Es complicado encontrarlas en los grandes titulares pero protagonizan noticias de portada. El listado de especialistas que lideran proyectos al más alto nivel desde los campus, los institutos biosanitarios o las fundaciones científicas de Euskadi incorporan una gran cantidad de mujeres. En concreto, en los proyectos de investigación clínicos vascos hay un 66% de féminas.
Durante siglos, la ciencia ha sido territorio masculino y ha relegado a las mujeres a un segundo plano. Hoy en día, esa tendencia se revierte y ocupan primeros puestos en proyectos de investigación e innovación.
Es el caso de Verónica Tiscar, enfermera y coordinadora de Investigación e Innovación en Biocruces; de Amaia Cipitria, responsable del grupo de Bioingeniería en Regeneración y Cáncer de Biodonostia, o Marian García, directora Científica del Instituto Bioaraba, licenciada en Ciencias Físicas y especialista en radiofísica hospitalaria.
Tres perfiles diferenciados, tres personas ligadas a la investigación tanto del ámbito facultativo como de enfermería, u ocupando puestos de gestión.
Con motivo de la celebración mañana, día 11, del Día Internacional de la Mujer y la Ciencia, alzan la voz para equilibrar la presencia hegemónica que sus colegas varones siguen ostentando. Todas ellas reconocen una evidente brecha de género.
"Cuando hay que hacer aún una discriminación positiva para que haya más mujeres liderando grupos de investigación o en cargos es evidente que existe brecha de género. La buena noticia es que desde las instituciones se es consciente de ello y se está trabajando en conseguir una mayor equidad", indica Verónica Tiscar.
Amaia Cipitria también admite la desigualdad, que no es casualidad, sobre todo en los escalafones superiores. "En el estadio predoctoral hay más mujeres que hombres. Después, se forma una tijera, y ya hay menos posdoc mujeres y a medida que va subiendo en la trayectoria académica, hay un 25% de mujeres y un 75% de hombres.
Más arriba, menos mujeres
Contratada en Ikerbasque, la Fundación Vasca para la Ciencia, Cipitria cuenta que allí hay tres niveles. "En el junior hay un 37% de mujeres, en el nivel medio hay un 30%, y en el senior, un 16%. A medida que uno sube en responsabilidad o en capacidad de decisión, el porcentaje de mujeres baja muchísimo, a pesar de que hay más doctorandas que doctorandos", indica. También admite que "en el rango más joven de edades hay un aumento considerable de mujeres, lo cual es una señal muy positiva".
Marian García Fidalgo declara que el ámbito de la salud está muy feminizado. "Pero eso no pasa en la ciencia en general. En las áreas tecnológicas hay mucha brecha. Cuando tu terreno es la investigación y pasas de ser una investigadora de base a una investigadora titular que llevas grupos, que llegas a catedrático, o a liderar proyectos potentes con responsabilidad, entonces aparece el efecto tijera. A medida que avanzas en puestos de responsabilidad cae en algunas áreas al 30% y en otras, como la Física al 15%".
El reto consiste en acercar a las chicas a los estudios científicos para reducir la brecha en estas materias, haciendo esfuerzos para divulgar, inspirar y promover una mayor participación de las mujeres en las carreras científico-técnicas.
La directora de BioAraba, sin embargo, les anima fervientemente a cursar este tipo de estudios. "Animo a todas las estudiantes porque es un mundo apasionante. Estudiar los seres vivos, la materia, estudiar el universo, entender cómo funciona... buscar respuestas a la desconocido... ¿Qué hay más bonito que investigar para mejorar la salud de las personas?", cuestiona.
Aquí la entrevista completa a Marian García Fidalgo, directora Científica del Instituto Bioaraba
Déficit. El Día Internacional de la Mujer en la Ciencia pretende mostrar referentes femeninos en el ámbito de las carreras STEM, donde la presencia de mujeres apenas alcanza el 19%.
Crece. Hay, sin embargo, un aumento paulatino en la presencia de investigadoras en los últimos años. De hecho, las mujeres alcanzan el 41% del personal, por encima de la media europea (34%).