Vitoria. Sanitas vincula el alto número de casos de COVID-19 en la residencia de mayores de San Martín en Vitoria al hecho de que ha practicado las pruebas a todos los internos y trabajadores y no solo a los sospechosos de haberse contagiado.
El diputado general de Álava, Ramiro González, expresó ayer su preocupación por la situación en este centro, que ha sido un foco del coronavirus "desde el principio de la crisis", una circunstancia favorecida por la edad avanzada de los usuarios, lo que los convierte en un grupo especialmente vulnerable.
La residencia de San Martín es un centro privado con 148 plazas, aunque en la actualidad solo hay 90 usuarios, han explicado a Efe desde Sanitas. De ellos, 45, es decir la mitad, han dado positivo por COVID-19, según los datos facilitados por el diputado general.
La Diputación cuenta con 28 plazas concertadas en esta residencia: 2 han fallecido, 7 están ingresados en el hospital, 15 permanecen en el centro, 3 han dado negativo y 1 está en su domicilio.
Sanitas ha explicado que el elevado número de positivos en el centro obedece a que en los últimos días se ha hecho el test a todos los usuarios y trabajadores, lo que supone "ir más allá" del protocolo que está siguiendo Osakidetza, que está priorizando las pruebas al personal sanitario y a colectivos vulnerables en detrimento de los casos leves.
Conocidos los resultados se ha dividido a los residentes en módulos de positivos y negativos con nuevas medidas para minimizar el riesgo de contagios, aunque Sanitas ha recordado que desde el primer caso detectado en Euskadi (28 de febrero) se extremó el lavado de manos y de superficies de contacto como pomos o barandillas, entre otras medidas, y que ya el día 5 se aisló a algunos usuarios.
El primer positivo de un residente se produjo el 3 de marzo mientras estaba ingresado en el Hospital de Txagorritxu. Ese mismo día la dirección del centro envió a cumplir aislamiento en su domicilio a los profesionales que habían tenido contacto estrecho con él entre el 28 y 29 de febrero, que fueron los dos últimos días en los que estuvo en San Martín.
El 4 de marzo falleció un segundo interno, también mientras estaba en Txagorritxu, y al día siguiente, 5 de marzo, se determinó que todos los residentes pasaran a habitaciones individuales (salvo dos hermanas y dos dependientes) y se adoptaron medidas adicionales como ampliar distancias entre pacientes en zonas comunes y restringir las visitas de familiares, que fueron prohibidas el día 7 cuando también se restringió el uso de los espacios compartidos.
Estas medidas preventivas permanecen vigentes desde entonces y ahora, tras haberse practicado la prueba a todos los usuarios, se incrementarán al separarlos en módulos de positivos y negativos.