A principios del mes de mayo, una pequeña representación de la cooperativa se trasladó a la República Democrática del Congo para evaluar in situ la evolución del proyecto Nutrikongo promovido por la ONG Alboan, en colaboración con Udapa y Paturpat. Este proyecto, además de darle un valor añadido al sésamo, tiene como objetivo aumentar los ingresos y la calidad de vida de los cooperativistas de la zona de Kisantu, promoviendo asimismo una visión de equidad de género.
De esta iniciativa da amplia información el boletín informativo de la cooperativa alavesa, correspondiente a este verano, en el que se cuenta que el proyecto Nutrikongo fue creado en el año 2018 para elaborar productos a partir de las materias primas obtenidas en las cooperativas del lugar, y actualmente, además de vender harina de maíz, principalmente se dedica a la elaboración y venta de galletas de sésamo.
La implicación de Udapa y de Paturpat surgió desde el compromiso solidario que genera una cooperativa y tras analizar que en ese país la malnutrición es el primer factor de riesgo de muerte y discapacidad y estas galletas resultan muy atractivas para el público debido a su gran valor nutricional. El sésamo es un cultivo muy extendido en el país que posee una cantidad elevada de proteínas (20% de su peso), grasas poliinsaturadas, y vitaminas y minerales (fósforo, calcio, hierro, magnesio, manganeso, cobre, zinc, vitaminas del complejo B y E). A estos conceptos, tan positivos para la salud, se unen otros, como son la aceptabilidad entre la población y que las galletas, como se aprecia en la imagen tienen un formato muy conveniente debido a su facilidad de transporte y conservación, ya que pesan poco y no precisan refrigeración.
En el transcurso del viaje realizado en mayo, los representantes de Alboan y de la cooperativa llevaron a cabo un diagnóstico de la situación actual de la fábrica de Nutrikongo respecto a las buenas prácticas de higiene y manufactura, teniendo en cuenta la legislación aplicable en la República Democrática del Congo. Una vez hecho el diagnóstico, el trabajo se dividió en dos partes: por un lado, se desarrolló un plan de gestión de inocuidad y calidad; y por el otro, se buscó la capacitación del personal que participa en el proyecto. Para esto último se diseñaron y realizaron siete formaciones adaptadas al contexto, siendo evaluadas posteriormente y aportando diversos documentos al alcance de la dirección y del personal administrativo para hacer el seguimiento a largo plazo de los cambios establecidos.
También se evaluaron otros aspectos de la gestión de Nutrikongo, detectándose diferentes desviaciones a mejorar. A pesar de no poder ignorar el complicado contexto actual del país, el potencial de Nutrikongo sigue siendo enorme y las oportunidades de mejora en procesos internos, en la capacitación del personal y del desarrollo de competencias administrativas y directivas son elevadas.
El boletín informativo de la cooperativa alavesa destaca también que este año se han sumado al proyecto dos estudiantes del máster de Calidad y Seguridad Alimentaria de la Universidad del País Vasco, los cuales han realizado una estancia de dos meses en la unidad de comercialización de productos de las cooperativas. Por ello, desde Udapa se hace una especial mención a Marina Ozalla y Jensie Castillo, por su implicación y magnífica aportación al proyecto.