- La Asociación Provincial de Pensionistas, Jubilados y Viudas de Araba, Las Cuatro Torres, sigue siendo testigo de cómo afecta la presencia del coronavirus a agrupaciones como la suya, que atienden diariamente a personas que conforman un colectivo de riesgo que durante toda la pandemia se ha visto afectado por sus consecuencias. Su presidente, Félix Ortiz de Zárate, resume perfectamente esa sensación: "La pandemia nos ha hundido en la miseria".
Y es que, de la asociación alavesa, que cuenta con 18.000 miembros en el territorio, no ha renovado su carné "ni la mitad. Eso para nosotros es muy grave", afirma en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, porque en estos momentos solo lo han hecho alrededor de 8.000.
El no renovar el carné -recuerda- no afecta únicamente a los usuarios, que obviamente pierden el derecho a participar en los talleres, sino también al funcionamiento de los mismos. Porque ellos no paran de moverse. Entre las actividades que están desarrollando en estos momentos, han sacado un nuevo curso de tai chi y están haciendo los talleres normales. "A partir del 18 de octubre empezamos a repartir también la lotería, que este año llevamos el número 87.010", rememora.
Además, siguen haciendo hincapié en algo que para la asociación es "esencial". Se trata del envejecimiento activo, porque lo promueven con actividades como la risoterapia, las manualidades o las excursiones. Esa es, al fin y al cabo, su apuesta, así como la de la Federación de Asociaciones de Euskadi (Euskofederpen). En ese sentido, ya contextualizaban en un comunicado que compartieron hace varios meses que "la jubilación no debe suponer que las personas no hagan nada", porque ellos la perciben como "un periodo en el que poder desarrollar actividades y participar en los movimientos ciudadanos. Podemos aportar mucho con la experiencia que tenemos".
La pandemia también les ha llevado, como no podía ser de otra manera, a acotar los aforos de los talleres para hacer frente al desarrollo del coronavirus. "Los cursos van bien. El problema es ese, que no podemos meter a toda la gente que era antiguamente". Ahora han subido el aforo al 50%, porque antes se encontraban en un 33%. "Pero, aún así, es poco". Porque cada curso recuerda que les cuesta 1.300 euros. "Andamos un poco ajustados de dinero y si la gente no viene a renovar el carné andamos mal". Al fin y al cabo, "hay cantidad de gente que quiere venir a risoterapia y tenemos que decirles que no podemos. Si tuviéramos el dinero, igual podríamos hacer más cursos para suplir la limitación de aforo".
En 2020, recuerda además, conmutaron la cuota porque no se iban a poder llevar a cabo acciones debido a que en aquel entonces la actividad se paralizó totalmente con el confinamiento domiciliario y todas las restricciones que le acompañaron. Fue un "año en blanco", pero "este año sí que nos interesaba que renovaran". Entre las posibles causas para que tanta gente se haya quedado esta vez sin acudir a la asociación a pagar la cuota anual de nueve euros, Ortiz de Zárate asegura que la principal es posiblemente el coronavirus. "La gente le tiene pánico".
Porque otro elemento es el de los viajes. Cuenta, en ese sentido, que otros años el autobús está cerrado completamente y las 55 plazas cubiertas. "En el hotel antes era bufé y ahora lo dan en bufé diferido en dos turnos y no cogen las alrededor de 400 plazas que tiene, sino unas 300". Aún así, reconoce que "no hemos sido capaces de llenar el autobús".
Ahora hacen cuatro viajes. El primero fue el 15 de septiembre y acudieron unos 40 usuarios; en esta ocasión, a Benidorm, van 32; y los próximos también están al 50% cuando otros años están totalmente cerrados para julio. "Fíjate lo que está haciendo el coronavirus".
A pesar de todo, Ortiz de Zárate confiesa a este diario que tiene esperanzas, que eso es algo que no ha perdido en todo este tiempo, ni siquiera cuando él mismo estuvo ingresado por coronavirus, parte de esos días en coma además. El presidente de Las Cuatro Torres, al fin y al cabo, confía en que para el año que viene, para 2022, la situación estará mejor. "Vemos que este mes pasado ya empezó a animarse la gente a algunas actividades; en las excursiones, por ejemplo, a San Sebastián, van dos autobuses".
Por eso, confía en que el año que viene con toda la propaganda y toda la comunicación que están realizando vuelva, si no es al 100%, al menos sí a un "buen porcentaje". Porque, a pesar de todo, tienen 213 socios nuevos este año, "con coronavirus y todo. Normalmente solemos tener anualmente unos 800 nuevos socios", pero este año el coronavirus también está afectando a eso, porque son varias las personas usuarias que -reconoce- han fallecido durante esta pandemia.
"El otro día estábamos echando en falta a tres abuelos que siempre suelen venir aquí a por vino, y desde junio no los hemos visto. Son gente muy mayor, de más de 90 años", recuerda asimismo. Por eso, anima a la gente a que se acerque y retome la actividad, porque desde el 5 de este mes empezará de nuevo a funcionar el coro, y otras actividades como el grupo de teatro ya están en marcha. "Damos, asimismo, participaciones de lotería a 5 euros, y la gente viene a cogerla, y de paso les regalamos, por ser socios, un número para la cesta de Navidad".
En otro orden de cosas, este año habían recuperado los cursos de informática, con algunas alteraciones debido a la pandemia. En junio ya adelantaban desde la asociación a este diario su intención de organizar cinco cursos virtuales y otros dos de carácter presencial; los presenciales para personas que se están iniciando y los virtuales para quienes ya tenían cierta experiencia manejando aparatos tecnológicos.
Finalmente, los dos cursos que se han hecho presenciales son los que se han realizado, pero los cursos on line la gente no ha querido realizarlos. "Todo va influyendo, porque la gente se desanima, y son cosas que influyen", afirma finalmente, aunque Ortiz de Zárate nunca pierde la sonrisa.