La consejera de Educación del Gobierno Vasco, Cristina Uriarte, ha firmado ya la orden por la que se autoriza la apertura y funcionamiento de un centro privado de Educación Infantil y Primaria en el municipio de Ribera Baja, concretamente en la localidad de Manzanos. La autorización ya se ha publicado en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) del pasado viernes.
La solicitud de este permiso fue presentada por la asociación de padres de La Puebla de Arganzón con el objeto de poner en funcionamiento el centro, tras reunir los requisitos mínimos de los centros que imparten enseñanzas de segundo ciclo de la educación Infantil, la educación Primaria y la educación Secundaria en el País Vasco.
Por lo tanto, el ejecutivo autonómico ha decidido autorizar la apertura del centro docente, que llevará el nombre de Argantzon Ikastola y cuya titularidad pertenecerá a la asociación de padres de Argantzon de La Puebla de Arganzón.
El centro se ubicará en el número 16 de la calle Sobre la Rueda y en él se autoriza a impartir las enseñanzas de Educación Infantil, con una capacidad de una unidad para 19 puestos escolares, y de Educación Primaria, también en una unidad para 24 puestos escolares.
Según se confirma desde la dirección de la ikastola, el centro queda obligado al cumplimiento de la normativa vigente en cuanto a la titulación académica y perfil lingüístico del profesorado destinado a impartir las enseñanzas autorizadas ya que, en caso contrario, procedería la revocación de la autorización otorgada. Respecto a la construcción, el centro deberá cumplir el Código Técnico de la Edificación, así como las condiciones higiénicas, sanitarias, acústicas, de habitabilidad, de seguridad y de accesibilidad que establece la legislación vigente. La responsabilidad por el incumplimiento de dichas condiciones corresponderá al titular del centro.
En cuanto a las enseñanzas autorizadas, éstas se impartirán con arreglo a la ordenación académica en vigor. Cualquier modificación de las enseñanzas autorizadas, aun cuando se realice con carácter experimental, deberá ser aprobada por el Departamento de Educación.
Esta autorización, según Ekaiz Lotina, director del centro, es el primer paso oficial para la creación de la ikastola, y aunque la orden fue firmada el pasado 13 de junio llega justo después de la celebración del Araba Euskaraz que, en esta ocasión, estuvo dedicado a este proyecto situado en la actualidad en el enclave.
El problema actual del centro es que no recibe apoyos de concertación -como si lo tienen otros colegios privados de esa comunidad- por parte de las autoridades de la Junta de Castilla y León, “porque su modelo educativo no entra en los criterios de las autoridades castellanoleonesas”, con lo que se genera una complicada situación económica para el mantenimiento de la ikastola. Hasta ahora, ésta ha sido posible con contratos a media jornada y mucha buena voluntad por parte de los siete profesores de la plantilla. Y por otro lado, la necesidad de poder impartir enseñanzas de Primaria, ya que solo podían asumir hasta ahora la Educación Infantil y posteriormente la enseñanza en euskera la debían seguir los alumnos en centros de Vitoria o de otras localidades vascas, según ha explicado Lotina.
pasos posteriores A este primer paso se debe añadir otro a la mayor brevedad, tal y como añade el director, y no es otra cosa que lograr que para este próximo curso ya se pueda contar con la concertación de plazas. “En un convenio necesario para poder comenzar en Manzanos, aunque entendemos que éste se logrará fuera del plazo en el que habitualmente se realiza. Lo positivo es que tras la orden de autorización y apertura ya es posible conveniar con el Gobierno Vasco”.
Un nuevo futuro. La ikastola de La Puebla de Arganzón ha tenido que sobrevivir a lo largo de su historia sin apoyos de concertación por parte de las autoridades de la Junta de Castilla y León, lo que ha traído de la mano una complicada situación económica para su mantenimiento. Hasta ahora, éste ha sido posible con contratos a media jornada y mucha buena voluntad por parte de los siete profesores de la plantilla. El centro, además, sólo podía asumir la Educación Infantil.