nanclares - Iruña Oka acogió ayer domingo la cuarta edición de la Badaia Bike Marathon, una prueba ciclista que, pese a su corta vida, se ha convertido en una cita ineludible para los aficionados a la BTT. Los corredores salieron a las 9 de la mañana desde la Avenida de Langraiz de Nanclares para completar un recorrido de 65 kilómetros en los que debieron superar un desnivel positivo de 2.600 metros.
El trazado ascendió a las cumbres de los montes Oteros, Pikatxo, Armikelo y Amaritu, y pasó, como ya es tradición en su parte final, por el Jardín Botánico de Santa Catalina, donde se había instalado una zona de avituallamiento. El aumento de la participación y la presencia de ciclistas destacados en la misma demuestra la importancia que la Badaia Bike Marathon ha logrado en sus cuatro años de recorrido gracias al buen hacer de sus organizadores, el Ayuntamiento de Iruña de Oca y los clubes CDC Pro Evasion Bike y CDC Vibike, y a la implicación de un centenar de voluntarios que colaboran para que la carrera sea un éxito.
Por otra parte, cientos de moteros llegados de toda Euskadi y zonas limítrofes se dieron cita en la tarde del sábado en Iruña de Oca para rendir, a partir de las 6 de la tarde, un sencillo pero emotivo homenaje a los fallecidos en las carreteras. En un acto organizado por el club Moto Langraiz, desde este fin de semana se recuerda a los moteros fallecidos con un pequeño monumento en el que se reproducen un casco y unos guantes con la denominación de Ráfagas al Cielo. - P. J. Pérez