La localidad de Antoñana acogió la presentación, a cargo de su autor e historiador Ángel Alda Elorza, tras dos años de espera a causa de la pandemia, con el que se quería celebrar la Semana Cultural conmemorativa del 80° aniversario (1940-2020) de la Ruta de los Asfaltos San Román de Campezo-Antoñana y Ferrocarril Vasco-Navarro.
El acto, según destacó el presidente de la Junta Administrativa, Esteban García Campijo, resultó muy emotivo debido a la asistencia de antiguos exempleados y familiares y porque lo que se pretendía con la publicación es divulgar y conservar la historia de los antepasados y la importancia industrial que tuvo en la comarca.
Además de la presentación, al finalizar se entregó una muestra de la roca asfáltica extraída de la mina con unos 70 años de antigüedad y se ofreció un lunch para todos los asistentes que sirvió de coloquio con anécdotas vividas en tiempos pasado.
La memoria documentada
Se cuenta en el prólogo que en el año 1916 los emprendedores Félix Gorospe Ayerbe y Eugenio Aseguinolaza Azurmendi iniciaron las primeras pruebas para la extracción de roca asfáltica en las minas de San Román de Campezo y para ello crearon la Empresa Asfaltos de San Román de Campezo. La vinculación de San Román con Campezo deriva de su pertenencia a la Hermandad de Campezo, junto con Antoñana, Santa Cruz, Orbiso, Oteo y Sabando. En un mapa del año 1766 aparece con esa denominación de San Román de Campezo.
San Román de Campezo tenía las minas, pero estaba en los altos de Izkiz, en pleno bosque de hayas y robles y era inaccesible en invierno. Por eso buscaron soluciones alternativas para el transporte y proyectaron un tranvía aéreo que resultó demasiado costoso y no se llegó a ejecutar. Construyeron el almacén de Santa Cristina, pero no hay constancia de si realmente llegaron a extraer roca asfáltica y transportarla a ese almacén. Lo cierto es que dieron por finalizada la empresa Asfaltos Naturales de San Román de Campezo en 1930.
En el año 1940 retomaron el proyecto de explotar las minas e instalaron la fábrica de asfalto en Antoñana porque estaba en el valle, tenía buenas comunicaciones de carretera y de ferrocarril, electricidad y el agua del río Ega. Así que construyeron una carretera desde las minas hasta Antoñana. La extracción de la roca asfáltica en San Román de Campezo y su transporte hasta la fábrica de asfaltos de Antoñana empezó en el año 1940, de modo que ahora se cumple el 80º aniversario.
Algunos contenidos de esta historia están en los archivos de los antiguos ayuntamientos de San Román de Campezo y de la Villa de Antoñana.