La muestra, que esta XXI edición homenajea a la ONCE, incide en el punto de vista etnográfico de los montajes, y dedica su stand estrella a la Comunidad Valenciana

El taller-museo Santxotena de Ar-tziniega ha vuelto a superarse. Y es que, la ya tradicional exposición de belenes del mundo, que abrió ayer sus puertas, muestra un total de 2.430 montajes de los cinco continentes (223 más que la pasada edición), conformados por la friolera de 8.473 piezas, y viene plagada de importantes novedades en su vigésimo primera edición.

Una de ellas llega de la mano de un belén diseñado en exclusiva para la cita, que homenajea a la ONCE, cuyo delegado territorial en Euskadi, Juan Carlos Andueza, fue el visitante especial que tuvo la muestra el viernes, junto a los medios de comunicación (los homenajeados en 2018). “Era algo que queríamos hacer desde la inauguración del parque escultórico Santxotena en Arizkun, allá por 2003, porque fue, precisamente, Juan Carlos, quien medió para que nos concedieran la subvención para crear un espacio sin barreras arquitectónicas y accesible para todo tipo de personas. Aquí en Artziniega también tenemos letreros en braille para invidentes o rampa de acceso a segunda planta apta para sillas de ruedas, entre otras, para los que no hemos tenido ayudas, pero a la ONCE nos hacía ilusión agradecerle su ayuda en nuestro museo de Navarra con este belén, no ya solo especial, sino también educacional”, explica Teresa Lafragua, directora de los museos Santxotena y propietaria de esta magna colección, dispuesta por medio de ingeniosos sistemas de baldas y vitrinas que abarcan más de 600 metros cuadrados.

De hecho, las piezas de este belén, un total de once, valga la redundancia, contando al perro lazarillo y un kiosco de venta de cupones, muestran desde una niña en silla de ruedas leyendo un libro en braille, pasando por una virgen María sordo-muda que hace el gesto de bienvenidos en lenguaje de signos, hasta diversas figuras de invidentes de ambos sexos y diversas edades, que portan bastones de diferentes colores. “Cada tono indica el grado de invalidez visual de esa persona. Un código bastante desconocido para el público en general y que queríamos dar a conocer”, matizó Lafragua, que es la autora del pintoresco fondo y base del montaje. “Los he elaborado con cupones de la ONCE, los centrales muy especiales e incluso antiguos (años 90), que he querido destacar pues sus motivos también son nacimientos navideños”, subrayó.

Por lo que respecta a las figuras, todas ellas modeladas a mano, “son obra de la artesana Vicenta Hernández de la localidad salmantina de Cespedosa de Tormes, creadora de muchas de las piezas más destacadas de nuestra sección de Castilla-León”, señaló Lafragua, orgullosa de poder mostrar la exposición de belenes “más diferenciadora a nivel nacional, no solo por el importante número tanto de montajes como de piezas que exponemos; sino porque con ellos trabajamos la etnografía y la antropología de pueblos de los cinco continentes, a la vez que fomentamos la obra de artesanos alfareros típica de cada comunidad -un oficio ancestral que se está perdiendo- mediante el encargo de trabajos exclusivos”, incidió.

Comunidad estrella Con todo, el stand estrella de este año está dedicado a la Comunidad Valenciana, con más de medio centenar de belenes de todos los rincones de su geografía, desde Manises a Valencia o desde Altea, Paterna y Albufera a Castellón y Alicante. Entre ellos no solo destacan sus famosos Lladró de porcelana, reposando sobre recortes de las carísimas y exquisitas telas con las que se confeccionan los trajes de falleras; sino también de ganchillo “elaborados por una señora de 82 años”, uno muy moderno con José, María y Jesús practicando skate, otros en velas o vidrio elaborados por la asociación de discapacitados Fet de Vidré, e incluso alguna que otra joyita en placas de barro cocido, creadas con la técnica de origen medieval, típica de la alfarería del Levante español, denominada socarrat (chamuscado en valenciano).

La sección de países tampoco se queda atrás. “Tenemos nuevos de Colombia, Guatemala, Perú, Portugal, México, Polinesia o Caribe, entre un largo etcétera, pero queremos destacar los llegados de África”, apunta. No en vano, se trata de coloristas piezas hechas a mano “por mujeres violadas y mutiladas que han encontrado refugio en el centro Jambo Congo de Bukavu, cerca del lago Xivo. Lo regenta una monja de Vitoria y nos lo ha traído, por encargo, una joven gasteiztarra que colabora con esta asociación”, explica.

Asimismo, los impresionantes belenes napolitano y provenzal siguen creciendo en personajes y minucioso atrezzo; así como la sección de autonomías del Estado. “Es nuestra pasión, mostrar en cada montaje las características culturales de cada región, de modo que los visitantes se vean representados y que ellos mismos nos expliquen sus tradiciones y folklore. Este nos ha llegado esta misma semana de La Mancha, es de esparto y, como no podía ser de otra forma, Don Quijote hace de San José”, apunta.

La muestra se completa, en la planta baja, con una zona de belenes infantiles, colocada junto al tradicional con piezas móviles de cinco metros de largo homenaje a Artziniega; un diorama, un pino del que cuelgan más de 400 belenes en miniatura y los dos montajes más un molino, dedicados al pueblo agote, del que desciende el propio escultor Xabier Santxotena. Esta área engloba, además, una interesante colección de belenes tradicionales y piezas antiguas, alguna de las cuales supera el siglo; así como un interesante belén hecho con clavos por el artista ayalés Jon García de Sojoguti. Para visitarlas, hay tiempo, ya que la muestra estará abierta hasta el 2 de febrero, de viernes a domingo, de 11.00 a 13.30 horas y de 16.00 a 19.00 horas. Además, los grupos grandes pueden concertar visita fuera de los horarios y fechas indicados (945 396 664/605 717 857).