Vitoria - A ritmo de rock & roll se celebró ayer la quinta entrega de premios de la Semana Grande del Pintxo de Álava a las 12.30 horas. El Iradier Arena acogió a los quince finalistas alaveses, de los cuales sólo 3 se llevaron los codiciados oro (con una dotación de 600 euros, entre otros premios), plata (300 euros) y bronce (200 euros). Entre los ganadores se encontró la creación de José Antonio de Parla y Maikel Santos, Bonito Cactus!!!, del Portalón, pintxo ganador del primer puesto. El objetivo estuvo claro desde el principio: diseñar un pintxo basado en el km 0 (utilizar productos locales alaveses y fusionarlos).
La Semana Grande del Pintxo de Álava llegó este mes con su quinta edición. A lo largo de trece días, los amantes de la gastronomía de bocado pudieron asistir y degustar cada una de las creaciones de todos los participantes. La opinión de los ciudadanos también fue tenida en cuenta, además de la de los 4 miembros del jurado popular y de los otros 5 integrantes del jurado profesional. Este último estuvo conformado por cocineros y especialistas de la alta restauración en miniatura, que se encargaron de poner nota a las creaciones de los 24 establecimientos más destacados.
Tras el ruido de los fogones y todo el esfuerzo requerido, dio comienzo la entrega de premios. Gorka Urtaran, alcalde de la capital alavesa; Isabel Muela, viceconsejera de Turismo del Gobierno Vasco, y Javier Oribe, jefe de servicio de Turismo de la Diputación Foral de Álava, presidieron la gala de premios. Antes de nombrar a los campeones, Muela intervino con agradecimientos para todo el equipo y los participantes, asegurando, además, que “la gastronomía es la segunda razón del turismo en Euskadi”.
La innovación y el crecimiento del sector de la hostelería y la restauración deben ser -en palabras de la viceconsejera-, una prioridad, pues “cocinar nos hace más felices a nosotros y a los demás”. Urtaran, por su parte, agradeció el esfuerzo, tanto de la organización como de los colaboradores, por “potenciar la gastronomía alavesa”, dado que el pintxo es una seña de identidad de Gasteiz -matizó-. “El sentimiento de satisfacción de quienes nos visitan crece cada vez más gracias a nuestra gastronomía”, motivo por el cual Urtaran confesó su deseo de colocar Vitoria en el mapa como referente. No desaprovechó la oportunidad para recordar que en primavera del año que viene se celebrará el Congreso internacional de Enoturismo, también en Gasteiz.
Finalmente, llegó el turno de los tan codiciados reconocimientos gastronómicos. José Antonio de Parla y Maikel Santos, cocineros de El Portalón, se llevaron el Oro con su pintxo Bonito Cactus!!! y homenajearon a sus mujeres durante el acto, asegurando que “sin ellas no sería posible; son las que nos aguantan y nos cuidan”. La plata fue a parar a manos de Miguel Marcos y María José Casado, de Triskari, por su pintxo Waneesia, quienes utilizaron “mucha ilusión y cariño” como ingredientes extra -bromeó Marcos-. El bronce lo ganó la creación de Aitor Etxenike y Luis Ángel Plágaro, de Sukalki, con su Nikuman de sukalki y txakinarto. Entre los otros siete premios concedidos en la plaza de toros de Vitoria estaba el pintxo ganador del premio popular Amstel Oro (otorgado mediante las votaciones de todos los consumidores a través de una app), De Camino a Santiago, creado por Javier Delgado, de Taberna O’Carallo. “Es una cuestión de contrastes”, confirmó el andaluz Delgado, en referencia a su pintxo con guiño gallego.
Los veteranos también fueron homenajeados durante la gala. Tal fue el caso de Hitokutxi, el nuevo pintxo con fusión japonesa de Mitxel Suárez, campeón de la edición de 2017, quien destacó el pintxo de bocado como “el más importante”. Sin duda, el punch and crunch (sabor y crujiente) se vio reflejado a la perfección este año, sin dejar de lado la multiculturalidad y el buen sabor de boca que un jurado afortunado pudo disfrutar.
Kilómetro cero. Uno de los recursos más alabados de la edición de este año fue aprovechar los ingredientes locales para aportar frescor a los pintxos y potenciar la gastronomía alavesa.
Nivel “altísimo”. Todos los participantes coincidieron en que el nivel de las ediciones de este concurso aumenta considerablemente año tras año, tanto en presentación como en elaboración.
Las claves. Los concursantes afirmaron que para elaborar un buen pintxo hace falta rapidez, pocos ingredientes y viabilidad.