- El teléfono de Aenkomer, la federación de empresarios/as de comercio y servicios de Álava, no para de sonar a cuenta de las restricciones impuestas por el coronavirus. Las dudas de sus socios, como explica su gerente, Edurne Parro, están ligadas a en qué casos puede solicitarse un ERTE, si es necesario un cese de actividad para estar exento del pago de las cuotas de autónomos y qué efectos puede tener este cese a la hora de dar inicio nuevamente a la actividad, por ejemplo en cuanto a la necesidad de adecuación de locales, por ejemplo.
Teniendo en cuenta que todos los comercios están cerrados, ¿cómo está el ánimo de estos vendedores?
-Ahora mismo existe una doble preocupación. Por una parte, por la situación de emergencia sanitaria que se ha generado, y, por otra, por las consecuencias en la actividad para ellos, tanto a corto plazo, porque sus negocios están cerrados en la mayor parte de los casos, como a medio plazo, cuando se reinicie la actividad. Estamos ante una situación de parón en el consumo, y tal vez se produzca un nuevo cambio de hábitos en la forma de comprar.
Los comercios están cerrados, pero tienen que seguir pagando facturas y sueldos de empleados...
-Las empresas y personas trabajadoras están igualmente afectadas por esta situación derivada del coronavirus. Desde esta perspectiva, desde Aenkomer consideramos que es imprescindible enfocar este asunto desde objetivos comunes que hagan posible la compatibilidad de intereses. Por ello, ante la urgencia de la situación y su excepcionalidad, además de articular un conjunto de medidas laborales y de Seguridad Social que den seguridad jurídica a empresas y personas trabajadoras, consideramos necesario que se habilite un fondo de ayuda extraordinario para cubrir las mismas y esto es algo que hemos solicitado tanto al Gobierno central como al Gobierno Vasco. Se trata de establecer medidas que permitan afrontar esta situación evitando que se originen consecuencias irreversibles para las empresas y el empleo y que garanticen una protección adecuada a las personas trabajadoras. Hablamos de medidas laborales y de seguridad social, de carácter temporal y excepcional. Ya se ha publicado el decreto que recoge las primeras medidas planteadas por el Gobierno central y estamos realizando un estudio de las mismas para ver si realmente son efectivas para nuestro sector.
¿Qué es lo que más preocupa en estos momentos a los dueños de los comercios?
-La posibilidad de hacer frente a los pagos en un momento en el que, excepto los establecimientos de alimentación, estancos o establecimientos de telecomunicaciones, el resto de subsectores tienen parada su actividad.
¿De qué pérdidas económicas hablamos?
-Ahora mismo, con carácter general, afecta a todos los subsectores por igual excepto a los anteriormente mencionados. Cuantificar las pérdidas económicas es algo que va a depender de la duración del periodo de cierre de los establecimientos.
Una vez puedan abrirse nuevamente los negocios posiblemente sí tengamos diferencias a la hora de hablar de recuperación del sector entre los diferentes subsectores, probablemente por las demandas de ocio del propio consumidor que ha tenido que estar en sus casas un largo periodo de tiempo y tendrá necesidad de relacionarse. No obstante, esto estará muy condicionado por la forma en la que se produzca esta reapertura.
Antes de que cerraran los comercios, ya bajó la presencia de ciudadanos en las tiendas. ¿Hay alguna estimación de cuánto cayeron las ventas en ese momento? ¿Y de pérdidas de empleos?
-La última semana se hablaba de reducciones de más del 50% en los establecimientos abiertos, pero repito que es demasiado pronto para hablar de estimaciones de pérdidas económicas o de empleos. Es fundamental ver si las medidas propuestas logran paliar los efectos de la crisis sanitaria para reducir el periodo de cierre de los establecimientos con garantías para la salud de la ciudadanía y de los trabajadores del sector y si las medidas económicas lograr paliar también, en parte ese efecto. Lo que sí podemos decir es que el número de trabajadores del sector del turismo en Euskadi es de 100.000 personas y el de comercio de 136.000. Ambos sectores aglutinan a 236.000 personas empleadas, una cifra que supera ampliamente el total de trabajadores del sector de la industria que es de 182.000 personas. Si bien, es necesario reconocer un papel estratégico al sector industrial, el impacto en el empleo y las familias en los sectores de comercio y turismo es mucho mayor e inmediato. De hecho, los efectos van a verse en dos momentos: de forma inmediata por el cierre de actividades y una vez se reinicie la actividad y durante los meses siguientes por la caída de consumo, algo que necesariamente repercutirá en su cifra de negocio. Es por ello que ambos sectores, turismo y comercio, necesitan de forma inmediata de ayudas directas para hacer frente al cierre de actividades y, posteriormente, un plan más estratégico a medio plazo.
¿Qué medidas son las que piden vuestros socios para paliar esta situación?
-De forma inmediata, la eliminación del pago de las cuotas de autónomos ya que ahora no tienen ingresos y siguen manteniendo a sus trabajadores y el retraso en el pago de impuestos, que es algo que ya ha planteado en nuestro caso la Diputación Foral de Álava.
¿Y cuáles cree Aenkomer que pueden ser las más efectivas?
-Con el fin de poder contar con liquidez a las empresas, es necesario suspender la obligación de pago de las cotizaciones por parte de las empresas y el aplazamiento a partir de marzo y durante seis meses del pago de impuestos, cuotas de seguridad social y autónomos, sin intereses, independientemente de la dimensión de la empresa. Asimismo, es fundamental contar con una moratoria a los bancos para que, en caso de impagos por falta de liquidez, amplíen los plazos y flexibilicen la forma de regularizar la devolución de los pagos atrasados sin intereses, todo ello además de las referidas al pago de cuotas de autónomos. Y por supuesto, medidas comunes y flexibles para la solicitud de los ERTE, así como líneas de financiación para inyectar liquidez a las empresas y que deben tener un acceso fácil e inmediato para todo aquel que lo necesite. En todo caso, hemos trasladado también otro tipo de medidas de flexibilidad para el sector, como son que durante el periodo de cierre de establecimientos, el sector quede exento del pago de alquiler, al no poder ejercer su actividad. Necesitamos seguridad jurídica como situación de excepcionalidad ante los propietarios, la valoración de cierre de plataformas online, excepto las de primera necesidad. Y por supuesto: en el ámbito logístico, asegurar la libre circulación de mercancías, tanto las provenientes de sus proveedores con destino a sus almacenes, como las que se transportan desde estos a las tiendas. Para ello, además de garantizar el libre acceso de los vehículos a todos esos puntos en todo momento, se ha solicitado flexibilizar al máximo los horarios, días, vías de entrada y los puntos de carga y descarga, para facilitar los mismos en cualquier momento que la necesidad requiera anulando temporalmente las limitaciones horarias y por tipo de vehículos.
¿Qué le parece a Aenkomer la decisión de no cerrar las peluquerías y ahora sí, salvo si es a domicilio?
-Fue una petición que se trasladó expresamente desde Aenkomer y Euskomer. Apreciábamos una grave incoherencia entre las medidas antipropagación propuestas por las autoridades sanitarias y el tener que mantener abiertos los salones de peluquería, si tenemos en cuenta los medios y los recursos. Es por ello que denunciamos la extrema dificultad para cumplir con las medidas impuestas (distancia de seguridad, higiene en equipamientos, etc.) y trasladamos la petición de que la actividad estuviera incluida entre las contempladas para la suspensión de apertura al público. Y lógicamente, y derivado de lo anterior, solicitamos que se aplicaran a estas empresas las mismas medidas económicas de protección a los derechos de trabajadores y empresarios que se consensuaran.
"Además de articular medidas laborales y de Seguridad Social, es necesario habilitar un fondo de ayuda extraordinaria"
"Apreciábamos una grave incoherencia entre las medidas antipropagación y el hecho de dejar abiertos los salones de peluquería"