Laguardia - Dentro de un año, previsiblemente por estas fechas, a los cavas que se elaboran en Rioja Alavesa -amparados por esa denominación con sede social en Cataluña- se habrán sumado vinos espumosos, etiquetados y vestidos de esa manera, pero con el sello de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Fue una de las grandes novedades que deja este 2017, en el que por fin se movieron los cimientos de regulador que abarca tres zonas, Rioja Alavesa, La Rioja y Rioja Oriental, y se comenzaron a incluir, sin ruidos y con consenso, nuevas indicaciones para los vinos adaptados a lo que demandaba el mercado y esperaban los elaboradores.
Tras las reformas acometidas para la utilización de determinadas uvas en las elaboraciones de vinos blancos y rosados, el Pleno del Consejo decidió amparar por primera vez la producción de vinos espumosos blancos y rosados de calidad y decidió adaptar su normativa para que se permita acogerlos, completando su actual gama de vinos tranquilos (tintos, rosados y blancos) con un nuevo producto de prestigio y obtenido mediante el método tradicional.
Según el proyecto de pliego de prescripciones enviado a Madrid para su aprobación, para la elaboración de estos vinos espumosos se permitirá trabajar con todas las variedades, limitando su rendimiento de transformación respecto del generalmente autorizado y delimitando la graduación a un rango entre 11º y 13º en producto terminado. Los vinos tendrán un período mínimo de permanencia de 15 meses para la segunda fermentación, que se elevaría hasta 36 meses en los de más alta gama,
De momento, en el Consejo Regulador se guarda reserva sobre las intenciones del sector, entre otras razones porque el pliego aún no tiene el visto bueno definitivo del Ministerio y la Comisión Europea, pero previsiblemente antes del verano se darán a conocer los nombres de las bodegas aspirantes a elaborar vino espumoso.
Mientras, este año, los amantes de las burbujas siguen teniendo a su disposición tres cavas amparados por esa denominación: los de Bodegas Faustino, de Oion; Artadi, del bodeguero independiente que lleva ese nombre en Laguardia, y Fincalegre, de Bodegas Luis Alegre de Laguardia. A estos se suman la bodega de Loli Casado, en Lapuebla de Labarca, que tiene una producción muy pequeña -y buscada- de un espumoso que han denominado Jaun de Alzate; y dos experimentos a pequeña escala, pero de gran calidad, como son el espumoso que elabora Basilio Izquierdo, en su bodega El Collado (Laguardia), donde produce cerca de 400 botellas anuales. En Labastida, José Ramón Martínez, actualmente jubilado pero vinculado desde hace muchos años a Solagüen, también elabora un vino espumoso a título particular.
faustino, el decano El que más claro lo tiene es Faustino, de Oion, el decano en Rioja Alavesa, que actualmente elabora alrededor de 250.000 botellas de cava y acaba de modernizar sus botellas. Según cuenta el director técnico de la bodega, Rafael Martínez Palacios, Faustino comenzó sus primeros pinitos en 1982. Cuenta que por aquel entonces había mucho blanco en Rioja y de hecho poco más tarde se arrancó muchísimo. “Y el jefe nos pidió que buscáramos una salida a esa cantidad de blanco que teníamos”. Esa fue la razón por la que se buscó la solución en la elaboración de vino espumoso o cava. Primero, tímidamente, en torno a unos 4.000 litros. Poco después, en 83/84, Faustino se inscribió en el Consejo Regulador de Vinos Espumosos y en 1986 en la Denominación de Origen Cava.
Para la elaboración de cava, Faustino destina viñedos en Oion, algo en Mendavia, y sobre todo en la zona alta de Laguardia, “porque el clima que hay por aquí se parece más un poco al clima continental, diferente al de Cataluña, que es más mediterráneo. El de aquí se parece más al de la región de Champagne”, cuenta el responsable técnico de la bodega. En cuanto a las variedades de uvas se utilizan las viuras y las chardonnays. Con el paso del tiempo, y siempre al amparo de la D.O. Cava, comenzaron a utilizar la garnacha para hacer cava rosado. Así, en Faustino se elaboran cavas blancos y rosados y tres variedades: brut, extraseco y semiseco.
Entretanto, Artadi (Laguardia) lleva en la Denominación Cava desde el año 1986. Comenzó con pequeñas cantidades, en torno a las 3.000/5.000 botellas anuales, “una producción muy, muy pequeña”, según reconoce Juan Carlos López de la Calle.
Sin embargo, desde el año 2002 comenzaron a incrementar bastante su producción hasta llegar a unas 20.000 botellas. Este crecimiento, según López de la Calle, es achacable a que la gente se acerca a esos vinos jóvenes, frescos, alegres, “de trago largo”, donde no es necesario pensar, reflexionar para dar un criterio o una opinión sobre lo que se está bebiendo “sino disfrutar, saciar la sed”.
Este bodeguero elabora cava vintage, vino de segunda fermentación con añada. “Antes los vinos espumosos se basaban en el coupage, en la mezcla de vinos de diferentes añadas: un poquito de viejo, un poquito de joven, un poquito de esta parcela?”. Ahora están en plena expansión los vignerones, los cosecheros como tantos que hay en el Rioja, y comienzan a mostrar interés por las añadas, por elaborar con el método vintage, afirma este bodeguero. Artadi trabaja con uva cien por cien viura.
Por su parte, la bodega de Laguardia, Luis Alegre elabora el cava Fincalegre, aunque físicamente el trabajo manual se realiza en unas instalaciones alquiladas en Cataluña.
En cuanto a los espumosos, Loli Casado, de Lapuebla de Labarca, elabora desde hace años Jaun de Alzate. Aquella fue una iniciativa del padre de la bodeguera y el autor material fue el marido, Jesús Astorga, que lo sigue haciendo de una manera muy artesanal y en cantidades muy pequeñas, casi como detalle de la bodega. Ellos no han podido estar en el Cava por encontrarse Lapuebla fuera del territorio de la Denominación, pero observan con interés el desarrollo de la normativa de los espumosos para valorar su integración o no. Finalmente, casi con carácter experimental la bodega El Collado, de Laguardia también elabora una pequeña partida de vino espumoso. Además, en Labastida, y como una experiencia personal, José Ramón Martínez elabora un vino espumoso artesanal cada año.
Elaboradores. Los amantes de las burbujas tienen ya a su disposición a día de hoy tres cavas amparados por esta denominación: los de Bodegas Faustino, Artadi y Fincalegre. A estos se suman la bodega de Loli Casado, que tiene una producción muy pequeña de un espumoso, y dos experimentos a pequeña escala, pero de gran calidad, como son el espumoso que elabora Basilio Izquierdo y el de José Ramón Martínez, actualmente jubilado pero vinculado desde hace muchos años a Solagüen