- ¿Le ha sorprendido el anuncio de su presidente? ¿Coincide en la necesidad de abandonar el inmueble que ocupó su partido durante más de treinta años?
-Es una idea que se barajaba desde hace algún tiempo y estoy totalmente de acuerdo, es una muy buena idea porque abre una etapa distinta; es un gesto simbólico importante que mucha gente va a agradecer.
Dicho anuncio se ha producido tras el mal resultado del PP en las elecciones catalanas. ¿Temen que Vox pueda adelantarles de nuevo en futuros comicios?
-Nos ha perjudicado una estrategia bien diseñada por parte de Sánchez para tensionar las elecciones catalanas, y eso ha retroalimentado a los extremos. El discurso centrado y moderado que ha querido mantener el PP ha salido perjudicado, y ha habido también otras variables.
¿Entonces no ve responsabilidad propia del PP en los malos resultados?
Estoy convencido de que los resultados no son extrapolables a la política nacional, como no lo fueron los de Galicia y no lo son los del País Vasco. Son circunstancias distintas, y en este caso no hemos podido transmitir la utilidad del voto al PP en un momento crítico también para la sociedad catalana.
Bajando al terreno más cercano. ¿Tuvo el PP voluntad real de apoyar las cuentas de la Diputación alavesa?
-Nos ha sorprendido la cerrazón de PNV y el PSE. Yo se lo transmití personalmente al diputado general, nosotros teníamos una predisposición abierta al entendimiento; por eso no presentamos enmienda de totalidad, como EH Bildu y Podemos. Presentamos propuestas para entablar un diálogo sobre las prioridades de Álava, y ni nos llamaron ni aceptaron sentarse a discutirlas. Los Presupuestos que plantea el PNV no sirven ni para gestionar mejor la crisis sanitaria, ni para recuperar la economía y el empleo. Repiten la misma estructura que los del año anterior, son calcados a los de 2020, antes de la pandemia.
En cambio, Ramiro González afirma que ha tendido la mano a la oposición en más de una ocasión.
-No es así. Es la primera vez en décadas que no se aprueba ninguna enmienda de la oposición, independientemente de qué partido gobierne. No han querido ni siquiera sentarse a hablar, da la sensación de que no tienen ningún plan para Álava y sin saber qué hacer ni siquiera se dejan ayudar.
En todo caso, lo extraño en una situación de mayoría absoluta en cualquier parlamento es que se cierren acuerdos presupuestarios con la oposición.
-Bueno, cuando hay que demostrar voluntad de diálogo es cuando se tiene la mayoría absoluta, cuando no se tiene es obligatorio pactar. En un momento como este la ciudadanía nos pide a los políticos voluntad de entendimiento, diálogo y llegar a grandes acuerdos, no era este un año para aplicar el rodillo.
¿Temen que la ausencia de acuerdo pueda hacer que la sociedad les perciba como una oposición que rechaza todo por sistema?
-No, en absoluto, al revés. Nosotros podíamos habernos puesto en el no, como EH Bildu y Podemos, pero hemos mostrado una disposición abierta. Se lo dijimos públicamente, son ellos los que no han querido sentarse. Ellos tienen la obligación de buscar el entendimiento porque son los que presentan el proyecto de Presupuestos, y el hecho de que no nos llamen y no quieran hablar sobre nuestras propuestas deja clara su nula voluntad de acuerdo.
Entre esas propuestas que ustedes defienden para hacer frente a la crisis del covid-19 está la reforma de la normativa foral para que hosteleros y comerciantes queden exentos de IBI en 2021. ¿Creen que es sostenible económicamente una medida de ese calado?
-Nosotros lo que decimos es que a los sectores a los que se les ha forzado el cierre por decreto o se les ha limitado su actividad se les indemnice, y como mínimo no cobrarles impuestos. Hay medidas que la Diputación puede adoptar sin que se resientan los ingresos forales, pero el PNV ha estado ajeno a la realidad que vivían estos sectores, lo que han hecho en la Diputación y el Ayuntamiento ha sido anunciar diez veces la misma ayuda, y además no llega.
Pero la Diputación sí que ha adoptado medidas fiscales tanto en 2020 como 2021 para pymes o autónomos. ¿No les parecen oportunas?
-Simplemente les han eximido del pago a cuenta, pero cuando tengan que hacer la declaración en primavera tendrán que pagar. Ha sido un aplazamiento, y no ha habido ayudas, ha habido préstamos que van a tener que devolver. Pero no solo son estos sectores. Hablamos también de parados, servicios sociales, el sistema de acompañamiento a personas mayores, la enfermería en residencias o las ayudas a personas dependientes , entre otros.
En materia de servicios sociales, precisamente, se ha anunciado recientemente por parte de la Diputación la creación de una dirección centrada en pilotar la reforma de los servicios sociales. ¿Lo consideran positivo?
-Todo lo que sea repensar para no repetir errores nos parece bien; lo sorprendente es que en este año tan complicado el PNV en el Ayuntamiento y la Diputación no ha hecho un esfuerzo para reducir los gastos superfluos y reforzar esos servicios sociales. No se han apretado el cinturón, se siguen incrementando los asesores, los chiringuitos y las subvenciones a los amiguetes.
Las residencias han sufrido con especial dureza en todo el Estado y también en Álava las consecuencias de la pandemia, ahora ya contenida en estos centros por la vacunación. ¿Qué reflexión les deja de cara al futuro de estos recursos?
-Creemos que hay que reforzar la atención en casa a las personas mayores, el acompañamiento, hay que hacer un planteamiento global de apoyo a los cuidadores... La gestión de las residencias ha fallado claramente, todo el mundo lo sabe, y hay que decir con tristeza que han fallado más las públicas.
¿Cómo valoran la elección de proyectos que va a presentar Álava a los fondos europeos Next Generation?
-El Gobierno Vasco hizo un planteamiento al Gobierno central por el que el 90% de los fondos se iban a Bizkaia, Álava quedaba prácticamente fuera, y deprisa y corriendo, en octubre, la Diputación y el Ayuntamiento presentaron una serie de proyectos, algunos de ellos ocurrencias de la víspera. Han estado vendiendo humo y encima fían sus nuevos proyectos a esos fondos, y si no llegan se van a quedar en la estacada. Intentarán echarle la culpa a Europa o a Sánchez, pero los presupuestos del Gobierno Vasco vuelven a arrinconar a Álava, incumplen sus promesas electorales de hace apenas un año, cuando Urkullu encabezó sus listas en Álava.
Empezábamos tratando sobre la estrategia y el futuro del PP de Casado. ¿Y en cuanto al PP vasco y alavés? ¿Cómo debe definirse o redefinirse para recuperar los apoyos del pasado?
-Tenemos que presentar un proyecto ilusionante, transversal, no solo para defender las propuestas del PP, se trata de las oportunidades para Álava de las próximas dos décadas. No ha habido ningún interés para que Álava recupere el dinamismo y la pujanza de otros tiempos, y si no conseguimos aglutinar una nueva mayoría de cambio en Vitoria y Álava, si el PNV sigue con esta dejadez, en diez o quince años seremos una ciudad dormitorio de Bilbao.