respaldiza - Los alrededores del refugio de Kobata en Sierra Salvada (zona en la que aún los pastores mantienen sus txaulas) serán el sábado punto de encuentro de las decenas de personas que ascenderán hasta estas cumbres con el objetivo de tomar parte en la romería de San Vítores. Los actos comenzarán oficialmente a las 12.00 horas con una misa al aire libre a la que le seguirá una exhibición de perros pastor y el acto de homenaje a las personas que aún hoy, y desgraciadamente cada vez menos, se dedican al duro oficio del pastoreo en Sierra Salvada.

“El año pasado se reconoció a las hermanas Ibarrola Villanueva de Menoio por ser un ejemplo de relevo generacional en la explotación ganadera, sobre todo, dedicada a la elaboración de queso, que levantaron sus padres Valentín y Mercedes, y este año se ha escogido al veterano Miguel Menoio Iturribarria por toda una vida entregada al pastoreo y, especialmente, en Sierra Salvada”, informó a este periódico el alcalde de Ayala, Gentza Alamillo.

A continuación tendrá lugar la comida popular que, a base de paella, siempre elaboran los integrantes de la sociedad gastronómica Rakataplá de Llodio. La tarde estará animada con juegos típicos de esta jornada tales como rana, lanzamiento de txapela o una simpática sokatira en la que los pastores y pastoras medirán sus fuerzas contra el resto. El broche de oro lo pondrá la romería de bailables con Iñaki Otegi y una chocolatada. Desde el Ayuntamiento de Ayala insisten un año más en que el acceso con vehículos estará restringido, excepto para la organización y vehículos de emergencia. De esta manera, quienes no dispongan del permiso oportuno no podrá subir en coche de 9.00 a 11.00 y de 11.45 a 12.30 horas. “Parece que el tiempo nos va a respetar, por lo que solo animo a la gente a acudir a esta fiesta, pero con respeto hacia el entorno milenario que la alberga y haciendo uso de los párkings habilitados”, ruega Alamillo.

Para encontrar las raíces de esta fiesta hay que retrotraerse a 1991 cuando el vecino de Amurrio Alberto Luengas Otaola, buceando en el archivo del Ayuntamiento de Ayala en busca de información para realizar un vídeo sobre la citada serranía, se topó con un documento de 1630 en el que se recoge cómo los vecinos de la Tierra de Ayala acordaron construir una lobera, cuyo hoyo fuera realizado junto a la ermita de San Vítores, cerca del Portillo del Aro. El dato puso sobre la mesa que en el siglo XVII hubo en la zona un templo.