El diputado general alavés, Ramiro González, ha lamentado que durante el juicio por abusos a menores en el territorio, dos de ellos tutelados por la institución foral, la atención mediática se haya centrado en la eventual responsabilidad de la Diputación en lo sucedido.

“La prolija investigación durante seis años determinó que la actuación de la Diputación Foral de Álava no era acreedora de ninguna responsabilidad, más bien al contrario. Respetamos las cosas que se han dicho, pero esta es la realidad”, ha añadido González, que ha tenido la sensación “de que no se ponía el foco en los abusadores, y me ha dolido -ha dicho–, porque este es un caso de abuso de menores”.

“La prolija investigación durante seis años determinó que la actuación de la Diputación Foral de Álava no era acreedora de ninguna responsabilidad"

Ramiro González - Diputado general de Álava

El mandatario foral ha explicado que la institución “denunció desde el minuto cero lo que ocurrió, realizó una ampliación de la denuncia ante la Ertzaintza poco después de la denuncia de la madre de la primera víctima, hizo un seguimiento de la situación y abordó numerosas mejoras de protocolos en el conjunto del Área del Menor y la Familia”.

Protocolos internos

Así, ha explicado, desde abril de 2016 se realizó un abordaje terapéutico, psicológico o sanitario en torno a los menores, se cambió la entidad que gestionaba el centro, se revisaron los protocolos internos, de uso de ordenadores o de comunicación interna de los centros, se redujeron las plazas del centro, se trasladó a los menores a una nueva ubicación para evitar su estigmatización, se llevaron a cabo actuaciones de mejora, como un estudio de la situación de los centros por parte de la Universidad de Oviedo, se mejoró la coordinación con la Fiscalía de Menores, se estableció un nuevo protocolo para ausencias no autorizadas, se introdujo una nueva plataforma de comunicación entre los centros y el área y se creó un nuevo centro especializado para menores con graves problemas conductuales.

González ha concluido señalando que “una vez finalizado el juicio y después de observar su desarrollo, aquí hay unas víctimas, dos tuteladas por la Diputación Foral de Álava, otras dos que estuvieron en algún momento bajo su guarda y otras dos que no tenían relación con la Diputación, y todas merecen el mismo respeto y todas son víctimas”.