Vitoria - La escena se ha repetido tres veces en apenas unos días. Un avión con destino Foronda se dispone a aterrizar en el aeropuerto alavés..., pero no puede hacerlo porque está cerrado. La única opción que le queda, dar vueltas en el aire hasta que llega la hora de apertura. Sólo el martes sucedió dos veces. Por la mañana, con el vuelo de Ryanair procedente de Tenerife, que llegó a Foronda con veinte minutos de antelación, alrededor de las 12.10 horas, cuando el aeropuerto no abre hasta las 12.30 horas.

Por la tarde el afectado fue el avión del equipo de fútbol del Valencia, rival del Deportivo Alavés en la Copa del Rey. Su aterrizaje estaba previsto para las 20.40 horas -el aeropuerto abre a las 20.30 horas-, pero llegó con más de veinte minutos de antelación, tiempo que estuvo sobrevolando una y otra vez el cielo alavés dando vueltas hasta que la terminal levantó la persiana.

Otro equipo de fútbol, el Sevilla, tuvo el mismo problema el pasado día 13, un día antes de enfrentarse al Glorioso en Mendizorroza, cuando tuvo que hacer tiempo en el aire durante casi media hora hasta que pudo aterrizar una vez abierto el aeropuerto.

El propio Baskonia conoce bien lo que es llegar al aeropuerto y tener que esperar en el aire durante un buen rato. Una de las últimas ocasiones fue el pasado 11 de noviembre, cuando los jugadores y el resto de la expedición tuvo que aguardar la friolera de cincuenta minutos en el aire cuando regresaba de jugar contra el CSKA de Moscú y llegó a Foronda a las 6.40 horas, mucho antes de las 7.30 horas a la que el aeropuerto abría sus puertas. Apenas tres días después, el 14 de noviembre, otro vuelo de Ryanair procedente de Tenerife sufrió la misma situación, teniendo que esperar.

Vuelos entre Madrid y Bilbao que acaban regresando a Barajas por no poder aterrizar ni en Loiu ni en Foronda -sucedió el 21 de noviembre de 2016 con un enlace de Air Europa-, viajes del Imserso desde Tenerife que acaban tomando tierra en Madrid cuando debían hacerlo en Foronda -11 de junio de 2016-, pasajeros que esperan regresar a casa aterrizando en Foronda y se encuentran con que van a hacerlo en Loiu, como les sucedió a los viajeros que volvían de Lanzarote el 29 de abril... Los ejemplos son muchos y se suceden con más frecuencia de la deseada.

La eliminación de la licencia H24, la posibilidad de abrir día y noche, en agosto de 2012, cuando el Gobierno de Rajoy puso en marcha su llamado plan de eficiencia aeroportuaria, dejó a Foronda con un horario de apertura únicamente nocturno que no se tocó hasta marzo del año pasado, cuando la llegada de Ryanair trajo consigo la activación de ventanas horarias concretas durante el día para atender sus vuelos.

Un vaivén horario que no invita precisamente a que las aerolíneas, ni de carga ni de pasajeros, se animen a utilizarlo no ya como aeropuerto principal de destino, sino como alternativa cuando no puede tomar tierra, por ejemplo, en Loiu. Así, Foronda es hoy en día un aeropuerto H16, con un margen de dos horas antes y después de dichas ventanas para casos concretos que se soliciten con antelación.

Para muestra, los horarios disponibles. Los lunes, martes, miércoles y viernes Foronda abre de 12.30 a 16.30 horas y de 20.30 a 8.30 horas. Los jueves abre de 18.45 a 8.30 horas. Los sábados, de 7.30 a 16.00 horas y de 20.30 a 0.00 horas. Los domingos, de 11.10 a 18.00 horas y de 22.15 a 0.00 horas. Los problemas derivados de la ausencia del H24 se muestran especialmente visibles en situaciones como las de esta semana, con aviones ejerciendo de peonzas en el aire hasta que el aeropuerto abre sus puertas, pero la verdadera losa para el presente y futuro de la terminal tiene más que ver no con las operaciones que sufren contratiempos, sino con las que directamente no se producen. Uno muy evidente y que sufren los pasajeros son los vuelos desviados de aeropuertos cercanos, como Loiu o Pamplona, que se ven obligados a aterrizar a cientos de kilómetros. Los datos hablan por sí solos. Desde que se anuló el H24 en agosto de 2012, Foronda sólo ha recibido 37 vuelos desviados, cuando entre los años 2000 y 2011 el número de desvíos recibidos por la terminal ascendió a 944. El propio ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, sufrió algo similar en su reciente visita a Vitoria, cuando aseguró que la recuperación del H24 no era una prioridad horas después de verse obligado a aterrizar en Loiu cuando su vuelo rumbo Pamplona no pudo aterrizar por la niebla y tampoco lo hizo en Foronda. Estaba cerrado.

Tres en diez días. Sólo el pasado martes, dos vuelos de pasajeros se vieron obligados a esperar dando vueltas en el aire al llegar con antelación y encontrarse cerrado el aeropuerto: un vuelo de Ryanair procedente de Tenerife tuvo que esperar más de veinte minutos. El mismo día, el equipo de fútbol del Valencia estuvo otros tantos haciendo lo mismo. El día 13, el vuelo del Sevilla tuvo que esperar más de media hora.

Otros casos. El 11 de noviembre, el Baskonia aguardó cincuenta minutos en el aire cuando regresaba de Moscú y llegó a Foronda a las 6.40 horas, pero el aeropuerto abría a las 7.30 horas. El 14 de noviembre, otro vuelo de Ryanair desde Tenerife sufrió la misma situación.

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Desde que se anuló el H24 en agosto de 2012, Foronda sólo ha recibido 37 vuelos desviados. Entre 2000 y 2011 recibió 944.