- El PP de Vitoria solicitó ayer la anulación del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que se viene aplicando a 276 conductores de Tuvisa desde el pasado 21 de marzo. La petición de la formación conservadora se hizo pública, tras desvelar en su edición de ayer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el juicio del próximo día 19, donde el Juzgado de lo Social de Gasteiz decidirá la continuidad de su aplicación. En palabras del edil Alfredo Iturricha, consejero también de Tuvisa, esta figura jurídica en una sociedad pública es "ilegal al no cumplir los requisitos legales para acogerse a ese mecanismo de regulación temporal de empleo". Esos requisitos señalados son sendos informes de la Abogacía del Estado y del Ministerio de Trabajo, emitido este último como respuesta a un escrito de la asociación de transportes públicos urbanos.

Remarcó Iturricha la redacción de esos escritos que "dan la razón" a lo que ya denunció el Partido Popular el pasado 25 de marzo tras haberse presentado el ERTE y erigirse en la única formación municipal que se opuso al mismo. Los dos documentos especifican que el artículo 47 del estatuto de los trabajadores establece que no serán de aplicación los ERTE "a las administraciones públicas y a las entidades de derecho público vinculadas o dependientes de una o varias de ellas y de otros organismos públicos", salvo aquellas que se financien con operaciones realizadas en el mercado, que no es el caso de Tuvisa, ya que lo hace "mayoritariamente con dinero público del Ayuntamiento".

Por ello, el PP demanda con urgencia un consejo extraordinario de Tuvisa para "anular y dar marcha atrás" al ERTE.

En su comparecencia extraordinaria, se refirió el alcalde, Gorka Urtaran, a este ERTE tras el "descenso a plomo" en las cifras de viajeros y consideró una actuación "de libro" la aplicación del expediente que se ajusta al "cumplimiento de todos los requisitos", y recordó, como desveló también DNA, cómo tanto en el "recurso de alzada como la delegación de Trabajo ha dado la razón al Ayuntamiento", espetó con disimulada alegría Urtaran, quien dejó en el aire la senda futura hacia la que deben orientarse estas sociedades con la "necesaria colaboración" de otras instituciones para garantizar su supervivencia.