Fueron pioneros en el territorio, cuatro años antes que Gasteiz, en organizar un mercado medieval y, antes de la llegada de la pandemia, ya habían celebrado 22 ediciones. Sin embargo, las últimas estaban perdiendo el brillo de autenticidad que el involucramiento vecinal siempre le había otorgado, así que este 2022 y con motivo del 750 aniversarios de la Villa, se han propuesto recuperarlo. Se trata del Mercado de Antaño de Artziniega, que ya cuenta con fecha de celebración (17 de septiembre; es decir el sábado siguiente a las fiestas patronales de La Encina) y para el que se ha configurado hasta una comisión organizadora en exclusiva, tras un largo proceso de reflexión, impulsado desde el propio Ayuntamiento, del que ha surgido una idea clara. “Apostamos por un mercado por y para las gentes de Artziniega, y eso solo lo conseguiremos junto a ti, con tu implicación. Queremos que participes, que te vistas, que te contagies de las ganas por recuperar aquel espíritu originario de sentimiento y participación que nos llevó a hacer de Artziniega y nuestro mercado de antaño el mejor de Euskal Herria. Queremos volver a sentirnos orgullosos de nuestro mercado de antaño, pero contigo, no sin ti. De ti depende”, recoge la carta que ha recorrido el municipio, y en el que instan a contactar con el grupo gestor, a través del correo antzinako.artziniega@gmail.com, para cualquier aporte.

De ello ya saben algo los miembros de la asociación etnográfica Artea, que siempre invaden las inmediaciones de la fragua de Pablo Respaldiza con alguno de los tesoros del Museo Etnográfico local; Ginés y su arca de animales; las Madres Agustinas y sus rosquillas y cánticos; los muchos pintores que residen en este pueblo, que ahí siguen dando forma al mural al fresco de los soportales del Ayuntamiento viejo; la cuadrilla del campamento de guerra, con sus juegos y bailes; Antonio González y su despiece del cerdo; Mertxe García y su jardín de infantes; las mujeres de Hiriska y sus bordados; o Valen, Carlos y el maestro artesano Juan Antonio Alaña con la talla y grabado al fuego de cuernos; sin olvidar a Estíbaliz Santisteban y su amatxu Maribi Canibe, artífices de la concienzuda investigación de la que ha surgido la impactante colección de tocados medievales que lucen las chamorras de la villa en el tradicional desfile del mercado de antaño.

Tocados y urna del tiempo

De hecho, para ayudar a sus convecinos a ataviarse conforme a la moda medieval y que puedan invadir las calles del Casco Histórico con sus ropajes el próximo 17 de septiembre, están dirigiendo un taller de elaboración de tocados medievales, que tendrá continuidad este miércoles (13 de julio), en la casa de cultura, a partir de las 17.00 horas.

Otros que también han comenzado a calentar motores, o mejor dicho fogones, para la cita son los hosteleros del pueblo. Y es que seis de ellos se han sumado al concurso Pintxo del 750 aniversario, organizado por el Ayuntamiento, por el que durante los domingos de junio ofrecieron a la clientela creaciones gastronómicas en miniatura elaboradas con ingredientes o productos utilizados básicamente en la Edad Media; es decir, excluyendo obligatoriamente aquellos que fueron exportados desde América a partir de 1492 como patata, tomate, pimiento, maíz, chocolate, café, calabaza, mango, judía, cacahuete o pavo, entre otros.

Tras las votaciones ciudadanas (se han recogido un total de 68 papeletas válidas), el ganador de los 300 euros y la placa que le acredita como tal (sin contar los otros 150 euros que recibirá, mediante los tres vales de 50 euros para consumir en su local que se han sorteado entre los votantes), ha sido la cafetería-restaurante La Encina, seguido a corta distancia por la cafetería Plaza. El premio le fue entregado ayer domingo al mediodía, en la misma jornada que el Museo Etnográfico inauguraba la exposición de figuras de Playmobil Hurrengo geltokia... Artziniega!, que permanecerá a disposición de visitantes de forma gratuita hasta el 28 de agosto.

En definitiva, un no parar de un pueblo orgulloso de cumplir 750 años como Villa, que culminará el 2 de noviembre (puente de Todos los Santos) con comidas populares y actos oficiales, entre los que destaca otro reto: durante el mes de octubre se abrirá el plazo para que todo aquel vecina o vecino de Artziniega que lo desee deposite un pequeño escrito o una fotografía que será custodiada en una “urna del tiempo” que no será abierta hasta el 2 de noviembre de 2072, cincuenta años después, en el 800º aniversario de la Villa de Artziniega.