vitoria - El proyecto feminista Talka, que inició su actividad hace ahora casi un año con la okupación del palacio Álava-Velasco -posteriormente desalojado-, acaba de iniciar su segunda vida en el Casco Viejo de Gasteiz. En concreto, varias integrantes del colectivo okuparon hace unos días el bajo del número 33 de la calle Correría, un local ahora de propiedad municipal que hace unos años acogió una tienda de la compañía textil Adolfo Domínguez. La elección del colectivo no es casual, ya que según ha recordado Talka a través de las redes sociales éste fue uno de los bajos que el Consistorio reformó en su día con dinero público para beneficiar la entrada de comercios e inversores privados a la almendra vitoriana.
Como su predecesor en el palacio Álava-Velasco, este espacio nace también con la intención de “romper el sistema” desde la “autogestión, la okupación y la autodefensa feminista”. Un proyecto “contra la especulación del barrio, contra la expulsión de las vecinas de clase trabajadora, desde donde confrontar la alianza criminal” del Ayuntamiento con los inversores privados. “El barrio es para las que viven en él”, argumentó Talka en su perfil de Twitter.
Tras dar a conocer esta nueva okupación anteayer, el espacio ha organizado para los próximos días distintos auzolan y actividades de todo tipo para dar vida al nuevo local, que se encontraba vacío desde hace alrededor de una década. Ayer, el movimiento celebró también una marianitada y mosto festa y una asamblea posterior. Por la tarde, varias patrullas de la Policía Local se presentaron en el lugar y los agentes identificaron a siete integrantes del colectivo, según denuncio Talka también en Twitter.
La okupación del primer hogar de Talka, el Álava-Velasco, se produjo también a mediados de diciembre del pasado 2018. Dos meses y medio después, el 21 de febrero de este año, una representación legal de los propietarios del inmueble acompañada por la Policía Local procedió a cambiar la cerradura, tras lo que el edificio volvió a quedar vacío.
febrero. Fecha en la que el Álava-Velasco, primer hogar de Talka, fue desalojado.