- Castilla y León y Burgos se sienten ninguneados por el gobierno central y el PNV al no haber sido consultados sobre la incorporación de Trebiño al plan de desescalada de Álava y temen que tras ese acuerdo haya alguno más encaminado a la desanexión del enclave de Castilla y León. La primera en reaccionar nada más conocerse el miércoles este planteamiento fue la consejera de Sanidad de la Junta, Verónica Casado, que calificó como "grave" la petición del PNV de que Trebiño vuelva a la "nueva normalidad" con Álava. En opinión de la responsable sanitaria de esa comunidad autónoma, "no nos parece razonable que en una crisis sanitaria como esta no se utilicen criterios sanitarios y se utilicen criterios políticos, dependiendo de la fuerza negociadora de un partido". La secretaria de Organización del PSOE-CyL, Ana Sánchez, asumió el visto bueno a que la desescalada Trebiño se realice con la provincia de Álava siempre y cuando primen criterios sanitarios y se den las condiciones de salud y seguridad, y aprovechó para reclamar al senador del PP por Castilla y León, Javier Maroto, que en su día fue partidario de la anexión del enclave al País Vasco, que se pronuncie sobre esta cuestión.
Por su parte, en la Diputación burgalesa, su vicepresidente segundo, Borja Suárez, trasladaba el malestar de la institución no tanto por el contenido como por las formas. En declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Borja Suárez señalaba que se habían enterado a través de los medios de comunicación de que había un acuerdo entre el gobierno de España y el Partido Nacionalista Vasco que, para prorrogar el estado de alarma, han decidido de forma unilateral que los ciudadanos de Trebiño estén dentro de la desescalada en el País Vasco.
Para Suárez, "lo primero que nos parece es que es una mala cuestión de forma: que lo hayan hecho sin contar con los responsables institucionales de la zona a la que pertenecen esos ciudadanos, que son la Junta de Castilla y león y la Diputación Provincial de Burgos, nos parece que es un error y, por lo tanto, las formas solo merecen un cero".
Pero con la cuestión de fondo añadía dos reflexiones. La primera, que "nos hubiera gustado que el criterio del mando único, del gobierno de España, hubiera sido las zonas o áreas básicas de salud, porque creo que conocen mejor la realidad y evitarían problemas con todas las zonas limítrofes entre comunidades autónomas de todo el país". Pero hecho el criterio, que parece ser que sea por comunidades autónomas, "lo que nos parece lógico es que se haga con un criterio geográfico; que los ciudadanos de Trebiño, en buena lógica, estén atendidos por los servicios de proximidad que en este caso les están prestando ya los que ofrecen el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava". Para el vicepresidente de la Diputación Provincial, "nosotros, a los residentes alaveses en centros asistenciales de Burgos, a través de los convenios que se firmaron hace tres años entre las dos Diputaciones, ofrecemos asistencia sanitaria en Miranda de Ebro, que nos parece normal. Y más, si cabe, cuando la realidad de Trebiño es que de 4.000 personas que viven en él, escasamente hay empadronadas 1.500. Por eso se generaría un problema, porque, ¿qué haces con una persona que vive en Trebiño, que está empadronada en Vitoria y que si tiene que ir a cualquier tema a Vitoria le para la Guardia Civil y le dice que no puede porque su empadronamiento está en Vitoria y qué hace usted en Trebiño?".