Vitoria - La cosecha de cereal en Álava confirma las buenas expectativas en producción y precios, aunque con rendimientos muy irregulares y retrasos en la recolección. Pese a ello, las previsiones de esta campaña de 2018, con menos del 50% recogido, son muy buenas en este territorio, tal y como lo indican desde la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Euskadi.
Nada hacía presagiar estas buenas sensaciones cuando la cosecha se veía obligada a arrancar con un mes de retraso debido a unos duros invierno y primavera, que habían provocado que las labores de siembra, abonado y tratamientos fitosanitarios no se hayan realizado o, como especifica la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Euskadi, “que cuando se han realizado no eran con las mejores condiciones”.
Aparte, el agro tuvo que luchar con otro tipo de contratiempos, dado que el retraso del ciclo vegetativo se ha incrementado por la ausencia de sol y las bajas temperaturas de este verano, así como por las frecuentes lluvias que estamos padeciendo, “que han venido acompañadas de tormentas y granizo lo que ha provocado importantes daños dispersos por todas las comarcas alavesas”.
A fecha de hoy, la recolección de colza, avena y cebada está por la mitad, quedando pendiente el 80% del trigo. Según detalla la Federación vasca de Cooperativas, los rendimientos medios son de unos 5.500 kg/ha., con importantes diferencias entre fincas, incluso muy cercanas, motivadas por la posibilidad de realización de las labores antes mencionadas, así como por su riesgo de inundación o el pedrisco, entre otras. “Esto ha provocado que en muy poca distancia e incluso en fincas limítrofes, podamos observar producciones de 4.000 kg/ha. y de 8.000 kg/ha. Se espera recoger en Álava 126.000 toneladas de trigo, 75.000 de cebada y 32.000 de avena”, precisa.
La calidad no es mala, si bien, el exceso de humedad que ha padecido el cultivo provoca un bajo peso específico y una proteína media-baja. “Además, si la cosecha se hace en malas condiciones (humedad, hierbas?) desviará el grano a pienso para los animales, en vez de a malta o a harina de consumo humano”, puntualiza.
En el conjunto del Estado también ha habido una gran cosecha, tanto en producción como en calidad. Por el contrario, en el norte de Europa y especialmente en Rusia y Ucrania, países importadores en el mercado estatal, los fenómenos meteorológicos han sido muy contrarios a los nuestros, con pocas lluvias y calor extremo. Ello ha provocado una cosecha un 30% menor a lo habitual. “Esta situación hace que el mercado esté muy revuelto”, añade.
Con respecto a los cultivos de primavera o tardíos, destaca que el girasol está espléndido y la remolacha cuenta con muy buenas expectativas en el territorio histórico. Por el contrario, las legumbres “no van a tener su mejor año” y la patata sufre las siembras tardías, el mildiu y el encharcamiento.