Vitoria - La primera huelga mundial por el clima aprobó ayer con nota su primera edición de la historia en Vitoria gracias a los más de mil estudiantes que Fridays for future Gasteiz calcula que llenaron ayer la Plaza Nueva, lo que hizo sobrepasar con creces las expectativas del propio movimiento estudiantil, ya que pocos alumnos de Secundaria y universitarios quisieron perderse la concentración convocada al mediodía para exigir medidas urgentes a favor de la justicia social y en contra del deterioro del planeta. “Hay más gente que la que vino en marzo”, destaca un más que satisfecho Luca Sarobe, portavoz de Fridays for future Gasteiz, mientras estaba al frente de un taller de carteles que rezaban advertencias del estilo No hay planeta b, Nuestra casa está en llamas, y otras que, pese a este futuro tan gris tiraron del humor, como El planeta se está poniendo más caliente que mi novio.
Si bien, la que centró todas las miradas fue la de Klima larrialdia, el lema escogido para su pancarta gigante de la concentración, y en la que los integrantes de Viernes para el futuro reclamaron al Ayuntamiento “tres primeros pasos” contra esta situación de emergencia climática: el fin de las ayudas públicas a Ryanair, para que deje de operar en Foronda, y que ese dinero se dedique a financiar su segunda propuesta: el transporte público gratuito en la ciudad, además de pedir la creación de una empresa pública de distribución y generación de energías renovables.
Recogida de basura “Hay que levantar la voz para que nos escuchen porque la situación es grave”, explicaba Luz Marina Campos, de 16 años, una chica con un nombre y apellido “muy dedicado a la naturaleza”, como aclaraba entre risas, mientras enseñaba orgullosa, junto a Giselle Calderón y Jenifer Jiménez, sus compañeras de FP del grado de Socioculturales, su cartel que rezaba “La herramienta eficiente para combatir el cambio climático eres tú”. Campos, de hecho, está tan concienciada al respecto que en sus recientes vacaciones en Isla (Cantabria) ha recogido basura de la playa.
Otros jóvenes que ayer vaciaron las aulas para alzar su voz contra el cambio climático fueron Xabi García y Ekain Gómez de Segura, que como integrantes de los círculos marxistas universitarios estaban al frente de uno de los puestos de la Plaza Nueva para repartir folletos “para que esto no caiga en saco roto porque 100 empresas están creando el 71% de los gases de efecto invernadero llevando esto al desastre”, reprochaba Gómez de Segura.
Y pese a que los rostros juveniles fueron los predominantes en la Plaza Nueva, en ella también se vieron otros más maduritos, como los del movimiento de pensionistas, conscientes de la herencia que se va a dejar en este planeta, además de los representantes de una docena de colectivos ecologistas y sociales de la capital alavesa, como el Ateneo Republicano, Ekologistak Martxan y Gaden, y los de los sindicatos, quienes tampoco se quisieron perder este acto. Este caso, sin ir más lejos era el de Agustín Plaza, cara conocida del sindicato UGT, pero también de Izquierda Revolucionaria e Izquierda Unida. “Echamos la culpa a las multinacionales y al capitalismo porque solamente miran sus propios beneficios. Ahora mismo los países que más contaminan son EEUU y China. Por ello, sería necesario un cambio de sistema económico que mire más por las personas. La situación es especialmente grave, solamente hay que ver lo que ha pasado ahora con la gota fría”, denuncia.
Otros dos miembros de otro colectivo de Gasteiz que decidieron salir a la calle fueron Inma Zudaire y Pedro Campo, secretaria y presidente, respectivamente, de Kalimba, la asociación que utiliza la música y solidaridad para fomentar la convivencia y el apoyo mutuo en el barrio de Lakua Arriaga, mediante un espacio quincenal de meriendas musicales dirigidas fundamentalmente a niños. “Adultos como nosotros, también hemos venido a esta manifestación porque el planeta está hecho polvo”, resaltan.
moción municipal La propia Corporación municipal también bajó al mediodía a este llamamiento tras hacer un pequeño parón del Pleno que se celebraba desde primera hora, en el que se aprobó una moción de la plataforma Benetako Green, por la que Vitoria declaró la emergencia climática y se comprometió a reducir su emisión de gases nocivos, a ser posible antes de 2035, con los votos favorables de PP y EH Bildu y la abstención del equipo de gobierno. Dicha sesión plenaria no contó con los ediles de Elkarrekin Vitoria porque la coalición formada por Podemos, Ezker Anitza IU y Equo Berdeak decidió sumarse a la huelga verde durante todo el día.
El manifiesto. Fridays for future Gasteiz destacó lo importante que ayer fue reunir en la Plaza Nueva de Vitoria “a tantos estudiantes y trabajadores para
reclamar medidas contra el cambio climático que no solo sean efectivas, sino que también sean
justas, haciendo que los principales causantes del cambio climático sean quienes más contribuyan a pagar los costes de la necesaria descarbonización”. Con ese horizonte en mente, exigieron tres iniciativas al Ayuntamiento: el fin de las ayudas públicas a Ryanair en Foronda, transporte público
gratuito y la creación de una empresa pública municipal de distribución y generación de energías renovables.