Las Bodegas Mitarte de Labastida, arrancan su agenda de eventos en la winetruck inaugurada en verano de 2022 en sus jardines. Se trata de un espacio informal que tiene como objetivo difundir la excelencia de los vinos de pequeños productores como ellos que quedan fuera de los circuitos más comerciales, principales ferias y publicaciones especializadas. Con una dilatada tradición familiar arraigada en la producción de vinos de pueblo de transmisión oral y familiar, las nuevas generaciones de Bodegas Mitarte diseñan experiencias informales para poner su pueblo y trabajo en el mapa y ocio de quienes viven y veranean en uno de los pueblos de referencia de la zona.
En el entorno de los jardines de la bodega, e inspirados en la figura de las winetruck europeas, se llevará a cabo la agenda de eventos exclusivos con la que se pretende, en una segunda temporada, acercar el vino a las generaciones más jóvenes y recelosas. “La gente no tiene miedo de pedir, probar u opinar cuando pide una cerveza. Queremos conseguir lo mismo con el vino; los gurús han hecho mucho daño al sector en su nombre. No hay un criterio correcto ni un protocolo a la hora de disfrutar de un vino”, comenta Ignacio Gil, enólogo en Bodegas Mitarte.
La agenda de eventos arranca el viernes 7 de julio con la Fiesta Blanca, que evoca el espíritu ibicenco en pleno corazón de Rioja Alavesa. Los invitados tendrán la oportunidad de degustar los vinos de estos pequeños elaboradores mientras disfrutan de la puesta de sol en un entorno mágico. La música será la guinda para rematar una experiencia inolvidable.
A raíz del éxito en su primera temporada, Bodegas Mitarte continuará con las famosas Fiestas Pinchavinos, donde los clientes tienen la oportunidad de seleccionar la música que animará la velada cuando eligen la botella que desean catar. Estas fiestas ofrecen una plataforma, excusa y entorno perfecto para descubrir y disfrutar de sus vinos en un ambiente informal y festivo. Para los amantes de la música y la nostalgia vuelve La fiesta de los 80, donde se revivirán los mejores éxitos musicales de estas décadas. Con una copa de vino en la mano, los asistentes podrán disfrutar de una noche llena de recuerdos y emociones.
Y para aquellos que deseen explorar la combinación perfecta entre el vino y la gastronomía, Bodegas Mitarte ofrece una “cata croquetera” y una “cata patatera” en la que los vinos más representativos de la bodega serán maridados con una selección exquisita de croquetas y patatas fritas gourmet de diversas variedades.
“Después de muchos años trabajando las fórmulas más convencionales: catas en la bodega, visitas a los viñedos... pensamos que si queríamos llegar a la gente más joven teníamos que cambiar el chip y hacerles perder el miedo. Tenemos la firme convicción de que la única diferencia entre un gurú y tú es que el primero bebe mucho y opina sin miedo. Nadie se estresa a la hora de pedir la comida en un restaurante, o cuando se pregunta su opinión sobre el postre. Algo hemos estado haciendo muy mal en el mundo del vino” comenta Ignacio Gil.