- Nueva campaña cerealista marcada por la incertidumbre de los precios, como señala el director comercial de la cooperativa Garlan, José Luis Fresno Santamaría, quien señala gráficamente que "en lo que es la parte comercial, como se suele decir, hay nubarrones en el horizonte y precios muy, muy bajos. Empezamos la campaña con precios muy bajos y a veces con dificultades comerciales. La demanda es una incertidumbre y lo que hay son subastas a la baja, con precios muy bajos de salida".
Respecto a cantidades, las cifras están todavía por establecer, pero no parece que se llegue a las del año pasado, calificado como histórico, al haber superado los 300.000 toneladas, con rendimientos medios de 7.000 kilos/hectárea en trigo y cebada ó 6.000 en avena. En las fincas buenas, los rendimientos superaron los 10.000 kilos/ha, algo extremadamente sorprendente en nuestro entorno alavés.
El balance de 2019 dejó volúmenes como las 166.000 toneladas de trigo, 96.000 de cebada o 36.000 en avena. Los récords de producción anteriores databan de los años 2012 y 2016, con un total de 294.000 tn. y 282.000 tn. respectivamente.
En cuanto a la parte agronómica de la actual campaña se están empezando a dar los primeros cortes de cebada. Para el responsable comercial de Garlan, "la cosecha creemos que es decente y buena. A nivel del país es extraordinaria, aunque no tanto como la del año pasado que sí que fue extraordinaria. En el tema de guisantes hay poco, no hay casi superficie, aunque la producción también está siendo de normal a buena. En cuanto a la avena, esperamos también una cosecha de normal a buena, casi a niveles del año pasado. Y el trigo estamos a la espera, porque aún no se ha dado ningún corte, no se ha cosechado ninguna parcela, pero sí prevemos que haya una merma relativamente importante respecto al año pasado, pero a la baja, en producción. No podemos decir que vaya a ser catastrófica, pero sí de normal a un poquito hacia arriba". En cuanto a la salud del grano, ha habido alguna incidencia de alguna enfermedad. Pero con todo, "las expectativas son buenas, aunque sin ser la del año pasado".
En cuanto a la situación del cereal en Valles Alaveses donde el año pasado se registraron los rendimientos más bajos del Territorio, el responsable comercial de Garlan aclara que este año la cosecha se presenta homogénea en toda la provincia, ya que el régimen de lluvias ha llegado a todos los territorios. En las zonas que son menos estables o menos homogéneas en producción "este año tienen un 20, un 30 y hasta duplican la producción, pero en nuestra zona, en Álava, que somos una zona más regular en cuanto a lluvias, vamos a tener, de media, peor cosecha que el año pasado, no siendo mala". Fresno se preguntaba "¿dónde puede ser muy buena este año? Pues en aquellas fincas de secanos extremos, como fincas de Oion, zonas con una pluviometría muy escasa, como es el caso de Rioja Alavesa, pero en la zona sur, la pegada al Ebro. No la zona que está pegando al monte, a Herrera, que es una zona de poca extensión"
En resumen, se está iniciando la cosecha y todo apunta a que será "normalita. No podemos decir ni histórica ni hundida, pero sí es normal". Y los agricultores la acometen "a positivo. Aunque sí podemos decir que este año los agricultores han tenido que hacer más esfuerzo económico por el tema de la protección de los cultivos, porque ha habido más presión de enfermedad. Este año, los profesionales han tenido que gastar más dinero".
En cualquier caso, se espera buena calidad, como se está viendo en los cortes que ya se han ido realizando. Como se viene insistiendo, las razones de las buenas cosechas se basan en dos variables inseparables. Por un lado, en una pluviometría adecuada, tanto en cantidad como en su momento adecuado. Por otro lado, en el tándem agricultor profesional junto con el asesoramiento durante toda la campaña de los técnicos de campo de las cooperativas, como Garlan.
Es precisamente esta última variable donde la evolución de la agricultura cerealista ha avanzado exponencialmente en los últimos años. La formación y mecanización del agricultor junto con los servicios de asesoramiento de las cooperativas durante todo el ciclo vegetativo del cereal, desde la semilla a la recolección, incluyendo el asesoramiento en la preparación de las tierras, abonado, tratamiento de enfermedades y malas hierbas, recolección, etc. han contribuido a la situación actual.
Otra cosa son los precios, que están sujetos a las veleidades del comercio nacional e internacional. Según los últimos datos recopilados por la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE) se destaca el descenso del precio del trigo duro que cotizó en los últimos días de junio a 257,50 euros por tonelada, es decir, 2,5 euros por tonelada menos. Asimismo, el trigo blando también disminuyó ligeramente 0,1 euros por tonelada y se situó en 183,47 euros por tonelada. Sin embargo, el maíz aumentó 0,3 euros por tonelada cotizando a 177,45 euros por tonelada.
Por otro lado, el precio de la cebada repitió y cotizó a 153,79 euros por tonelada. La cebada de malta también se mantuvo sin cambios y se situó de media en 160 euros por tonelada, según los datos de ACCOE. Por cierto que según los datos de las cooperativas alavesas, el 10% de la malta cervecera se produce en el País Vasco.