Vitoria - La cancha de basket de la calle Caracas de Vitoria se va a convertir próximamente en un lienzo a gran escala con el objetivo de dar color y vida a esta zona un tanto gris del barrio de El Pilar. La idea, en concreto, consiste en pintar su suelo, el tablero de la canasta y la mesa de ping-pong para crear un entorno seguro donde poder disfrutar, compartir o sentirse libre, en el que los valores de trabajo en equipo e igualdad predominen, fomentando así las relaciones interpersonales y, en consecuencia, renovando el tejido social. Lo harán gracias a un proyecto de arte colaborativo llamado Berpiztu que pretende conseguir un cambio en la comunidad regenerando los suelos de estas pistas de baloncesto, de la mano de artistas, asociaciones y vecinos convirtiéndolas en obras únicas. De esta forma, como explican los representantes del medio centenar de personas que se estima que participarán en esta iniciativa, las canchas “son más atractivas y sirven de gancho para que la juventud se acerque a las mismas y se anime a hacer deporte. Y en esta transformación se implican a otros agentes”.
El equipo de Berpiztu está compuesto por Nerea Galván, Ibon Alcón y Ane Cabello, tres universitarios emprendedores de entre 19 y 22 años, que forman parte de la asociación júnior llamada Zennit, que lleva a cabo diferentes proyectos sociales y tecnológicos. Cuenta también con la inestimable asistencia de Pompa945, la propuesta comunitaria de regeneración del barrio El Pilar a través del arte urbano, además de la colaboración del CB Araba de baloncesto femenino, que tiene en el polideportivo del barrio su lugar de encuentro, y de Jonathan García, que obtuvo el primer premio en el concurso organizado por Posca Europe, y que se encargará de su dirección artística.
“Los tres alumnos del grado de Leinn (Liderazgo, Emprendimiento e Innovación), de la Universidad de Mondragón, que formamos Zennit vimos que había un vínculo claro con Pompa945, que regenera espacio público y tejido social”, recuerda Ibon Alcón. “Y nosotros, como Pompa945 asumimos la idea para intentar materializarla y reconquistar este espacio y vimos que el proyecto se conectaba claramente con el Club Araba”, añade Carlos Cordovilla, educador de calle.
La inspiración ¿Pero cómo agregar algo interesante y único a estas canchas que entusiasme a la comunidad? Se preguntaba este equipo. La respuesta a esta pregunta fue el proyecto Backboard, creado por Dan Peterson, un estadounidense amante del baloncesto que usa las canchas públicas de baloncesto como lienzo para la expresión creativa con el fin de fortalecer las comunidades y en el que reconocen que se han inspirado. Por eso, como detalla Alcón, decidieron viajar en marzo a San Francisco para conocer de cerca los proyectos que ya existen allí, ya que en Europa sólo hay “un par de proyectos”, como el Pigalle, de París.
De todas las canchas que se pueden mejorar en Vitoria han decidido empezar por la cancha de la calle Caracas, “ya que es una zona en la que el deterioro y los desperfectos son visibles”, a pesar de ser una calle transitada. “Queremos que lo que ahora es una calle de mero tránsito y un tanto abandonada se convierta en un lugar con vida”, resalta Itziar Aduna.
Y el artista local Jonathan García ya sabe cómo poder lograrlo, como muestran los bocetos tanto del suelo, como del tablero de la canasta y de la mesa de ping-pong, en los que predomina un fondo negro, plagado de triángulos y confetis en vivos colores. “Me he imaginado a los vecinos de los edificios que rodean la cancha, para que con una técnica de degradado sea bonita cuando la vean desde casa”, aclara García.
La idea de este equipo es pintar cuanto antes la cancha de la calle Caracas, para lo que necesitarán diez días de acción, pero para ello es necesario primero que se limpie su suelo, que se quiten las grietas y que se den unas imprimaciones. El handicap en este caso es el coste de los materiales “porque el suelo encarece los costes”, y más cuando se trata de 180 metros cuadrados de superficie a cubrir, más la capa de barniz protectora para evitar resbalones. Calculan que necesitarán unos 2.000 euros. No es mucho, pero sí que lo es, cuando de momento, corre sólo de las aportaciones de los participantes. “Queremos hacer más canchas en Gasteiz y el año que viene ir a India y China. Es muy importante empezar por esta primera, para tener una carta presentación”, subraya Nerea Galván.
Esta joven emprendedora de la asociación júnior Zennit insiste en la importancia de materializar la regeneración de la cancha de la calle Caracas “para tener una carta de presentación que les abra el camino”.
Es uno de los tres universitarios del grado de Leinn que forma parte de la asociación Zennit.
Este artista local, apasionado del arte y del basket, conocido por sus cuadros, murales, tablas de skate y surf, es el encargado de los diseños y de la dirección de esta obra.
Esta educadora de calle trabaja en El Pilar a través de Pompa945.
Este educador de calle vio que el proyecto Berpiztu también conectaba con el CB Araba.
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Días. Es lo que tardarán en realizar esta obra, en la que podrán participar todos los ciudadanos.