Cada año, alrededor de 14.000 vascos reciben un diagnóstico demoledor, cáncer. Unos 8.000 hombres y otras 6.000 mujeres se enfrentan al peor diagnóstico y a una enfermedad hasta hace poco maldita. Pero cada vez tiene mejor pronóstico y la supervivencia aumenta de forma significativa, gracias a lo cual un alto porcentaje de enfermos pueden superar sus miedos y dar lecciones de vida.

De hecho, en los últimos 20 años, el Servicio Vasco de Salud observa una disminución significativa del riesgo de muerte en algunos tumores. Y la mortalidad por cáncer en Euskadi ha registrado un significativo descenso en los últimos 20 años, en ambos sexos, aunque mayor en hombres que en mujeres. El Plan Oncológico, que se puso en marcha en julio del 2018, tiene entre sus objetivos seguir elevando los índices de supervivencia, que en Euskadi son del 52% en los hombres y el 60% en mujeres, tasas superiores a las del Estado y también a la media europea.

Según datos facilitados ayer mismo a este periódico por Osakidetza, en el periodo 2001-2020, el descenso en el caso de los hombres fue de un 0,8 % anual en los primeros años, hasta el 2013 (de 438 por 100.00 habitantes en 2001 a 391 en 2013), y de un 2,3 % anual del 2013 al 2020 (hasta llegar al 333 por 100.000 en 2020). En las mujeres el descenso fue de un 0,3% anual a lo largo de todo el periodo (de 177 en 2001 a 155 en 2020).

Según el tipo de tumor, la enfermedad tiene un desenlace distinto, pero todos necesitan de la investigación para que sus pacientes tengan futuro. En el quinquenio 2016-2020, los tumores que más fallecimientos produjeron fueron, en hombres, el de pulmón (24%), colon-recto (12%), próstata (9%), vejiga (6%), hígado (6%) y páncreas (5%). En mujeres, el de colon-recto (13%), mama (13%), pulmón (12%), páncreas (8%) y estómago (5%).

Por ejemplo la tasa de supervivencia estandarizada a los 5 años después del diagnóstico, alcanzó en 2012 en la CAV, el 52,2% en los hombres y el 60% en las mujeres. Una cifra superior a la estimada para Europa, que presentó una supervivencia relativa a 5 años para el total de tumores y en un periodo similar, de 50% en hombres y de 58% en mujeres. Respecto al Estado, la tasa de supervivencia es también inferior.

En hombres, el riesgo de muerte ha disminuido significativamente en los cánceres de cavidad oral y faringe, estómago, páncreas, hígado, y en el cáncer de células plasmáticas. En las mujeres, se observa una disminución notable del riesgo de muerte en el cáncer de pulmón, hígado, mama, útero y riñón.

Los programas de cribado juegan un papel decisivo para llegar a tiempo. Y a pesar de que la pandemia paralizó en un primer momento la detección, y luego obligó a adoptar medidas preventivas como aforos en salas de espera, o limpieza de aparatos, que provocó que el ritmo se ralentizara, posteriormente se fue retomando la actividad. Así, por ejemplo solo entre enero y septiembre de 2021 se realizaron 81.524 mamografías, cifra que se acerca a la registrada en el mismo periodo de 2019, y muy superior a las 50.829 pruebas que se realizaron entre enero y septiembre de 2020.

Según la Sociedad de Oncología, en las últimas décadas ha crecido también el número absoluto de cánceres diagnosticados como consecuencia del envejecimiento de la población, la exposición a factores de riesgo y el aumento de la detección precoz.

La pandemia está dificultando los cribados y por tanto la localización de la enfermedad y ahora el temor es que los retrasos de los diagnósticos, en un 10% según los expertos, haga llegar más tarde la atención a estos pacientes oncológicos. Las asociaciones confirman esta preocupación. Así Patxi Ormazabal, presidente de la AEE contra el Cáncer en Araba, considera que estamos viendo que “alguno llega tarde. Y en la medida en que se retrasan los diagnósticos el tratamiento es peor”.

Desigualdad. El cáncer provoca un gasto al 41% de las familias superior a 10.000 euros, entre costes directos e indirectos, y casi 30.000 personas diagnosticadas tienen una situación de vulnerabilidad que les impide asumir esos gastos, según un informe de la Asociación Española Contra el Cáncer. Las asociaciones vascas denuncian también las “desigualdades que se viven frente al cáncer”. Así, en la CAV, hay 1.239 personas en situación laboral de riesgo con la enfermedad. Además se estima que 2.527 diagnosticados de un tumor cada año viven solas, y 4.272 nuevos diagnósticos lo son en parejas mayores de 65 años, siendo la soledad un problema de gran relevancia, especialmente en estos enfermos.

Un millón de casos sin detectar. Un millón de casos de cáncer no fueron diagnosticados en Europa por la pandemia, que impidió hacer 100 millones de pruebas de detección de una enfermedad que es la segunda causa de muerte en el continente.

Un 25% de los diagnósticos. Europa, con menos del 10% de la población mundial, registra un cuarto de todos los casos globales de cáncer, enfermedad que mata cada año en el continente a 1,3 millones de personas, entre ellas 6.000 niños y jóvenes.

El tabaco. La contaminación del aire y la exposición a sustancias peligrosas en el trabajo están entre los factores de mortalidad, pero la principal causa de riesgo de muerte sigue siendo el consumo de tabaco, ya que provoca entre el 15% y el 20 % de los casos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se espera que más del 70 por ciento de las muertes por cáncer se producirán en 2040 en los países de ingresos bajos y medianos.

Así, lamenta la desigualdad existente en el acceso a los tratamientos en la lucha contra el cáncer, puesto que casi el 70% de África no tiene disponible la radioterapia para sus poblaciones.

1,3

Mientras el covid ha dejado algo más de 1,7 millones de muertos en Europa, la lacra del cáncer acaba con la vida de 1,3 millones de europeos al año pese a que dos de cada cinco casos podrían prevenirse.

4.200

Más de 4.200 pacientes adultos son tratados cada año con protonterapia en Europa. En Euskadi, Osakidetza ha anunciado que instalará un aparato junto al Onkologikoa. Un equipo valorado en 28 millones, donado por la Fundación Amancio Ortega, que permite tratar tumores de manera precisa.

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