VITORIA - El consumo de tabaco ha bajado de forma considerable entre la población alavesa a lo largo de los últimos años, en buena medida gracias al veto al humo en los espacios públicos y a las frecuentes campañas de concienciación sobre su peligrosidad. La última encuesta sobre adicciones publicada por el Departamento vasco de Salud, relativa a 2017, constató de hecho que a finales de ese ejercicio la cifra de fumadores había caído en la CAV hasta el 22,1%, lo que supuso un descenso superior a los ochos puntos en sólo una década y de 16 en el plazo de 25 años. Números récord a la baja que fueron calificados en su momento como “esperanzadores” por el Gobierno Vasco pero que en adelante han encontrado un contrapunto en las cifras de ventas de los distintos productos derivados del tabaco. El gasto de los alaveses en cigarrillos, cigarros (puros) y en tabaco de liar y de pipa ha experimentado un leve repunte a partir del año 2018, según los últimos datos publicados por el Comisionado para el mercado de tabacos (CMT), de lo cual se intuye que la batalla contra el humo todavía será larga.
El ejercicio 2017 marcó una tendencia hacia el descenso del consumo en el territorio a la vista de los registros del CMT, cuando las ventas totales de tabaco en todas sus variedades cayeron hasta los 74,47 millones de euros, casi cuatro menos que durante el año 2016 -78,42 millones-. Un descenso del 5% derivado, fundamentalmente, de la importante caída que se produjo entonces en la venta de cigarrillos, alrededor de 1,2 millones de cajetillas menos dispensadas en Álava según el CMT, pero que no tuvo continuidad en el siguiente año 2018. Entonces, las ventas de los distintos productos de tabaco alcanzaron en el territorio los 76,12 millones, lo que supuso un 2,2% más que el durante el ejercicio anterior. De nuevo, el incremento en las ventas de cigarrillos, cerca de 300.000 cajetillas más en todo el año, ayudó a engordar las cifras, aunque también creció la compra de tabaco de liar -casi 400 kilogramos más que el ejercicio anterior- y de pipa -169 kilos más-.
En lo que va de 2019, si bien se ha dado una ligera caída en las ventas, los números son similares a los del año pasado. Hasta el 30 de junio, último día con datos registrados, se habían dispensado 124.539 cajetillas menos de tabaco que justo un año antes y 164.380 unidades menos de cigarros. Sí que habían crecido, por contra, las ventas de tabaco de liar y de pipa, con 412 y 194 kilos más, respectivamente. Traducido al dinero, el gasto cayó de los 37,57 millones de euros del primer semestre de 2018 a los 37,09 del mismo periodo del ejercicio actual, un 1,2% menos.
contraste Está todavía por ver si la tendencia del consumo sigue de aquí a final de año a la baja o las cifras se asemejan más -o incluso superan- a las del ejercicio anterior, pero los últimos estudios realizados a un nivel más local por el Departamento de Salud sí que señalan que en los últimos años el número de fumadores no ha dejado de caer y que quienes siguen consumiendo tabaco fuman menos cigarrillos. De hecho, la encuesta sobre adicciones más reciente apunta a que desde el año 2002 se ha dado una progresiva reducción de las personas fumadoras, pero también a que a partir del año 2010, justo uno antes de que entrase en vigor la prohibición de fumar en los establecimientos de hostelería, la reducción ha sido notablemente mayor.
Si en 1992 el 38,8% de las personas fumaba, en 2008 la tasa de fumadores habituales ya era del 30,5%, una cifra que cayó hasta el 22,1% en la encuesta de 2017. El mismo informe refleja que junto al descenso en la tasa de fumadores y en el número de cigarros diarios de los que sí fuman, se ha dado también un aumento en el número de personas que nunca ha fumado, una cifra que se situaba en el al 48,8% en el año 2017, frente al 45,6% de 2012. En ese porcentaje había más mujeres que hombres.
Por edades, la proporción de jóvenes de entre 15 y 34 años que nunca ha fumado era en el momento de la publicación de la encuesta de adicciones del 63,1%, mientras que en la población de entre 35 y 74 años la tasa se situaba en el 44,3%.
Por otra parte, el consumo ocasional de tabaco se situaba por aquel entonces en el 2,6%. Entre las personas más jóvenes, de 15 a 34 años, el porcentaje ascendía hasta el 4,3%, casi el doble que el que marcaban las personas de 35 a 74 años -2,5%-. Otro dato a tener en cuenta en el informe se refiere al abandono del consumo de tabaco por parte de personas que previamente han fumado, que había aumentado hace casi dos años hasta el 26,5%, un porcentaje que ha ascendido en los últimos años y que en 2012, por ejemplo, era del 23,2%. Entre los que consumen a diario, el 72% no había intentado dejar de fumar y a un 60% de ellos sí les gustaría hacerlo.
En cuanto al tipo de tabaco consumido, y en consonancia con los datos del CMT, los cigarrillos de paquete siguen siendo los más populares. El 72% de las personas fumadoras sólo consume este producto, el 14,2% únicamente tabaco de liar y, por primera vez, el informe recogía también un consumo de cigarrillos electrónicos que se extiende entre el 6% de la población fumadora.
alta participación Osakidetza ofrece programas de deshabituación grupal e individual y cuenta también con un teléfono gratuito, el 94 400 75 73, de información y ayuda en el proceso de abandono del tabaco. Entre 2012 y 2017 participaron en estas dinámicas un total de 18.789 personas en el conjunto de la CAV. Como curiosidad, las mujeres participan más que los hombres en estas terapias, a pesar de tener una prevalencia de consumo de tabaco menor. Por ejemplo, 1.619 mujeres y 1.361 hombres tomaron parte en estos programas durante el ejercicio 2017. El Departamento vasco de Salud ha puesto también el foco en los años recientes en la población joven, con el objetivo de alejarla del consumo de tabaco, a través de programas de concienciación como Kerik gabeko gazteak, un nuevo programa iniciado el pasado curso escolar y que sustituyó a Clases sin humo.