stamos en la recta final del 2021 y pese a la cifra récord de contagios que se sigue registrando en Álava por la sexta ola del covid-19, pescaderías, carnicerías y demás comerciantes de la plaza de Abastos, buscan aumentar sus ventas en la recta final del año tras un largo periodo de pérdidas por las restricciones, el límite de aforos y las últimas medidas adoptadas por el LABI. Con largas filas en sus negocios, los tenderos de la plaza están dispuestos a vender el mayor género posible y mientras, cuentan a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA cómo están viviendo el cierre de la campaña navideña: “No estamos muy alegres, las ventas van algo peor que el año pasado. Hemos tenido pedidos que se han anulado porque no se pueden juntar o porque algunos están confinados y se nota. Algunos encargos los tenía preparados, tenía cortado el cordero, el solomillo, pero se han tenido que congelar”, comenta Joaquín, quien hace 45 años regenta carnicería Izaguirre.
Los comerciantes concuerdan en que debido al aumento de los contagios y las restricciones, sus clientes han dejado las compras para lo último y, en general, se han registrado anulaciones en los pedidos, lo que se traduce en menos ingresos. “Estas navidades son para reunirse familias, amigos, y claro, con la epidemia y las recomendaciones que nos han dado, resulta que mucha gente ha tenido que postergar la cena, hay personas que iban a venir y ya no se van a reunir con los suyos. Las ventas han sido un poco más bajas que las del año pasado. El problema estriba en que las celebraciones se reducen, entonces se compra menos cantidad”, explica Manuel Rabasco de la Pollería Magda, que lleva siete años en la plaza.
A pesar de este descenso, Rabasco considera que “Las navidades han sido un poco descafeinadas y deplorables que otros años, aún así, la gente tiene más ganas de celebrarlo”. Y en cuanto a las medidas adoptadas para frenar la expansión del virus, opina que, “esto es un popurrí, unos dicen una cosa y otros dicen otra. Las medidas deberían ser todas iguales para todo España, pero claro, si aquí hay unas y en otros sitios otras, ya la hemos liado”.
Aún así, los alaveses van a comer bien esta noche y a excepción de los productos frescos y perecederos, la mayoría de las tiendas han detectado más movimiento en la caja estos últimos días: “La verdad es que no nos podemos quejar, vamos muy bien, estamos teniendo bastante gente y se está vendiendo algo más estas navidades que las pasadas, ya que las personas están en casa. La gente no sabe si llevar mucho o poco o qué coger porque no saben cuántos van a estar, tienen muchas dudas y han dejado todo para última hora”, explica Yolanda Azqueta de Bacalaos Gasteiz Alejandra.
A esta afirmación se suma Arantzazu Susunaga, quién junto a su esposo Tycho Vandenbergh trabajan en Market by Corre 34, una tienda Gourmet que vende productos de calidad superior en vinos, foie, quesos y salmón. “Tenemos productos italianos, ingleses y españoles. La gente no sabe muy bien qué comprar, pero estamos encantados. No es que las ventas hayan sido más flojas este año, sino que son diferentes, porque el año pasado estaba todo cerrado y este año al principio la gente quería juntarse en grandes grupos y luego de repente aunque no sabían si serían 10 o 2, aún así, no nos han cancelado nada”.
Al otro lado de la balanza, Paqui, de la pescadería Paula, comenta que, “este mes ha sido muy regular, pero bueno, los días anteriores a las fechas más señaladas son los más fuertecitos. Hay de todo, pero por el covid hay gente que está más reticente, han estado reservando a última hora esperando a ver qué pasaba”.
Y aunque en varios puestos hay abundancia de verduras para preparar caldos, menestras y ensaladas como alternativa, los productos más demandados siguen siendo la carne y el pescado fresco. Azqueta destaca que lo más vendido de su género ha sido el bacalao desalado, los lomos para poner al pil pil o al tomate, el salmón, los boquerones y las anchoas.
Hemos tenido pedidos que se han anulado porque no se pueden juntar o porque algunos están confinados y se nota mucho