Agurain estrena cinco cabezudos en honor a los motes de los pueblos del municipio
Sustituyen a las ocho figuras que salen a la calle en fiestas y que se hallan en mal estadoSu puesta de largo coincidió con la festividad de San Juan Degollao
agurain - Los cabezudos son una tradición popular celebrada en muchas fiestas locales de Europa occidental y América Latina que dan color y alegría a los festejos. Por este motivo, el Ayuntamiento de Agurain ha querido recuperar el esplendor perdido con el paso de los años y ha construido cinco nuevos personajes. Se trata de El Koitao, El Dejau, La Peku, La Kontesa y Tres en un huevo, en alusión a los motes de los vecinos de las localidades de Alangua, Egileor, Opakua, Agurain y Arrizala.
Estos nuevos personajes han sustituido a los anteriores. Atrás quedan ya el diablo, la vieja y otras tantas figuras (se ha llegado hasta un máximo de ocho a la vez) que a lo largo de los años han hecho las delicias de los txikis en las fiestas. “Veíamos que los anteriores, los zaragozanos, estaban en mal estado y nos planteamos la construcción de unos nuevos”, explica Josu Pérez de Villarreal, técnico sociocultural del Ayuntamiento de Agurain, quien reconoce que en los últimos años estos personajes han perdido protagonismo en la fiesta. “Cuando éramos pequeños, los cabezudos eran toda una fiesta, en los últimos años no era así. Salían chavales de 14 y 15 años y daban buenos zurriagazos con las puxikas”, señala.
La idea de cambiar los cabezudos se materializó finalmente el pasado año cuando responsables políticos del Ayuntamiento y personal técnico comenzaron a dar forma a la idea inicial y que además tuviera identidad propia. “La idea no era comprar unos y listo, sino que tuvieran relación con el municipio”, explican los promotores de la idea. En un principio se decantaron por reflejar en fibra de vidrio personajes destacados de Agurain y reconocibles por buena parte de los vecinos. La zokorra, el sacamantecas, el porrero y la sorgiña o un punky en alusión a Evaristo, el cantante de La Polla Records fueron algunos de los nombres propuestos, aunque finalmente fueron desechados. “En el caso del porrero y la sorgiña nos parecía que perdían el protagonismo en Carnaval o en el de zokorra, nos daba un poco de yuyu porque por su historia igual cada vez que la saquemos tenemos que hacer un rito pidiendo permiso para que no ocurra nada malo”, explica Karmele, gestora de la sala Harresi.
Según cuenta la leyenda cuenta era tanto el miedo que causaba la figura de la Zokorra, que algunos de los vecinos, decidieron denunciarla a la autoridad. En el proceso judicial aseguraron haberle visto realizar numerosos actos diabólicos. En aquel oscuro tiempo de procesos inquisitoriales, la bruja Zokorra no tardó en ser condenada a la hoguera. Cuentan que, cuando se encontraba entre las llamas, lanzó una maldición hacia el pueblo que le arrebataba la vida: “¡No habrá dos sin tres!”. Con ello hacía referencia a que en el pueblo morirían de tres en tres personas. También afirmó que cada cuatro grupos de personas muertas, habría además otro joven fallecido. Ambas predicciones se cumplen, si hemos de creer el asentimiento general. Y cuando muere alguien en la villa ronda la duda sobre quienes serán los acompañantes de tan luctuoso viaje.
Tras mucho darle vuelta los representantes municipales decidieron finalmente hacer un homenaje a los cinco pueblos que conforman el municipio y a sus motes. En Alangua sus vecinos son los coitaos, en Egileor son dejaus, a los de Arrizala se les conoce por tres en un huevo, pekus son los de Opakua y en Agurain sus habitantes son conocidos como los condes.
“Hemos tratado de ir más allá de los propios nombres que en un principio pueden parecer una cosa, pero finalmente son otra”, explican. En el caso de los pekus es en alusión a que son los primeros en oír al cucu en la cercana sierra de Entzia. Los dejaus no hacen referencia a su falta de higiene personal sino porque fueron los habitantes de Egileor los que se dejaron olvidada una cruz que compartían en romería con las localidades cercanas. Tres en un huevo hace referencia a lo agarrados que eran los vecinos de Arrizala, empeñados en meter tres yemas en un huevo, mientras que coitados hacía referencia a lo ingenuo que fue uno de los vecinos de Alangua al pensar que el agua del río iba a subir en vez de bajar.
Una vez fijados los motivos de los personajes decidieron que dos de los cinco iban a ser mujeres (la representante de Agurain y de Opakua). “Entonces lo difícil fue trasladar al artista que iba a confeccionarlos nuestra idea de cómo veíamos al personaje y qué características tenía”; señaló Pérez de Villarreal.
Mikel Ibarzabal ha sido el encargado de plasmar esas ideas en la fibra de vidrio con la que están hechas los personajes. El artista guipuzcoano construyo gigantes, cabezudos, muñecos de vestir, mascotas, decorados, atrezzos en su taller de Urretxu y además ha participado en comparsas de gigantes y cabezudos, he trabajado como titiritero y en el teatro.
Tras varios meses de trabajo artesanal, ya que todo se hace manualmente utilizando herramienta de mano, Agurain presentó sus nuevo cinco cabezudos coincidiendo con la festividad de San Juan Degollao.
Todos ellos reflejan a la perfección el espíritu del mote. El koitao lleva el pelo peinado con raya en medio y unas enormes gafas, la Peku parece una mujer de moral distraída, el Dejau destaca por su expresión en la cara y su gorro, la Kontesa mira con unos impresionantes ojos azules bajo un moño impoluto de pelo gris con una pipa en la boca y Tres en un huevo, con mirada socarrona, se ha enfundado una boina que recuerda al dolmen de Sorginetxe.
Para recuperar el esplendor perdido el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con diversos colectivos de la localidad para sacar a la calle los nuevos cabezudos y hasta el momento han mostrado su interés las asociaciones de padres y madres de Lautada Ikastola y Lope de Larrea. Desde el consistorio animan al resto de entidades a participar.
Finalmente las manos del artista han dado como resultado cinco curiosos personajes que comenzarán a hacer de las suyas en las fiestas de este fin de semana junto al gigante y la giganta tratando de que “los críos recuperen el interés por sacar a los cabezudos, que estaba perdiéndose”.
Agurain. El resto de los pueblos del municipio bromea con la “arrogancia” de sus habitantes.
Arrizala. Sus vecinos tienen fama de ‘agarrados’, empeñados en meter tres yemas en un huevo.
Egileor. Los vecinos del pueblo se dejaron olvidada una cruz que compartían con otras localidades.
Alangua. Uno de sus habitantes pensaba que el agua del río iba a subir en lugar de bajar.
Opakua. Sus residentes son los primeros en oír al cucu en la cercana Sierra de Entzia.
Cambio. Las figuras anteriores, las zaragozanas, se encontraban en mal estado, por lo que los responsables políticos y técnicos del Ayuntamiento decidieron crear nuevos cabezudos.
Personajes. Inicialmente se pensó en que las figuras aludieran a personajes conocidos, como la zokorra, el sacamantecas, el porrero, la sorgiña o el punky.
Pueblos. Finalmente, los representantes municipales decidieron rendir homenaje a los cinco pueblos que conforman el municipio: Alangua, Egileor, Opakua, Agurain y Arrizala.
Motes. Los nuevos cabezudos serán El Koitao, El Dejau, La Peku, La Kontesa y Tres en un huevo, en referencia a los motes de los habitantes de los cinco pueblos.
El técnico sociocultural del Ayuntamiento de Agurain explica que el objetivo de la iniciativa es contar con unas figuras que guardaran relación con la identidad del municipio.