Uno de los belenes más espectaculares que se instalan en el Territorio es el que año tras año crece, con nuevos personajes relacionados con las actividades en el medio rural, en bodegas Loli Casado, en Lapuebla de Labarca. Loli Casado y Jesús Astorga llevan muchos años colocándolo, poniendo nuevas figuras que representan la vitivinicultura en toda su amplitud, la olivicultura, el trabajo del cereal, la ganadería y otras actividades, todo ello colocado bajo los 'riscos' de Lapuebla y con el concepto de abierto a las visitas. Además, es un belén en evolución, porque las diversas representaciones -empadronamiento, viaje a Belén, nacimiento, etc?- se va desarrollando según van llegando los días adecuados que marca la tradición.

Todas las figuras son localizadas por Jesús Astorga quien, durante el año, realiza las adaptaciones necesarias para que pueda representar la actividad que busca. Y, si para ello, debe 'romperle' el brazo a una figura para voltearla o colocarle algún objeto, no lo duda.

La visita siempre ha sido gratuita y abierta durante todo el mes de diciembre y parte de enero, pero este año, en un rincón de la antigua sala botellera, heay un cartel que ofrece la posibilidad de ser solidarios con un pueblo keniata donde trabaja una ong creando futuro entre las niñas y niños.

Cuenta Jesús Astorga que "este verano conocimos a esta asociación, Etiovida, una gente de Arnedo, en La Rioja, que lleva años trabajando en Etiopia. A través de una amiga común los conocimos y nos estuvieron contando lo que hacen, porque son muy entusiastas y a la hora de explicar ves que lo llevan en el alma". Por eso, cuando llegó el momento de montar el belén pensaron que siempre lo habían enseñado en una visita gratuita, nunca han tenido intención de cobrar, pero un donativo, voluntario y solidario, sí que lo podía hacer quien quisiera. "De esta forma, pensamos en instalar un rinconcito con un poco de publicidad para ellos y una hucha para recaudar lo que buenamente salga, para que lo destinen a los proyectos que continuamente están llevando a cabo".

La cuestión es que tras pensarlo, se lo propusieron a los responsables de Etiovida y les entusiasmó y dijeron que estaban muy agradecidos porque todas las ayudas son buenas.

Pensar en los niños Cuenta Astorga que los componentes de esta asociación son personas de muy diversa vida laboral, pero con una gran vocación. Llevan años acudiendo a Etiopia y se centran sobre todo en proyectos educativos. Uno que tienen desde hace años muy consolidado es lo que llaman el 'Aula Canguro'. Está en Gaba y nació porque ellos vieron que los niños en edad de escolarizar no acudían a la escuela porque se tenían que quedar a cuidar de sus hermanos menores, porque los padres iban a trabajar y los niños mayores se quedaban al cuidado de los pequeños.

Por eso decidieron hacer estas aulas canguro para recoger a los niños pequeños de forma que los que son un poco más mayores pudiesen ir a la escuela. De esta forma han creado cinco aulas de 50 niños cada una, más un aula especial para pequeños con problemas determinados, que incluye a otros seis niños, por lo que actualmente atienden a 256. Y no es solo que los recojan, sino que a esos niños que están bajo su amparo han conseguido quitarles la desnutrición, porque aparte de tenerlos recogidos y ofrecerles una educación, tienen una asistencia sanitaria, diariamente cuentan con el almuerzo y la comida, hay un transporte para recogerlos y llevarlos a sus casas y hay un personal que atiende todo eso. Los acogen de lunes a viernes. Y además de todo eso les dan dos lotes de ropa: uno para invierno y otro para verano. Con esto han conseguido una infancia nutrida, que sus hermanos mayores puedan ir a estudiar y que ellos vayan cogiendo una base para que cuando se incorporen al programa educativo de su país vayan con un poquito de base.

Todo esto lleva unos gastos en los que se incluyen tres maestros, unos monitores, cuatro cocineras, dos limpiadores y el transporte, que tienen un coste mensual de 5.063 euros para los 256 niños, lo que sale a 19,74 euros mensuales cada pequeño.

Un albergue para las jóvenes También tienen un albergue en marcha y están muy contentos. Pregunta Astorga en voz alta, "¿qué vieron cuando estaban con este proyecto?. Pues el problema que surge cuando acaban la educación obligatoria y tienen que ir al instituto". Ese centro ya está en otro pueblo, es una concentración de varias localidades y el problema sociocultural que hay es que a partir de ciertas edades a las niñas, por problemas de violaciones, de abusos, etc. no las dejan salir de casa. El sistema para ir a estudiar a esta concentración es que una familia les deja un colchón en un rincón y el niño o la niña subsiste hasta que vuelve el fin de semana a su casa. El problema era que con las niñas las familias tienen reticencias para esa fórmula, con lo que las niñas dejaban de estudiar y luego no podían continuar hacia la universidad.

Para solucionarlo pensaron en hacer unas residencias para chicas en las que estuvieran cuidadas y vigiladas por personal femenino solamente y para ello debieron hablar con los jefes del pueblo y de la zona para pedirles el consentimiento y de esta manera aceptaron dejar salir a las chicas de la familia para que siguieran estudiando. Los permisos se dieron en el mes de febrero de este año y en Arnedo habían ido recaudando el dinero para la primera fase, de tal forma que entre abril y septiembre han llegado a edificar la primera residencia, que consta de 20 habitaciones dobles para 40 chicas, con su directora, sus cuidadoras, sus cocineras y la maestra de apoyo para poder continuar en la residencia el refuerzo de las clases que van recibiendo. Ésta ya comenzó a funcionar en el curso 2019/2020, pero ya está en marcha una segunda fase porque su objetivo son 80 plazas.

En estos momentos están buscando la financiación mensual/anual, que viene a rondar también los 20 euros por niña, aunque esta cifra la tienen más o menos controlada.

Cuando ellos van a Etiopia les acompaña un equipo de médicos, de enfermeras, de personas que se dedican desde a realizar una acometida de agua a levantar una casa. Y los médicos que acudían vieron un problema que se da, especialmente en la época de lluvias, en la que se junta bastante humedad dentro de las casas/cabañas, donde viven habitualmente, y además se les junta el problema del humo, por la costumbre de cocinar dentro de la casa. Eso crea un ambiente que propicia muchos problemas de bronquios en unas determinadas épocas.

La última vez que estuvieron hicieron dos casas piloto para enseñarles cómo deberían modificar sus hábitos de construcción para sanear el interior de las viviendas, incluso el cocinar en el exterior y para ello han encargado 70 hornos de cerámica que instalarán fuera de las viviendas para cocinar fuera y que el humo del horno no se quede en el interior y cree las afecciones a la salud que se originan en la actualidad.

De ahí viene que cada vez que van solventan o medio solventan un problema que ven, pero siempre encuentran otro. Y es que son países que necesitan mucha ayuda, pero se han dado cuenta de que la educación es la base para que luego esa sociedad pueda prosperar y por eso se han centrado un poco en que la juventud, dentro de lo que ellos pueden abarcar, reciba una educación, tenga posibilidades de ir a la universidad, de que los chicos y chicas que tengan capacidad disfruten la posibilidad de poder continuar sus estudios. "Por eso están haciendo allí un esfuerzo para levantar el país desde la educación, para luego tener una sociedad formada y con menos carencias de las que hay ahora", añade este enólogo.

Por esta razón, Loli y Jesús explican que "todo esto nos lo contaron, nos gustó la idea y de ahí viene nuestro pequeño granito de arena para esta gente que es tan vocacional. Nosotros, hoy por hoy, no nos podemos plantear el ir a Etiopia, pero se puede ayudar de muchas formas y esa es la idea que hemos acometido".

Esta asociación, Etiovida, fue creada por un grupo de arnedanos, entre los que están un bombero, el que es actualmente el alcalde y otras personas "y los conocimos el Día de la Solidaridad que se celebró en Torrecilla en Cameros, el 15 de agosto". Allí, cada año, las asociaciones solidarias exponen a los organizadores su proyecto y el que más gusta es el que eligen y el dinero que ese día recaudan lo donan a ese proyecto. Este año fue uno de los que se plantearon "y nos llamó la atención que hay muchas asociaciones locales que no son tan grandes o conocidas como otras que hacen una gran labor. En Etiovida hay médicos, ingenieros, gente y manos para trabajar y enseñar estas mejoras que parecen simples pero que para ellos el avance que les supone es muy grande por las condiciones en las que viven".