- Envueltas en un halo de incertidumbre, las festividades navideñas se encuentran cada vez más próximas y esta tarde se celebrará el Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) que determinará las restricciones que se aplicarán durante ese período para que la curva de la tasa de contagios se mantenga en línea descendente y no se produzca en unas semanas un nuevo repunto que vuelva a situar a Euskadi en situación de riesgo. La movilidad entre territorios, la ampliación del toque de queda en Nochebuena y Nochevieja, la ampliación del número de personas en las reuniones y la reapertura de la hostelería serán los principales puntos sobre la mesa de trabajo presidida por el lehendakari, Iñigo Urkullu.
En ese sentido, son numerosas las hipótesis que rodean esta toma de decisiones, que afectará directamente a la ciudadanía, pero muy especialmente a comerciantes y hosteleros, que encuentran en esta época un revulsivo para acabar el año en positivo con la venta de regalos y la preparación de comidas de celebración y festejos.
A revisión, las últimas medidas que en estos momentos se encuentran vigentes. Entre ellas, se encuentran por ejemplo la limitación de la entrada y salida de personas en el territorio de la Comunidad Autónoma Vasca y del entorno municipal donde cada persona tenga fijada la residencia; la limitación de circulación en horario nocturno a partir de las 22.00 y hasta las 6.00 horas; el cierre de las actividades socioeconómicas a las 21.00 horas o el de los establecimientos hosteleros, además de fijar en seis personas el número máximo por reunión.
Además, El Consejo Asesor del LABI dio luz verde a finales de noviembre también a una modificación puntual del Decreto del Lehendakari para agregar las medidas de prevención y aforos de los establecimientos comerciales "para hacer más segura la actividad de las compras que se intensifica de modo muy importante en todo el periodo navideño y en las semanas previas al mismo".
De este modo, las instalaciones y locales comerciales de más de 150 metros cuadrados deben permitir un máximo del 60 % de su aforo. En los centros comerciales se aplica este mismo aforo en cada una de sus plantas y comercios, independientemente de su superficie comercial; y en los establecimientos con una superficie de hasta 150 metros cuadrados el aforo máximo es del 75 por ciento.
Ya el pasado 30 de noviembre el Gobierno Vasco anunció que para las navidades, Euskadi se mostraba favorable a al levantamiento del confinamiento perimetral de municipios y comunidades autónomas; a la ampliación de la movilidad nocturna hasta la 1.00 los días 24 y 31; y a autorizar agrupaciones máximas de diez personas en fechas señaladas, entre otras medidas, aunque la decisión oficial y última, vistos los últimos datos, se tomará hoy.
En este sentido, la base de trabajo será el marco común que las comunidades autónomas pactaron con el Gobierno español el pasado 2 de diciembre, aunque en dicho acuerdo se dejó abierta la opción de que cada territorio optase por medidas más restrictivas según sus necesidades.
En ese acuerdo de mínimos que se tiene que cumplir a nivel estatal se permite incrementar hasta diez personas la participación solo en las comidas y cenas propiamente navideñas (24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero), el toque de queda máximo serán las 1.30 horas en Nochebuena y Nochevieja, se abre la opción de desplazarse entre comunidades para los que viajen al lugar de residencia habitual de familiares o allegados. Habrá que ver si el LABI sigue esa propuesta de máximos o si sus medidas son más restrictivas.
Los hosteleros, que llevan con la actividad paralizada desde el 6 de noviembre, aguardan también a la decisión que tome hoy el LABI y que les afecta a ellos directamente. Llevan más de un mes con la persiana echada y confían en que sea favorable el debate en la mesa de la crisis sanitaria sobre la propuesta técnica con las especificaciones del plan para Navidad, que contempla la reapertura de bares y restaurantes de manera inminente.
Como publicaba ayer este periódico, el Ejecutivo Urkullu también dejó la semana pasada la puerta abierta a arrancar la actividad. Una reapertura que se presume escalonada y principalmente en terrazas, tal y como ha realizado, por ejemplo, la Xunta, que ha planteado restricciones en función del número de casos covid por cada 100.000 habitantes.
En el más restrictivo de ellos, se abren bares y restaurantes hasta las cinco de la tarde con posibilidad de cubrir un aforo del 50% en las terrazas. La propuesta más laxa es la que permite abrir hasta las 23.00 horas con aforos del 50% en el interior y 75% en el exterior. Sin embargo, la sanidad cántabra decidía el pasado viernes prorrogar otras dos semanas, es decir hasta el día 19, el cierre en el interior de los locales. La situación varía, al fin y al cabo, en función de la comunidad autónoma en la que se decretan todas estas medidas. El hostelero es uno de los sectores más afectados, aunque no el único ya que las limitaciones también afectan a los comercios y a otro tipo de actividades, como las deportivas, que estarán hoy pendientes de conocer si pueden retomar su actividad en breve.
Tras las bajadas del número de contagios y de la tasa de positividad, todo hace indicar que las medidas serán un poco más laxas
A principios de diciembre, el Gobierno central y las autonomías ya pactaron un marco general de trabajo que se puede endurecer