Sin ser un problema excepcional, exclusivo de Álava o de difícil solución, el desabastecimiento de determinados fármacos ha marcado el día a día de las farmacias del territorio durante los meses recientes.

La irrupción del coronavirus supuso hace ya casi tres años un punto de inflexión en este ámbito y, de forma mucho más reciente, ha habido dificultades con familias concretas de medicamentos por el regreso de las patologías respiratorias tras la desaparición casi total de las mascarillas.

Sin embargo, lo peor parece haber pasado ya en las boticas del territorio, que sin haber dejado atrás las incidencias de este tipo hablan a día de hoy de una situación de “normalidad”.

Situación "bastante controlada"

Así lo certifican en declaraciones a este periódico portavoces del Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Álava, quienes aseguran que en la actualidad “no hay problemas de desabastecimiento” de fármacos en las boticas de la provincia.

Remarcan, de hecho, que “la situación está bastante controlada”.

Sigue habiendo “casos puntuales” de desabastecimiento, pero los medicamentos se reponen “rápidamente” y, además –recuerdan los mismos medios–, la mayoría tiene una o varias posibilidades de sustitución por presentaciones similares.

664 referencias con problemas

A día de hoy, ascienden a 664 las referencias que tienen problemas de abastecimiento en las farmacias, según los últimos datos hechos públicos por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos del Estado.

Pueden parecer muchas, pero esta cifra se refiere a las diferentes maneras en que puede dispensarse y comercializarse cada uno de los fármacos.

Es decir, que un solo medicamento puede presentarse en múltiples formas como las cápsulas, los comprimidos y los envases y cada una de ella puede tener, por ejemplo, distintos números de unidades o de dosis.

Una mujer adquiere medicación en la farmacia puente de Gasteiz. Josu Chavarri Erralde

Entre los fármacos con faltas de suministro más comunicadas en las jornadas recientes se encuentran, según la agrupación de colegios estatal, el Efferalgan, indicado para el dolor y la fiebre y cuyo principal principio activo es el paracetamol, el antiepiléptico Depakine Crono, el antialérgico Stopcold, el Condrosan –para tratar los síntomas de la artrosis– y el Mastical D, un fármaco que aporta calcio y vitamina D.

Por grupo terapéutico, el 24,7% de los medicamentos que más escasean en los almacenes de las boticas están indicados para el sistema respiratorio, fruto del citado repunte de patologías como la gripe, la bronquiolitis o incluso el covid, en este último caso más a nivel internacional.

El Colegio de Farmacéuticos de Álava asegura que la situación está a día de hoy "bastante controlada"

Entre ellos se encuentra, por ejemplo, la amoxicilina, que se emplea para el tratamiento de un amplio espectro de infecciones bacterianas y enfermedades provocadas por estas, como la neumonía o la bronquitis.

Este antibiótico tiene un protagonismo destacado en el catálogo actual de fármacos con problemas de abastacimiento.

De hecho, hasta 25 preparaciones distintas de la amoxicilina aparecen en el listado, varias de las cuales no tienen fecha prevista de restablecimiento.

A los fármacos indicados para tratar las patologías respiratorias siguen en el listado de carencias los empleados para tratar los problemas en el tracto alimentario y el metabolismo, así como los indicados contra las enfermedades que afectan a los sistemas musculoesquelético y nervioso.

25 preparaciones distintas de la amoxicilina, que se emplea para tratar infecciones bacterianas, tienen problemas de suministro

Hay medicamentos que escasean incluso desde el año 2016 y están restringidos exclusivamente al uso hospitalario y solo para aquellos pacientes que no disponen de otra alternativa terapéutica –como el antibiótico Azactam–.

Y también, los que se han incorporado al listado hace apenas cinco días, como el Sumial, que está indicado para el tratamiento de la presión arterial elevada.

Con todo, en la mayoría de las ocasiones los profesionales cuentan con alternativas para sustituir los fármacos que les pueden faltar por otros que cuentan con la misma composición farmacológica, por lo que prácticamente solo es necesario ajustar las dosis que prescriben.

De Cismed a Farmahelp

Las farmacias, además, disponen de dos herramientas para dar cuenta de los problemas de desabastecimiento que puedan sufrir y encontrar soluciones lo antes posible.

La primera responde al nombre de Cismed, una red en la que diariamente vuelcan las dificultades de suministro para que la dirección Farmacia y la Agencia estatal del Medicamento sepan a tiempo real qué mercados están tensionados.

La segunda es Farmahelp, una plataforma tecnológica también al servicio de las boticas donde estas pueden realizar solicitudes de medicamentos que no tengan en stock a farmacias cercanas.

Los establecimientos afectados lanzan una solicitud a las farmacias que están en su radio de acción y, cuando reciben una respuesta positiva, informan a sus pacientes de las boticas que pueden dispensarles de su fármaco.