindir de la cocina, que se traerá de catering o similar, durante varios meses”, adelanta el alcalde.
Cuánto tiempo exactamente durará esta situación tampoco está muy claro, ya que están a expensas de la resolución del Plan Foral de Obras y Servicios de 2024-25, al que han solicitado ayuda para la creación de un nuevo CRAD, “mediante un sistema de módulos prefabricados, no un edificio de nueva construcción” en Geltoki Plaza.
Con todo, “queremos tener listo el proyecto para sacarlo a licitación en cuanto Diputación nos comunique a cuánto asciende la ayuda, y así acelerar el proceso para trasladar el CRAD a una sede definitiva y adecuada, donde nos gustaría que a futuro se reubique también el centro de salud”, matiza.
De hecho, el pasado enero aprobaron una moción por la que instaban a Osakidetza a tomar en consideración, a medio plazo, un cambio de ubicación del ambulatorio de Goikoplaza a un emplazamiento más acorde, con una mejor prestación del servicio, accesibilidad y plazas de aparcamiento, “aunque todavía no nos han respondido”, subraya el alcalde. Por el momento, en el pleno del pasado jueves se modificó de forma provisional el contrato con las empresa Eskutik para la prestación del servicio de atención del CRAD.
1,6 millones
El proyecto de reforma de la casa de cultura de Artziniega –ubicada en las inmediaciones de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, en pleno casco histórico– fue adjudicado a la empresa Intxausti por cerca de 1,6 millones de euros, de los que no tendrá que salir ni un euro de las arcas municipales, “pues contamos con ayudas del Plan Foral, del programa Leader, de los fondos europeos y hasta de Berpiztu del Gobierno Vasco, que prácticamente cubren el coste, siempre y cuando cumplamos los plazos que estas subvenciones requieren, con fin de obra máximo en septiembre de 2024”, resume el alcalde.
La intervención asentará la estructura del edificio, se mejorará la accesibilidad, se ampliará su capacidad y se redistribuirán los espacios de la primera planta y se ganará una segunda. “A la baja retornará la biblioteca, sin ampliaciones porque hace falta sitio para el hueco del ascensor, y el espacio liberado por el CRAD quedara diáfano para diversos usos como reuniones o charlas; mientras que la primera se destinará por entero a aulas de cursillos de manualidades, deportivos o danzas con espacios más amplios; y en el camarote de la segunda planta, actualmente inutilizado, se creará un espacio coworking y un local para ensayos de grupos de música, entre otros como aulas de estudio”, describe el regidor.
También se realizarán importantes actuaciones encaminadas a la mejora de la eficiencia energética del inmueble, mediante una renovación integral de la cubierta y del sistema de calefacción.