- La bodega de Villabuena de Álava Izadi comienza el año sacando al mercado su primer vino de viñedo singular, al que se ha bautizado con el nombre de El Regalo, ya que tiene hasta una historia romántica tras él. Como los vinos que gozan de ese sello singular, las uvas de El Regalo proceden de una parcela antigua, con muy bajo rendimiento, pero con unas producciones de gran calidad que han sido contrastadas por los técnicos del Consejo Regulador, al igual que el proceso de elaboración del vino.
Este viñedo fue plantado en los albores de la Guerra Civil, en 1936, y registrado al finalizar a contienda, en 1940, cuando se permitió la inscripción de los viñedos que no lo pudieron hacer por la situación que vivió el país. Quien lo plantó lo hizo para ofrecérselo como regalo de bodas a su mujer, al considerar que era injusto que solo ella aportara dote al matrimonio, como se estilaba entonces. El gesto se reconoció en la comarca y desde entonces, ese paraje se denominó El Regalo y los descendientes de aquella pareja decidieron rendir homenaje al recuerdo construyendo una pequeña capilla, dedicada a Nuestra Señora de El Regalo. La parcela tiene solo cuatro hectáreas y de ella se obtiene un rendimiento medio de 4.400 kilos de tempranillo, que se deja reposar 20 meses en barrocas nuevas de roble francés, para su crianza.
Otra de las singularidades de Izadi es la elaboración del único vino blanco con seis variedades de uvas autorizadas. Concretamente 65% Viura, 10% Malvasía, 10% Garnacha Blanca, 5% Tempranillo Blanco, 5% Maturana Blanca y 5% Turruntés. Estas uvas proceden de las cabeceras de las viñas más viejas de Villabuena, que se recogen a mano y se trabajan en una zona específica de Izadi. Para su fermentación usan pequeños depósitos, como los huevos de hormigón, cuyo uso se está extendiendo por Rioja para elaboraciones muy exquisitas. El proceso se completa con una estancia de seis meses en barricas de roble antes de embotellarse.