- El proyecto de convertir los paisajes mineros de Montaña Alavesa en un valor cultural y turístico que sirva para el desarrollo social y económico de la comarca, sigue adelante con una nueva iniciativa en la que se busca la implicación de los vecinos para recuperar imágenes, elementos e historias.
En los próximos días, el 8 de octubre, la Cuadrilla y la Diputación Foral comenzarán un nuevo proceso participativo para recabar testimonios y objetos de las vecinas y vecinos de los pueblos de la zona. El objetivo de esa iniciativa es que "queremos incorporar en el futuro museo la memoria de quienes conocieron las minas en funcionamiento. Apelamos a sus recuerdos, y también a posibles objetos antiguos que guarden en sus casas, para construir un relato completo de la vida en las minas", ha explicado el diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, quien recuerda que será la Cuadrilla de Mendialdea quien liderará esta importante tarea.
Este es un paso más para un proyecto que avanza y que permitirá visitar los paisajes mineros de varias zonas de la Cuadrilla, como Atauri, Loza, Leorza o Cicujano. Los primeros trabajos tendrán lugar en Mina Lucía (Arraia-Maeztu) con las obras para acondicionar y asegurar la zona antes de que sea visitable, y dotar al antiguo espacio minero de un uso didáctico y educativo. Así, el municipio contará con un museo subterráneo, junto a la Vía Verde del Vasco-Navarro y en pleno parque natural de Izki. Se llevará a cabo, además, la recuperación del antiguo acceso a la mina y se realizará la mejora ambiental del entorno inmediato de la boca mina.
Desde el Departamento de Medio Ambiente, apuestan por realizar una "intervención blanda", que respete el paisaje, el carácter y la estructura original todo lo posible, recreando el escenario minero de la época (minería pseudo-artesanal de asfalto) y poniendo en valor los recursos naturales y culturales que el espacio alberga. Una transformación que permitirá a las y los visitantes adentrarse en las antiguas minas en un original recorrido de 300 metros.
Para contar con recursos económicos, la Diputación Foral firmará un convenio con el Gobierno Vasco para financiar conjuntamente los trabajos de restauración ambiental y puesta en valor de la zona. Concretamente, aportarán un total de 867.150 euros en esta primera fase (el 55% la Diputación y el 45% el Gobierno Vasco).
A los trabajos de restauración de la Mina Lucía le seguirán otros en la Mina Diana (Peñacerrada) o en el espacio minero de Leorza-Cicujano (también en Arraia-Maeztu).
Álava acoge yacimientos de rocas asfálticas de gran singularidad que han sido explotadas desde hace dos siglos. De hecho, las minas colocaron, ya a finales del siglo XIX, a la industria alavesa como referente europeo en el aprovechamiento de asfalto natural. El asfalto ha impregnado masas de rocas calizas, denominadas como calizas bituminosas, en diferentes lugares de la comarca de la Montaña Alavesa y desde el año 1855 comenzaron los primeros pasos para la explotación del asfalto natural en las inmediaciones de la localidad de Loza (Peñacerrada), en la demarcación de la Mina Diana. Posteriormente, en diferentes localizaciones de la comarca de Montaña Alavesa se sucedieron nuevas explotaciones, con sucesivas concesiones mineras, creación de sociedades y compañías de asfaltos y explotación de canteras y factorías. El municipio en el que se centró el grueso de la actividad minera fue el de Arraia-Maeztu, concretamente en las inmediaciones de las localidades de Leorza, Korres, Maeztu y Atauri.
Estos antiguos ámbitos mineros se encuentran actualmente en un estado de degradación y abandono con un impacto directo en la calidad ecológica y paisajística del entorno. Atesoran, sin embargo, un valioso patrimonio geológico y natural, histórico, industrial y cultural. Además, la práctica totalidad de estos espacios se encuentran ubicados en áreas de gran valor ecológico y paisajístico de la Red Natura 2000 y de sus zonas periféricas de protección.